sábado, 31 de agosto de 2024

El Reino de los Cielos (Capítulos 21 y 22)

21

“Ya llegará el cartero con su irremediable sorpresa…”, Ada Soriano

Agatha no estaba en el mundo, análogamente a Liberto. Ella vivía el no-ser de Buda. Sabía correctamente el significado de las palabras como había que hacer según Confucio. Lo mismo hacían los amigos literatos. A Liberto le gustaba Oriente, aunque no olvidaba las enseñanzas de Jesucristo. Mamen Mistral estaba un poco frustrada porque estaría trabajando de enfermera, sin embargo, no descuidaba su labor de literata. Algunas veces la correspondencia le daba algún susto y se rebelaba contra la divinidad. Aunque sabía que su suplica sería escuchada. Liberto vivía austeramente, con una pequeña cantidad de dinero que correspondía a una pensión exigua, se quitaba caprichos, salir los fines de semana, ir de comida o cena, no hacía cierta escapada o viaje, sin embargo, no paraba de leer y escribir. El sistema económico como siempre era diabólico, el dinero siempre escaseaba y poca ayuda ofrecían los estafadores. José, el escritor, trabajaba duro para ganar el pan. Hoy en día, debido a las crisis económicas, tener un trabajo es un lujo. Aparte de ofrecerte dignidad. Liberto se decía que Dios proveerá. Que todo iba a salir bien. “Todo es posible al que tiene fe”, recordaba.

Mamen Mistral malhumorada y frustrada, haciendo caso a Liberto, se molestó y obligó, sin dejarse de asombrarse y verla misteriosa, leyó: la introducción a Santo Tomás de Aquino: Los orígenes de la Escolástica se remontan al siglo VIII, Mistral, veía relevante que Carlomagno promoviera y realizase una reforma cultural fundando y multiplicando las escuelas para impulsar la educación: Pensando primero en la educación de la infancia; y, en segundo lugar, en la educación del clero. Aquí comienza La Escolástica. La importancia de las creaciones de las tres escuelas: monacales, palatinas y catedralicias. El nacimiento de las Universidades. La Escolástica en un primer momento tuvo una orientación platónica. En el siglo XIII llega a imponerse la tradición filosófica aristotélica sobre la tradición platónico-agustiniana. Dos sendas diferentes se unen en un camino común, es decir, la razón y la fe convergen. La teología es la maestra; la filosofía es la sierva. A Mamen Mistral le importaba que en esta época Dios era el centro. Lo observaba con gran misterio, mientras tanto, su amargura se desvaneció misteriosamente.

 

22

“…al principio fue la música”, José María Piñeiro.

José, el escritor: Me he acordado que conocí a un amigo de ADIEM por la tarde, algo muy raro en mí, pues me viene mejor la mañana para salir. Iba con Julieta y otros amigos, y así, hablando, sin querer, un amigo especial que nos acompañaba resulta que se está recuperando de su dolencia te nombró, te llamó por tu nombre: José, yo me emocioné, el amigo era muy lector, pero con la patología mental lee menos. Esto ocurrió la pasada primavera. Los caminos son inescrutables e incognoscibles. Liberto le escribió un mail a José, el escritor, mientras escuchaba el último disco de Bunbury y Amaral.

En una noche remota de verano todos los amigos de Liberto y él estaban en una landa escuchando música, tomaban alcohol, una de las bebidas era: Grog. Todos sus amigos eran unos perfectos bohemios y Liberto era un auténtico dandi. Liberto se acordó cuando pasaba toda la noche en la calle con sus amigos queridos. Todo era verdad, no existía doblez alguna. Primero era la hora de la cena y después los tragos de alcohol todos los fines de semana. El principio de la felicidad es la música, pensaba Liberto mientras echaba centellas en un saco. Para él la música es una verdadera transubstanciación, también transverberación y auténtica transfiguración. Y se imaginaba el monte Tabor y el monte Parnaso.   

 

viernes, 23 de agosto de 2024

Las arenas del cielo. (así ha sido y será). Rafael González Serrano. (Celesta)



 

Las arenas del cielo. (así ha sido y será). Rafael González Serrano. (Celesta)

“Quiso ser luz, y contra la luz se rebeló”, del poema: Sobre la luz rebelde. Nadie existe más fuerte que el Todopoderoso. Es el primer verso de este poemario luminoso de una sutil mística. Encontramos rebeldía ante lo que yo diría el silencio de la divinidad. “Y vagaré, maldito, aullándole a los planetas lo arbitrario de mi destino”. El poeta se sumerge en las aguas de la mitología sumeria, con el poema titulado: El viaje de Enkidu. El mito es realidad, nos dice Mircea Eliade. “Me creó la diosa Ninhursag con arcilla dotándome de una condición agreste”. El poeta se convierte en soberano y así lo canta. “Rebelde o benefactor, te alcanzó así mismo el castigo”, del poema: Castigo y restitución. Rafael González bebe del hontanar cristiano y del manantial de mitología griega. En las alas de la arrogancia encontramos soberbia, caída y mofas: “no te eleves demasiado pues los rayos del sol podrían derretir la cera que ensambla las plumas”. El poeta se enfrenta a La prueba arbitraría: “más que un premio a tu virtud es el reconocimiento de una atrocidad”. Y me pregunto: ¿cuántas injusticias sufrimos en la vida? “Grande fue su alborozo/ entre alabanzas y gritos;/ del enemigo el terror, / que así pudo ser vencido”. Versos de una heroicidad contra un tirano. En El fuego justiciero nos advierte de seguir con honestidad al Hacedor. Morir entre columnas y la nueva alianza con Él. El peso de la culpa y ser temeroso de mi Señor. El ángel del Señor no abandona al piadoso: “Y les curé pues no en vano mi nombre es el de la salvación divina”. El arte de la guerra: “La guerra es el principal instrumento para conseguir la paz”. En el filo de la danza: “…como si con mi danza fuera a recibir/ en bandeja la cabeza de un hombre”. Las tentaciones: “Pero todo ello es contrario a servir al Señor”. La gracia espléndida: “Y quien combate a la estéril muerte”. La cadencia de las horas: “Es la espera marcada para saber que el destino es un preciso final”. El borde de la orilla: “cuando la boca del ocaso decide engullirnos”. Los signos de la vida/muerte: “…y la eternidad es un misterio que ignoramos”. Al filo de la hora: “Espero el alba, que será mi ocaso”. Latidos de espera: “Y te grito en silencio para mis entrañas: “lucha”. Las llamas creadoras: “Pero mienten; mis enemigos intentan manchar mi nombre para negar mi soberanía”. Las crines de la estepa: “Ante el fuego, con las ramas crepitantes, satisfarán su fatiga con el botín de sus capturas”. Descargos del felón: “Que no es felonía, que es justicia, librarlas del agresor a mi ciudad y señora.” Las arenas del cielo: “Somos un pueblo sin fronteras que vaga por las arenas del cielo”. El sudor del acero: “El anhelo nuestro solo habita en el corazón de los que aspiramos – aún a sabiendas de su imposibilidad – a la condición de los dioses”. El cabello salvador: “Y, sobre todo, que me salvé a mi mismo tirando de mi caballo hacia arriba para no hundirme con mi cabalgadura en una ciénaga”. Más allá: “Reanudamos nuestro rumbo” … El poemario en prosa poética consta de tres partes. 


lunes, 19 de agosto de 2024

Francisco Ramón Blas Jara



Francisco Ramón Blas Jara

 

Nos volveremos a ver.

 

Angustiosa y trágica noticia

de un invisible demonio

llamado enfermedad

que en un tu último anochecer, padre mío

te arrebató cruelmente tu vida

dejándonos a todos los que te querían una gran herida

con la esperanza que también fue la dulce llamada

de un Amigo tuyo que en tu vida tanto admirabas.

Rayo de tormenta

atrapados los corazones que te quieren

lloran encarcelados en medio de la tempestad

en el diabólico sufrimiento

de tu ida, porque te vamos a echar mucho de menos.

Tinte de alegría en este gris día:

porque nadie duda

que en el paraíso descansas:

por tus cometidos hechos

en esta diabólica y divina vida.

Con tranquilidad podemos descansar todos nosotros

porque tu viaje es al merecido y bello paisaje lleno de eterna ventura.

El 15 de octubre de 2002

nuestro peor día de nuestra vida.

Desde hoy miro al cielo y aunque es el mismo

lo siento y lo veo distinto

creo que desde allí nos observas y ayudas

y cuando estoy solo, tu compañía noto.

En el doloroso hasta luego, estábamos todos:

repleta la Iglesia de las Salesas

no cabía más de tu gente en ella

muchos esperaban fuera.

Ha sido un símbolo tu muerte:

de tu humildad, sencillez, entrañable corazón

firme creencia cristiana y católica

para toda la humanidad de tu trozo de mundo y vida.

Todos orgullosos de ti te honramos.

¡Padre mío, amigo mío, hermano mío!

A pesar de las lágrimas

del amargo dolor por tu perdida

e inmerecida ausencia

gritamos todos en silencio

desde nuestro herido interior

en esta efímera despedida

esperando al eminente día:

todos te decimos hasta más ver.

Francisco Ramón Blas Jara,

“Hilario”,

¡Padre mío, amigo mío, hermano mío!

Nos volveremos a ver. 


sábado, 17 de agosto de 2024

Leyendo a Martin Amis. Desde dentro.

Martin Amis. Desde dentro

Martin Amis nos confiesa cuál es su Pecado Capital. No es la Ira.

Las páginas 12 y 13 son inconmensurablemente hondas que hablan de la figura del escritor.  

“La literatura inglesa está imbuida de la Biblia, y resultaría irreconocible despojada de esas cadencias. Algo innegable. Pero es el poema, y no la novela, el territorio natural de la religión; y los poetas religiosos rondaron en torno al centro del canon durante un milenio. La poesía y la religión son en cierto sentido coeternas, y tienen que ver quizá con anhelos anteriores a la escritura…” (página 53)

“Los escritores han de encontrar su propio camino a su propia voz”. (pág. 14)

Martin Amis es ilimitadamente culto, sus memorias son enciclopédicas y nos hace reír sutilmente.

Relata un poco sobre política. Nos presenta a su mentor.

Continuará...

El Reino de los Cielos (Capítulos 19 y 20)

19

“…la escritura dura lo que la fiebre”, Manolo García

          El escritor nos hace mirarnos al espejo. La literatura es un susurro para el alma. Una persona se forja escritor contra todo pronóstico. El éxtasis del escritor se manifiesta después de mucho esfuerzo y trabajo. La fiebre del escritor se siente un poco todos los días, sin embargo, otras veces es mayor y no puedes parar de escribir. Los escritores nunca mueren. Después de un éxito para un escritor le esperan tiempos febriles. Las palabras afloran escribiendo, proceden de lo arcano, alguien habla a la conciencia del escritor desde un lugar ignoto. Liberto necesitaba leer y escribir como el comer y el respirar. También les ocurría a sus amigos literarios y a Agatha. Todo libro contiene un tesoro, con la aventura de la lectura es descifrado. Todos los amigos de Liberto y él no se olvidaban del tesoro de la fe. Liberto el más fervoroso les recordaba y se recordaba: “¿Cuáles son tus alegrías?, ¿Cuáles son tus temores?”, de san Juan de la Cruz, y añadía: Deja que el Verbo conviva en tu castillo interior, deja que more la divinidad en tu intimidad. Que tu verbo, tus palabras hablen de verdad y amor. Hay demasiadas almas sin consuelo. Demasiadas injusticias. Abundantes guerras porque el corazón del hombre no es pacifico. Glorifica a Dios con tus obras. Ayuda al pequeño. El verdadero escritor es comprometido. Con nuestra vida podemos escribir otro Evangelio. Y que arda el mundo de amor. Aunque muera ajusticiado, torturado, asesinado, esté en el exilio o en la cárcel escribiré, siempre escribiré hasta derramar la última gota de sangre y con ella firmaré amor en el abajo firmante, se dijo Liberto.

Agatha dijo a Julieta que leyó unos escritos que decían que el suicidio en el hinduismo es una acción religiosa. Ella estaba a favor de la eutanasia. Sin embargo, Julieta (tenía debilidad por los animales y las personas mayores) prefería los cuidados paliativos y la muerte natural. Y añadía que los médicos se forman para salvar vidas y lo ético y lo moral es mirar por la vida del paciente. José, el escritor, meditaba sobre el sacrificio de un animal cuando este estaba sufriendo y no había otra salida. Liberto comentaba que Cristo murió torturado. Mamen Mistral afirmaba que había que morir heroicamente, pasara lo que pasara. Miguel Lapierre le llamaba la atención el suicidio, ¿cuántas personas han muerto así? Sin embargo, añadió que no somos dueños de quitarnos la vida.

La vida es un regalo, dijo Liberto.

          Es el triunfo de la vida, afirmó Julieta.

          Un regalo de Dios, comentó Agatha.

          El mundo está muy necesitado de calor humano, dijo Jose, el escritor.

          El mundo necesita amor, dijo Mamen Mistral.

          El mundo necesita al gran Amor, dijo Miguel Lapierre.

 

20

 “…Eres la que escribe casi sin ti…”, “…amas la vida como a un asesino…” “…te apartas de los días para quedarte en los libros…”, versos de Javier Puig que dedica a Alejandra Pizarnik.

          A partir de 1989 con la caída del Muro de Berlín y la desintegración en 1991 de la URRSS somos más libres. Liberto era un adolescente cuando fue testigo de estos grandes acontecimientos que dieron libertad a millones de personas.

          Estaban en su casa Penélope y Liberto, aunque no gozaban de su zona de confort. Sus hijos dormían, era medianoche.

Tenemos que ser proactivos, dijo Penélope.

          Es cierto. No tenemos que ser pasivos, dijo Liberto.

          ¿El sujeto tiene toda la responsabilidad?

          Hay ciertas cosas que se escapan a la persona y no puede controlar.

          ¿Por qué no nacer en un Paraíso? El dolor es inevitable.

          Empezamos a vivir y ya comenzamos a sufrir. Adoro mi arresto domiciliario literario.

          Tú me das vida. Aunque prefiero tu poesía porque haces de mi vuelo que no sea enjaulado, vivo tu poesía en la pena y en la alegría. 

Toda poesía contiene un mensaje que procede de lo arcano, incognoscible su hontanar. Leemos el arte de las palabras que alimenta a nuestro corazón.

 Me aferro a tu poesía para desafiar a mis mayores miedos.

 Yo soy tu héroe.

Y yo tu heroína.

No me importa ser pequeño.

Yo también tengo mis limitaciones. Y así amo lo poco que tenemos.

Es bueno abandonarse e imaginar que estamos en el regazo de la divinidad.

Tienes razón. Acecha el dolor, pero esquivo al sufrimiento con una buena película, con una buena canción o con un buen libro. Pero sobre todo tu poesía.

 

miércoles, 14 de agosto de 2024

EL ESCRITOR ENAMORADO. JAVIER PUIG.


Sobre El escritor enamorado, de Francisco José Blas Sánchez

 

Encontramos en esta obra una libertad compositiva que favorece la amenidad a lo largo de todas sus páginas

 

 

El escritor enamorado (2024) es la segunda novela publicada por Francisco José Blas Sánchez, tras La razón herida, y después de cinco poemarios editados por Celesta. Encontramos en esta obra una libertad compositiva que favorece la amenidad a lo largo de todas sus páginas. Apenas hay zonas de relato lineal, y la narración de lo que hace, siente, adora y piensa un grupo de amigos, se hace a partir de las diferentes entradas, a modo de pequeños textos que podrían ser los del diario de un melancólico observador del mundo propio y el adyacente, un mundo que va desgranando en sus conceptos y en las almas que lo ocupan, dando preferencia a la de Liberto, que se convierte en un protagonista que, en la mayor parte del libro, se arroga la primera persona, y de quien sospechamos que pueda ser el alter ego del autor, como tantas veces ocurre en las ficciones.  

A partir de las numerosas citas, de las incontables referencias, vamos conociendo las aficiones del protagonista, sus andanzas y las de sus amigos. Encontramos allí la omnipresencia de la música. Muchas entradas se inician con un epígrafe que dice: “Suena la música de…”. Y esos músicos pueden ser del pop, del rock y de música clásica. Y también está continuamente presente la literatura. Liberto es cantante de rock, pero también escribe, como lo hacen la mayoría de sus amigos. Y no falta la religión, tan apreciada por el autor como elemento ético. Ni las reflexiones sobre la actualidad, como la guerra en Ucrania. Pero tampoco las disquisiciones filosóficas. Todo ello contribuye a una riqueza de temas y perspectivas muy de agradecer, a una narración que tiene algo de ensayística pero que no pierde nunca el pie de la emotividad propia de unos personajes que sentimos muy reales, representantes de la más fundamental y cercana humanidad.

No es solo la diversidad de temas lo que contribuye a la viveza de esta narración fragmentada, sino también la variación en los enfoques, que van desde el relato en tercera persona, a la confesión en primera, a los diálogos, o a las numerosas y acertadas citas: “La vida es terriblemente milagrosa, dijo Augusto. Sí, amigo. La vida es terroríficamente bella, dije. “El dolor y el sufrimiento son siempre inevitables para una gran inteligencia y un corazón profundo. Las personas realmente grandes tienen una gran tristeza en la tierra”, Fiodor Dostoyevski, dijo Augusto”.

En los personajes −y especialmente en Liberto, el protagonista− respiramos una atmósfera de empatía, de buena voluntad: “Me conozco y me acepto y sigo caminando. Mi decisión por hacer el bien, por crear belleza, por hacer sentir bien a los demás es irrestricta. Oro a los dioses para no ser irredento. Para los dioses no somos irredentos. Para ellos somos luminosos, somos sus predilectos. Yo, sobre todo, canto a los últimos y pequeños (la fuerza la tienen los pequeños), a los desarraigados. Y ellos sonríen. Sin lugar a duda, son preeminentes”.

Hay también aquí una reflexión sobre la enfermedad mental, una defensa de la vida apostando por extraer sus más elevadas y benignas consecuencias: “No se sabe ciertamente qué es lo que provoca una neurosis… La mente sigue siendo hoy bastante desconocida. Para vivir esta vida hay que estar un poco loco, la verdad. Escritores y artistas han enloquecido. Otros se han suicidado. Nietzsche se volvió loco. Van Gogh era bipolar (tuvo alucinaciones y oía voces) y tenía epilepsia… Mantente hambriento y alocado, dijo Steve Jobs”. Hay que preservar, por encima de los golpes recibidos, un heroico proyecto de benignidad propia: “Nunca endureceré mi corazón. He probado de la hiel, pero no me ha vencido. Como arma tengo la palabra, la poesía, la literatura y la música. Mis destinatarios son los últimos y pequeños. Los olvidados de los olvidados. Los oprimidos y marginados. Las víctimas. A ellos les escribo y les canto”.

Y es que los personajes tienen un permanente trasfondo sombrío, pero luchan por iluminar la vida, por ensalzarla derrotando la tentación de la parálisis, de la queja: “Ando últimamente un tanto mohíno, taciturno. Ahíto de mí mismo. Quedo y solitario medito…En realidad, no sé si soy feliz o tal vez sí. Tengo momentos gozosos. Escribir o componer canciones me hace feliz. Leer un buen libro o ver una buena película me hace feliz. Creo que la felicidad se halla sirviendo a los demás. No me gusta que me constriñan cosas absurdas, cosas tontas. Soy un anarquista enamorado…”. Amar la vida es una elección insobornable: “La melancolía me hace escuchar a Medina Azahara, sus tristes o dramáticas canciones serenan mi alma y me hacen recordar cuando fui feliz… ¿Sufro más ahora o antaño? No lo sé. Elegí el amor y la verdad para sobrevivir. A pesar de sufrir el desamor”.

Pero ese afán de vitalidad no se construye sobre los momentos de la apariencia, sino que no elude los múltiples retornos a un desaliento contra el que hay que luchar: “Parafraseando a Denise Levertov, no sé si soy lo que pienso o lo que me ocurre. Ando una temporada con el pensamiento limitado (como si sufriera alogia) …”. “Miedo, tengo miedo, miedo a vivir, miedo a la muerte. Me aterra estar en el mundo, me angustia escucharme por dentro”.

Encontramos un lamento por cómo está hecho el mundo y por lo difícil que resulta crecer sanamente en él: “No nos enseñan cómo vivir. La maldad nos rodea. Los errores nos carcomen. A todo esto, cavilando, lo veo todo diáfano. Creo saber quién soy; soy ese niño que fui. Soy solo un niño. Un niño asustado quizás, pero un niño, se dijo”. Escribir es un alivio, un pequeño triunfo no demasiado alegre pero que hay que renovar, una actividad noble: “En la vida hay demasiada hostilidad, un mundo de odio y por consiguiente falto de amor. Por eso escribo, es mi forma de ofrecer mi amor al mundo”.

Y Liberto se pregunta cómo salvar esa distancia con los otros, a veces tan opuestos, tan distintos: “Al relacionarme con las personas vivo la alteridad, me siento distinto con las diferentes personas… Con cada persona siento un yo diferente o soy mis yoes. Es la multiplicación del yo”.  Ese puente tal vez sea la empatía extrema: “Liberto tenía un deseo satisfactorio: quería ser el tú de su amada. Quería ser el tú de sus amigos. No quiere ser yo, sino tú… Los otros son una oportunidad, dijo Liberto”.

El escritor enamorado es una novela singular, de tendencias anárquicas, que se apoya en una prosa que lejos de pretender oraciones largas, perfectas, busca la verdad a través de la acumulación de frases cortas que van constituyendo la veracidad de un pensamiento complejo y emocionado. El lúcido y sincero acercamiento a los personajes nos transporta a la vivencia de sentimientos limpios y nos sitúa pacíficamente en esa ardua lucha por una felicidad que nunca se completa, que debe convivir con los claroscuros y los altibajos de una realidad que hay que amar, aunque solo resulte parcialmente satisfactoria. 

Javier Puig

LA ESCRITURA QUE SALVA. LA POESÍA DE PACO BLAS

miércoles, 24 de mayo de 2023

LA ESCRITURA QUE SALVA. LA POESÍA DE PACO BLAS

 

Escribir no es sólo una pasión o una profesión, también podría conceptuarse como la más inteligente terapia, como la medida más eficaz para conjurar los propios fantasmas.

 

Y si esa escritura lo es de poesía, la elección añade belleza y harmonía a ese deseo de autorepresentarse en un texto.

 

Destaco este carácter específico de la escritura poética porque ante la figura de Francisco Blas, Paco Blas para los amigos, me veo en la necesidad de subrayar la idoneidad de tal elección y el papel especial que posee.

 

La circunstancia específica que el autor vive - una dolencia particular - halla en la expresión poética no sólo un lenitivo extraordinario a tal circunstancia sino que rescata para nosotros su imaginario que se nos ofrece a través de poemas generalmente breves y absolutamente francos.

 

Todo poema viene a ser una confidencia, y, como todo autor, Paco Blas se confiesa en sus textos, pero su confesión es singularmente crucial para elevar su conocimiento de sí y distanciarse de la mortal indiferencia que supondría no reaccionar creativamente ante lo que uno sufre de modo especial.

 

Observo la decisión inteligente de Paco de utilizar el lenguaje para “curar” su propia alma y pienso en amigos comunes que, ante lo irreductible de las circunstancias que tuvieron que vivir, hicieron lo mismo, elegir la poesía como medio máximo de expresión.  Me viene a la mente, por ejemplo, el nombre de Jöel Busquets, un poeta francés que estuvo cuarenta años hemipléjico, sin salir apenas de su habitación y que creó una de las obras poéticas más singulares del siglo XX en el país vecino.

 

Todos estamos heridos de algo o por alguien. Escribir poesía, lo repito, es el modo más brillante de conjurar tales males y también la forma de mostrar con contundencia una sensibilidad personal.  

 

Los tres últimos poemarios de Francisco Blas surgen de un concebir la escritura como ese método de dominar, describir y expresar la madeja de sueños, deseos y ansias que es uno en el existir. La libertad del alma, Tragicomedia y Mujer componen una tríada temáticamente distinta pero de tono y aspiraciones expresivas comunes. Es por esto que prefiero referirme a la poesía de Francisco Blas como eso mismo, como una sola, como una misma materia de invención que no esconde nada sino que vence todo pudor para exponer sobre la mesa lo que deseó, lo que desearía y lo que desea, a pesar de las limitaciones que supone considerar la realidad circundante y la realidad propia.

 

La cordialidad de la palabra lo permite y la intencionalidad del poeta viene a ser una, la de construir una conciencia de su historia anímica gracias a esa plasticidad maravillosa que presta la escritura poética.

 

Con respecto a las incidencias de esa historia interior que Paco Blas repasa en cada uno de sus poemas, en su poemario, La libertad del alma, nos hace varias confesiones: no quiero dejar de ser ese niño que fui, nos dice, sabiendo muy bien la bendición inocente en que vivíamos durante la infancia y recordándonos que es posible, a través de la memoria y el deseo puro, no perder tal tesoro. Y reincidiendo en lo dicho y como dándonos esperanzas, afirma: como eterno retorno: el cielo es del niño.

 

A través de la musa poética se desgranan los mejores sentimientos. Paco Blas afirma contundente, con vigorosa nobleza: Sólo sé que amar es más que un mandamiento.

 

En los poemas de Tragicomedia, Paco Blas repasa varias figuras, tanto reales como ficticias, - Ana Frank, Irene Villa, Serlock Holmes - y de nuevo aparece la salvífica alusión a la infancia, incluso a la adolescencia como objetivo del alma que se deshace de las miserias del presente: anclada en el pasado tengo una imagen de mí completamente feliz, allí quiero llegar desde este presente naufragado. 

 

Y quizá el poeta nos recuerda que esa es la íntima meta a conseguir por todos pues el presente se estanca en la desesperanza y la imaginación debe reaccionar: como herencia un descolonizado paraíso, nos dice, especificando los términos de la realidad en que se vive.

 

En el trabajo poético Mujer, la actualización del alma deseante nos habla de los amores que fueron, de los posibles y de los imposibles, y además del melancólico recuerdo de lo que fue la adolescencia, nos brinda un deseo de recuperar lo que de bella locura supuso aquella época sentimental y vital en el emotivo poema Escapemos de la ciudad, que cierra el libro: pronto amanecerá y moriremos. Arde la ciudad en la noche… Creemos un hogar bohemio donde el amor es libertad volviendo a ser adolescentes.

 

Aunque las adversidades propias y ajenas supongan un límite al vivir y el tiempo parezca funcionar en contra, a través del canto del poeta la llama de la esperanza surge y nos interpela con precisión luminosa. En Amanece, dice: la vida te espera, puedes ofrecer mucho, eres un centinela: la muerte no existe.

 

La muerte no existe, nos dice, ni más ni menos, el poeta, pero es que en estos extraños tiempos de involuciones y de confusiones programadas, quizá sólo sea un poeta quien se atreva, bellamente, a decir tal cosa.

 

José María Piñeiro

 

 

 

domingo, 11 de agosto de 2024

Relato: Quiero decirte, amor


 

 

Quiero decirte, amor…

 

“1:2 ¡Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino.” Cantar de los cantares.

 

“El amor es el inventor del poema”, Lope de Vega.

 

“…por amor vuelve a la caverna de las sombras…” María Zambrano.

 

“Ámate” Y, sin embargo, no sabemos amarnos.” Miguel de Unamuno.

 

 

 

1

 

Reinaba en casa amor, veías amor en las personas mayores. Todo lo que te rodeaba era amor. En tu vida has vivido tanto el locus amoenus, como también, el locus eremus. Lo primero que recuerdas del colegio Santo Domingo es a tu compañero de clase y vecino de tu barrio Raúl. Séptimo y octavo de EGB lo acabarías en el Oratorio Festivo. Había más corazón en la Oratorio Festivo que en el Colegio Santo Domingo. Hiciste amigos en los dos colegios. Lo tuyo era la amistad y la aventura, y no, las tediosas clases. En FP fuiste mejor con tus estudios y también hiciste amigos, compañeros que no estudiaban la mayoría, otros pocos sí, pero tú ganabas en las notas. Solías hacer todos los ejercicios teóricos y prácticos de electricidad y tus amigos te copiaban. Recuerdas cuánto corrías: cuarenta y cinco minutos todas las noches, cuando estabas libre de obligaciones. En las amistades que te fraguaste había pocas chicas. Aunque hubo una que pudo ser la chica de tu vida. Siempre la recuerdas. No quisiste salir con ella, pero queda un recuerdo muy hondo. Te gustó una chavala de FP que resultaba ser muy enigmática para ti, pasado el tiempo la conociste en la discoteca Patro`s de Correntias. Te dijo que de momento no quería nada, bueno, al fin y al cabo, te ganaste una amiga. Quisieras volver atrás en el tiempo cuando disfrutabas del alcohol y la música. En el Molino de San Bartolomé, La Calle del Raal, en la Ruta de la Madera en Alicante, con el tiempo tu primo regentó un bar. A Murcia también ibas. Los Pubs y la discoteca Momentos de Orihuela. Toda la noche en la calle con los amigos, parecía que nunca acabaría. Eran los años ochenta, sí los de la Movida, pero también pasaban cosas malas: los años de plomo, cuando el enemigo mataba, pocos lo recuerdan.

 

 

2

 

 

 

Tu abuelo materno estuvo en la División Azul, mientras que tu abuelo paterno estuvo encerrado en el seminario en la Guerra Civil. Cuando llegó la calma, solo jugaste un poco de muy niño con tu abuelo materno. No les pudiste conocer. Fue la pérdida de dos buenos ejemplos, hablaban bien de ellos. Tu abuela paterna te dejó tener palomos y palomas y un pato (que se perdió en el río Segura) en su casa, en lo alto, una estancia abierta donde tendía la ropa. Te deleitabas ver volar a los palomos y más tarde verlos volver al palomar. Tu abuela materna cuidaba a tus hermanos y a ti. Porque tu madre trabajaba en el negocio familiar con tu padre. Hablabas con tu abuela paterna, y con tus amigos, cuando ensayabais en la casa de ella, por el grupo de música que tuviste. Empezaste a tocar la batería, escribías todas las canciones y terminaste cantando; una verdadera hazaña a tus dieciséis años. El grupo se disolvió. Buscaste nueva gente para otro grupo de música, pero resultó en vano. Es por ello que ahora te dedicas a la literatura seriamente. Con la abuela materna, tus hermanos, tus padres y tú, ibais a comer en la pinada de Guardamar del Segura. Un día inesperado estando solo bajo los pinos, en uno concreto, al alzar la vista, viste a un Petirrojo de color pardo y pecho rojizo. Gracias a tu tía paterna viajabais a Alicante donde ella tenía un piso y os bañabais en la playa.

 

Tu madre se enamoró de quien sería tu padre al verle vestido de uniforme militar. No tardarían mucho para vivir juntos y enamorados, y pronto tu madre daría a luz a tu hermana mayor, un par de años que tú, luego vendría al mundo tu hermano y a nueve años de diferencia contigo nacería la menor de vuestra casa. Fueron buenos padres y trabajadores. Tu padre era muy conocido. Tu padre quiso estudiar más, pero con la muerte de tu abuelo paterno se hizo a cargo del negocio. Tu madre no estudiaría más porque en los exámenes se le quedaba en blanco la mente, aunque ambos resultaron ser listos. Tu familia sin contar los sin sabores era sana.   

 

          Tu hermana mayor Mamen se tituló en Graduado Social; tu hermano Miguel en Educación Física; tu hermana pequeña en Psicología, mientras tanto tu pudiste terminar FP de electricidad. La que más ha estudiado ha sido tu hermana menor Ana. Tienes una espina clavaba por no haber podido estudiar en la universidad. Nunca es tarde.

 

 

3

 

 

Aunque tienes inquietud, eres autodidacta, te encanta la cultura. Pronto escribirías artículos en la revista sociocultural La Lucerna, al conocer a José Luis Zeron Huguet. Pasarían años en publicar en la revista de creación Empireuma, donde verdad querías publicar. El primer poema que escribiste fue dedicado a la Virgen María, en tu adolescencia escribías canciones, tenías mucho respeto en escribir poesía. Pasarían años perfeccionando en tu mundo de la literatura, que veías buena; vista con humildad y sencillez, admirabas a muchos escritores y escritoras y poetas. Conocerías a más personas de la generación Empireuma: Ada Soriano, José María Piñeiro, Pepe Aledo, “Sesca”… Aprendiste de ellos. La creatividad lo veías algo lejano, pero las musas te invitaron al mundo de la inspiración. Escribiste en serio. Cinco poemarios y cuatro narraciones es toda tu obra, sin contar dos piezas pequeñas de teatro que quizá a nadie le importe, o tal vez sí, eso no se sabe. Leías y escribías en casa, en los bares escribías poemas en las servilletas de papel, siempre llevabas contigo un bolígrafo. Realizaste tres recitales, en el bar La Iguana, La alcaicería y La Negra. Invitado por Manoli del Foro Social de Orihuela recitaste tu poema Amiga Vida en un teatro de Barcelona. Como dice Piñeiro en un recital uno no debe ponerse serio. En los tres recitales te mostraste muy simpático y extrovertido, en el recital de Barcelona aplaudió todo el teatro, algo que te invadió de una profunda paz. No pudiste viajar a Rumanía junto con Jose y Piñeiro. Empireuma publica a autores rumanos. Piñeiro escribiría la crónica del viaje. No pudiste ver con tus propios ojos Transilvania: situada en la zona de los montes Cárpatos. La novela Drácula de Bram Stoker publicó en 1897, tiene como protagonista al conde Drácula, inspirado en las atrocidades cometidas por el príncipe Vlad III el Empalador, que luchó contra los turcos otomanos en el siglo XV, leíste en un libro de Carlos Blanco. La amistad en la generación Empireuma era incondicional. Sí que pudiste viajar con Huguet, Soriano y Piñeiro a Nueva York y visitar la librería La Strand, París y Shakespeare and Company y la Hune, Longres y la librería Stanfords, Lisboa y Bertrand y Ler Devagar. Unos viajes caros, pudisteis viajar más y visitar librerías por el resto del mundo, pero no había presupuesto. Aunque hubo suerte de viajar a la Fiesta Literaria Internacional de Paraty (Brasil). Ciudad colonial muy deseada por los escritores. En Orihuela cerró una librería que presentó un número de Empireuma, sigue muy activa la librería Codéx, la librería Nobel cerró, y en su lugar está ahora Atenea. Aparicio al final ha ampliado su librería con más títulos que han puesto a la venta.

 

 

 

4

 

          Cuando conociste a Ana Roldan tu vida cambió por completo. Era una lozana morena, de piel blanca, que se enrojecían sus mejillas. De pelo corto, muy femenina y unos pechos que se antojaban preciosos. Era muy bella. Simpática, extrovertida, conversadora. Pronto cogisteis confianza, hablabais mucho. En una Semana Santa de vuestra adolescencia, os acostasteis los dos juntos en la plaza Europa junto con un amigo y una amiga. Estamos tan bien aquí juntos, pero no vamos a hacer nada, te dijo ella. Y tú pensabas que lo estaba deseando, le tuviste que besar en los labios, pero te dijiste que ya llegaría la hora. Te alegró conocerla, eras delicado con ella. Hablando con los amigos estabais juntos y no dejaba de acariciar tu espalda. Era muy cariñosa. Los dos a solas, cogidos por la cintura en una noche por las calles de Orihuela resultó ser el momento perfecto, es más, se produjo algo muy bello sin forzar nada. La miraste a los ojos, ella sonreía, sonreía siempre, no parabas de mirarla a los ojos, y le besaste en los labios, con un beso profundo, que Ana respondió bien, os morreabais, fue un beso prolongado, mientras le decías: ¿morena quieres ser mi chica?, y ella te dijo que no veía por qué no. Os juntasteis más tarde con los amigos, ellos no sabían nada. Pasasteis horas por las calles de Orihuela en la madrugada y os despedisteis. Te fuiste a casa muy contento, revivías lo acontecido antes de dormir, y pensaste: mi vida tiene sentido.

 

          Ana Roldan vivía en la calle Arriba, cursaba segundo de bachillerato de letras. Era estudiosa, tenía buenas calificaciones, le encantaba la literatura, era una autentica bibliófila, en casa de sus padres había una biblioteca de unos tres mil libros, era una lectora voraz. Vestía a estilo artista; con su chupa negra de cuero y pantalones vaqueros claros, y zapatillas de deporte. Era lista, comedida, tenía gracejo, le disgustaba alardear y que lo hiciesen. Su padre era guardia civil retirado. Su mejor amiga se llamaba Pili Poveda, compañera de clase. Ambas vivían y volaban en la alegría de la adolescencia. Las dos eran auténticas Amazonas. Fue tu mejor pandilla, después de la niñez, por parte de ellas y tu amigo de confianza Isaías Carrero, compañero tuyo de clase. Pili era sencilla al vestir, se sentía cómoda. Pili era morena, de ojos castaños y no muy alta; Isaías era alto castaño y de ojos azules. Isaías y tú también vestíais de forma artística, todo de cuero o todo de vaqueros, con botas de punta los fines de semana. Aún tienes en tu casa la chupa de cuero negra, los pantalones de cuero negros y unas botas de punta que te compró tu madre en Alicante. Deseabas ver a Ana, entre semana os veías poco, y ansiabas la llegada del fin de semana para estar con los amigos y Ana. Pensabas en ella en tu soledad vacua, y soñando despierto te imaginabas en una edad provecta estar casado con Ana y tener hijos, y vivir en una casa de la huerta, con jardín y tu perro y más mascotas. Los cuatro sois poetas.

 

          En la adolescencia todos somos artistas. Descubres un mundo inabarcable, bello, extraordinario, maravilloso, aunque también están los problemas. Tus amigos y tú decidisteis no perderse nada en vuestra adolescencia. Pili e Isaías vieron con buenos ojos vuestra relación de novios. Cuando se disolvió el grupo de música con otros amigos, Ana, Pili, Isaías y tú decidisteis crear un club de lectura para leer a escritores clásicos y contemporáneos, como también leer las Sagradas Escrituras. John Dos Passos, Hemingway, Proust, F. Scott Fitzgerald, Tolstoi, Dostoievski… Pío Baroja, Valle Inclán, Cela, Delibes… Dominique Lapierre, Roberto Bolaño, Paulo Coelho, Paul Auster… Reverte y Prada, entre otros contemporáneos.

 

          En una tarde de fin de semana, en la casa de la abuela de Ana, sacasteis a relucir la historia de la Rosa Blanca de los disidentes alemanes. Leías la Biblia con respeto y fervor. Os ofrecíais como ambrosia para Dios, como una dulce oblación para Dios, deseáis que su mano rija con proeza todo el orbe. Deseáis abrazaros con lo empíreo. Leísteis sobre el Dracma perdido, la oveja perdida y el hijo pródigo. Después del momento de regocijo tras la lectura opinasteis: Dios es amor, dijo Ana, Dios es bondad, dijo Pili, Dios es misericordia, dijo Isaías. Al finalizar os paseasteis por la huerta. Como dice Piñeiro el paseo es un lujo.

 

5

 

          Añoráis tu familia y tú el Postiguet y sus bares de sardinas fritas. Las paradas con tu padre en un bar junto a la lonja del pescado de Santa Pola. La playa de la Mata, donde inmortalizáis en una foto la playa y tus tres hermanos y tú. En la niñez solo existe la felicidad. Aunque ahora la vida te sonreía con el amor de Ana. Ella está en la playa de los locos de Torrevieja y es la puesta de sol, esto es poesía dice Cesare Pavese.

 

          Llamaste por teléfono a Ana, ¡felicidades!, le dijiste, ¿por qué eso?, te preguntó, porque es el día internacional de la mujer, gracias, te echo de menos, te dijo, ya queda menos para estar a solas los dos, le dijiste, te quiero te dijo Ana, y yo a ti, le dijiste. Y os despedisteis.

 

Los enamoramientos áureos, por la amada mirífica, la amada es siempre ínclita y ubérrima. Con el amor domeñamos todo, con el amor arrostramos todo. Te gusta tanto amar como ser amado, y sabes que el mundo lo mueve el amor, a pesar de todo. Pili Poveda diría que también importa la amistad. Roldan, Poveda, Carrero y tú creéis en el amor verdadero y la amistad verdadera.

 

Fuisteis a Guardamar del Segura, Ana, Pili, Isaías y tú, os dirigisteis al Ayuntamiento para pedir permiso y poder acampar en la pinada. Después de contemplar el crepúsculo cayó la noche, cenasteis y hablabais entre tragos de alcohol. Rememoraste Guardamar cuando viajabais con tus padres, tu abuela materna y tus hermanos. Miguel Ángel Blanco y su familia veraneaban en Guardamar del Segura. Estás enamorado de las dunas, la playa y la pinada. Hablabais de libros, películas, música y teatro. De la Biblia hablabais cuando estabais en casa de la abuela de Ana únicamente. Al poder tener las sagradas escrituras en las manos y leíais. ¡Qué bien vives!, te dijo Isaías, no, te equivocas sobrevivo, le dijiste. Al irse a dormir teníais dos tiendas de campaña: en una estabais Ana y tú, en la otra Pili e Isaías. El cielo estaba estrellado, la lívida luz de la luna, en derredor sólo estaban los pinos y la arena. Ana te dijo que estaría bien dormir a la orilla de la playa, buena idea, le dijiste. Te encantaba verla con el bañador, te imaginabas sus partes íntimas, te bastaba así, la deseabas, pero la respetabas. Antes de dormir Ana y tú os disteis unos besos, la abrazaste, estoy bien contigo, te dijo Ana, me haces feliz, le dijiste. Y pasasteis el fin de semana. La playa de Guardamar del Segura es abierta, salvaje. Te encanta el agua, eres más de playa que de piscina. Hacía calor ese verano y mucha humedad.

 

 

6

 

          Os reunisteis en casa de la abuela de Ana en la huerta, que está preñada de coliflores, alcachofas, coles, patatas, naranjos, limoneros… Eran reuniones hilarantes. Leísteis la Biblia y hablasteis del pecado. Todos somos sospechosos, dijo Ana, todos somos culpables, dijo Pili, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, dijo Isaías. Estáis de acuerdo que Cristo es el Salvador, y Él quita el pecado, es más, nos perdona. Vino al mundo para salvarlo, no para condenarlo. Pasó un largo tiempo y leíste en voz alta: “El hombre merece el castigo, de no haber conservado la paz”, de Ch. Baudelaire. Los que nos gobiernan tienen poder para la paz o, todo lo contrario, dijo Isaías. También al hombre según en qué circunstancias le hacen perder su paz, dijo Pili. Estamos con los dos, dijisteis Ana y tú.

 

          En tu adolescencia tenías trabajo, tenías parné y podías irte de farra con tus amigos. Te gustaba la discoteca Momentos, de sólo una planta baja y terraza, también te gustaba la discoteca Patro´s, tenía dos naves; una de ellas, con planta baja, y la otra; con planta baja y planta arriba, también había terraza, en ella escuchabas a U2, The Cure…Te gustaba beber ponche. Eres de los míos, te gusta el ponche, te dijo Ana. A tu salud, le dijiste. Tienes un recuerdo lejano, de tragos de alcohol y escuchar rock en El Molino de San Bartolomé. A veces te gustaba perderte solo por Alicante y por Murcia.

 

         

 

Amanecía con un color anaranjado pintando el cielo con sus nubes coloreadas. Henchido y sumido te sentías ese fin de semana porque quedaste con Ana a solas. Quedasteis en vuestro bar favorito que tiene una gran ventana que da a la calle. Hablabais tomando el café. Te dijo que iba a leer Crimen y Castigo de Dostoievsk. Tú le dijiste que también lo ibas a leer e ibais a reflexionar sobre el libro. Te dijo que había leído muchos libros de Eduardo Mendoza, de Carlos Ruiz Zafón… Tú le dijiste que habías leído a Eduardo Mendoza, su novela La Ciudad de los prodigios. Y que comprarías La sombra del Viento de Carlos Ruiz Zafón. Os abrazasteis y os besasteis con mucho ímpetu. Nunca me abandones, te dijo. Nunca, le dijiste tú.  

 

         

*

 

Sólo viviste un año de dictadura en España. Eres hijo de la Transición y la Democracia. No te gustó la ley de amnistía de Adolfo Suarez. Te enteraste con el tiempo. Con tus amigos nunca has hablado de política. A España la veías moderna, aunque todo estaba empezando. Pero disfrutaste del tren, del autobús… Orihuela se ganó con manifestaciones el Hospital de San Bartolomé. Había trabajo, aunque también paro. A tus padres nunca les faltó el trabajo. Con Felipe González se inauguró la autovía Alicante - Murcia. Se notó el gobierno de Aznar, se trabajaba mucho y había dinero. Las ciudades empezaron a tener mejores accesos por carretera. Se construyeron más glorietas. Madrid tiene construcciones para las Olimpiadas… Con Zapatero llegó la crisis. Y con Rajoy enderezando el problema. La política a veces es silencio para el ciudadano. El silencio es áspero, dice José Luis Zerón. Ya con más edad, a tus veinte años hablabas del enemigo con los amigos. ¿No tienes miedo?, te preguntó Isaías. No, le dijiste. No tenías temor hacia esos personajes que utilizaban la violencia políticamente.

 

 

7

 

 

Ibais de camino a casa de la abuela de Ana en la huerta. El cielo estaba nublado, había mucha niebla y caminabais por la penumbra. Tenía Ana la Biblia en sus manos rosadas y de seda; que diría Rubén Darío. Hablasteis de la resurrección. Todos iremos al cielo, dijo Ana. Pero el que no crea será condenado, dijo Isaías. Un Dios que es amor, que es bueno no creo que castigue, dijo Pili. Mi tía Pilar que es monja toda la vida dice lo mismo que dice Ana, dijiste. Después de un largo silencio, entonces, dijiste una cita de Dostoievski: No te avergüences de tu éxtasis, estímalo, pues es un don de Dios, un gran don, que no se concede a muchos, sino a los elegidos. Un pecador puede llegar a ser un santo. Tenemos el ejemplo de San Pablo, dijo Ana.

 

 

 

 

8

 

Traición. Sí, eso descubriste al leer sobre santa Juana de Arco, los Cátaros y los Templarios. Culpables con pensamientos nebulosos. Lo hablaste con Ana, tan bella a tus ojos, simpática, dulce e ingenua. Nos espían a todos, le dijiste. Se quedó perpleja, ¿a todos?, preguntó ella. Sí, sí, nos espían a todos. La mirabas y escuchabas con ternura, te apetecía hacerle el amor, y a la vez no querías, aunque con el intelecto sentías placer. Sabías que si copulabas con ella sería algo bello y delicado. ¿Te dejaría cicatriz?, ¿vivirías desamor debido a ella?, te preguntabas. Lo mejor que te puede ocurrir en la vida es que una mujer te quiera, siendo hombre y heterosexual. Si eres homosexual disfrutar del amor de tu pareja. Quieres beber en la boca de Ana, y encontrar la libertad, su verdad y su amor. No solo un beso, sino mil, quieres de ella. Sempiterna ganas de amarle. La vida es una mentira sin amor. Digan, lo que digan, lo que mueve el mundo es el amor. La deseas. Sufres. Roldan no es una mujer fría ni calculadora. Te da paz y tranquilidad, no te juzga, tenéis mucha confianza. Atrás quedaron mujeres con almas muladares y viciosas de coprolalia. Otras mujeres dulces y delicadas no pudiste cortejar, las consiguieron otros hombres. Ella te llena, te ayuda en tus miedos, te reconforta. No comprendes muy bien, pero te da felicidad, no sabes su secreto.

  

   

 

9

 

Eres sedicente para la gente agresiva, violenta, con malas intenciones; en definitiva, la mala gente. Sus amenazas, la perdida de intimidad y su manipulación que te crean llegan al paroxismo. Atacar los derechos fundamentales y libertades, es de ser irresponsables. A parte de ser hipócritas y fariseos. No te cansas de decir que el mal lo provoca el hombre y no Dios. Pueden llegar a decirte que sufres el castigo de Dios, y esto no es verdad. Ante un ataque y la persecución, la mejor arma es el amor, sin perder el ímpetu, para consolarse de la pena por la decepción y hay cabida para el perdón. Escrito está en la historia, hombres y mujeres que sufrieron el nazismo, llegaron a sufrir también el comunismo. Hombres y mujeres que sufrieron el franquismo, llegaron a sufrir también al enemigo.

 

 

 

10

 

Cuántas risas quedaron atrás. Un acendrado pasado que revives con nostalgia. Piensas en Ana. El amor es un misterio. Hay palabras que son caricias. Eres el alba y el crepúsculo, eres viento, lluvia, aire, nube…, eres el canto del pájaro. Eres amor. Ella no es tibia, ni mucho menos, es agua torrencial, te ofrece frenesí, te complace. Los enamorados son los mayores y mejores insumisos.

 

Cuando te dicen que te quieren, Dios también te lo está diciendo, cuando te dicen que no te quieren, Dios siempre te dirá que te quiere.

 

 

11

 

-¿Todo va bien?, preguntó Ana.

-Bien, aunque con problemas, pero bien.

-Tenía ganas de verte.

-He pensado mucho en ti.

-Has pasado por mucho.

-Todos sufrimos.

-No quiero perderte.

-Yo tampoco.

-Mi vida tiene sentido contigo.

-No podría vivir sin ti.

 

Ana se siente segura contigo, te quiere, sabe que la amas de verdad. Lo que sintió y pensó al cruzarse vuestras miradas no lo puede explicar. Le gusta la mirada de la gente, recuerda miradas de hombres y le gusta revivirlas. Sabe de la alegría y el tormento por el amor. Tú eres su Orfeo y ella es tu Eurídice. Os habéis prometido el mar, el amor, tú y ella. Tú, Venus tus ojos, mirada de oro. Tú eres el último anochecer, eres el eminente día.

 

 

 

 12

 

Estabais en la casa de la huerta de Ana, ella, Pili, Isaías y tú. Leíais las Sagradas Escrituras. La cita estaba amenizada con música de rock, bluses, y jazz. Todo verdadero cristiano debe de ser como el publicano del Evangelio, dijo Ana. A todos os dio vergüenza. Aunque te paraste a reflexionar, te decías que santos han pecado, que sacerdotes y monjas pecan, has oído decir a un obispo que ha pecado, hasta el papa Francisco ha pecado. Entonces comprendes mejor el mensaje, no estás solo, es la verdad y encuentras en ello el amor. Amor de ser perdonado, ya no existe el pecado, existe el amor. La apostasía puede darse por no reconocer el pecado, dijo Isaías. El ominoso pecado es olvidado por Dios, dijo Pili. El universo tiene las puertas abiertas, dijo Ana.

 

Mircea Cartarescu comenzó a leer la Biblia a sus treinta años, este es el peligro del comunismo, dijo Ana. Todos os quedasteis estupefactos.

 

No creéis en la diosa teoría de la evolución, ni en el dios big bang, vosotros sois creacionistas. Si la vida no existiera un dios debería crearla.

 

Somos luz y sal, dijo Ana. Hay que iluminar a toda persona, al mundo entero y ofrecerle amor, dijo Pili. Creo que en algún periodo de nuestras vidas nuestra luz no ha iluminado mucho y la sal se ha vuelto sosa, dijo Isaías. Y tú reflexionaste que, al pasar por un momento de oscuridad, ella, te da más fe.

 

“Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo cabello”, leyó del Evangelio Ana. El universo no miente, dijo Pili. En el mundo reina la mentira, dijo Isaías. Tú reflexionaste, recuerdas algunas mentiras piadosas que dijiste, ¿lo aceptará Dios?, a ti, también te han mentido, es difícil, quizá la perfección tan deseada por Cristo se puede cumplir en una edad adulta.

 

“Amad a vuestros enemigos”, leyó del Evangelio Ana. Todos coincidisteis que era difícil. Hay que responder con amor, dijo Pili. Hay que perdonar, dijo Isaías. Tú recordaste a los religiosos asesinados en la guerra civil que murieron perdonando.

 

“Estaréis tristes mientras el mundo estará alegre”, dijo Ana. “Si no perdonáis los pecados del prójimo vuestro Padre no os perdonará”, dijo Pili. La tristeza es la puerta pequeña, el camino angosto, dijo Isaías. Tú reflexionaste. Llevas años con una realidad triste, tú no estás ni eres triste, estás cansado y agobiado, sólo te queda Cristo, no tienes miedo, a Él lo torturaron hasta la muerte, es de ser necio decir no al sufrimiento de la vida, la otra será eterna ventura para los enamorados.

 

     

13

  

Transcurrieron los años. Te despiertas temprano, exactamente a las seis de la madrugada, estás deseando salir a la calle, andar un poco y tomarte tu café, es una rutina, si sólo andas y no te tomas el café no es lo mismo, otras veces has subido a tu casa sin tomar el café, y entonces vuelves a bajar a la calle y te tomas el café, objetivo conseguido. Ves cariño en los camareros y camareras, no te permites ni por asomo ser mal educado con ellos. Son muy laboriosos. Has recibido cariño a partir de tus relaciones en la infancia, en la adolescencia y en la madurez. Con las personas que has conocido y tratado te han abierto su mundo de par en par, te has sentido abrumado, por esa confianza llena de amor que te ha ofrecido felicidad. 

 

 

 

Era de noche. Estabais los dos a solas, embriagados por tanto alcohol. Casi delirabais.

 

La cruel realidad acechaba a la infancia, quería apresar a la adolescencia, quería hacer tinieblas a toda esta blancura, la cordura luchaba contra la locura, como lo hace el bien y el mal, lo extraordinario, lo maravilloso no se dejó atar, la mente no se dejó atar, camina, con heridas; pero, camina libre, alza el vuelo, allá donde los sueños son realidad, le dijiste a Ana.

 

Todo aquel que puede estar solo en su casa enfrentándose a sí mismo, que reconoce su falta y se arrepiente de verdad, que no quiere hacer el mal, ni por equivocación, está salvando al mundo, dijo Ana.

 

Me asomo por la ventana, y me digo: ya es de día en América. Son las tres de la tarde, aquí, en España. Y me acuerdo de ti, te dijo Ana.

 

La poesía es el artefacto perfecto, le dijiste.

 

No hicieron caso a los espías que avisaron del ataque a Pearl Harbor y el ataque del 11S. Por cierto, ambos son un cisne negro, eso dicen, te dijo Ana.

 

La existencia del dinero en nuestras vidas es producto del desamor, le dijiste.

 

 ¿Por qué una guerra en Siria y, entonces, no se democratizan los países árabes? Nadie habla de democratización después de la supuesta primavera árabe. En fin, dijo Ana. 

 

Hicisteis el amor con ganas, agresivamente, con violencia.

Os fuisteis a dormir, despuntaba el alba.

 

 

 

El mundo es un recreo, una batalla de grandes. El amor gana todas las batallas, es un kamikaze, un centinela, el mundo no puede existir sin él. Nuestro destino es el amor. Dios es amor, toda la creación es amor; las estrellas son amor, los planetas son amor, los agujeros negros son amor, la naturaleza es amor; la flora y la fauna es amor. El hombre y la mujer son amor. Hay incontables hombres y mujeres locos de amor, no hacen ruido, cuando hablas con ellos te das cuenta. Hay que tener amor a tu patria, su bandera, su himno, te decías. No entiendes a esas personas que no quieren a su tierra, las conspiraciones políticas, los ciegos nacionalistas y por qué no se acaba con el adoctrinamiento.

 

 

 

 14

 

Os encantan los escritores y las escritoras fallecidos, le tenéis respeto, son misteriosos para vosotros, la obra queda en la vida, aquí en la tierra; pero, parece que se comunican desde el universo, desde el más allá. Parece que resucitan en cada lectura.

 

Isaías y tú no sois machistas, no lo comprendéis, siempre habéis admirado a las mujeres, además las consideráis más listas. Valoráis sus escritos tal cual, sin considerarlas segundonas, son autobiográficas, como lo sois vosotros, aunque, también hay espacio para la imaginación. Pili y Ana son vuestras musas, y vosotros sois hados para ellas. Una mujer puede ser un genio, te dijiste.

 

Recuerdas que empezaste a escribir canciones, tenías mucho respeto a la poesía, al cabo de unos años lo conseguiste, y al tener más experiencia llegaste a ser narrador. Pili, Isaías y Ana comenzaron con la literatura. Isaías era hermético, cerrado, oscuro, en sus primeros versos. Pili y Ana no eran tan directas y transparentes, tenían riqueza léxica, tú, en tus primeros versos eras llano, aunque profundo.

 

Leías a poetas clásicos como contemporáneos, anglosajones, rumanos, latinos, africanos…, así como los autores de la generación Empireuma. Ana y Pili recitaban dulcemente, Isaías no le gustaba recitar. A ti si te gustaba recitar, lo hiciste en varias cafeterías de tu ciudad. Llegaste a enriquecerte con muchas palabras, pero, no quieres quedar como un pedante. Alguna palabra por aquí, otra por allá. Le daba fuerza al poema. ¿De dónde llega ese poema a la mente? Es un misterio. Escribir es difícil, a veces va todo rodado y otras es doloroso. Te gusta el sufrimiento y el dolor por escribir. Por ejemplo, cuando escribes un poema, le das vueltas unos minutos, olvidas algo, luego lo recuerdas, y te llega como un relámpago un buen verso. Es algo mágico.

 

 

 

15

 

          Tienes unos amigos, sí, unos amigos, no sabes si son imaginarios, bueno, al principio parecían imaginarios, pero más tarde se te manifestaron; eran incorpóreos. Has llegado a pensar que son seres celestes, aunque lo dudas. Son unos amigos pillos, pícaros, vamos españoles, como tú. Te avisaron que podría invadir tu casa algún delincuente. Bueno, ¿allanarían una madrugada tu morada? No sabes. Algunos no respetan la privacidad y la intimidad que son derechos fundamentales que nos da la Constitución del 78. Hay un cuento de Quim Monzó interesante al respecto, descúbranlo. Es un secreto que vives y que tienes que guardar silencio. Quizás te lo lleves a la tumba. Todos estamos desnudos ante ciertas personas. Aunque parezca mentira puede existir una relación de amor. Se lo comentaste únicamente a Ana y te comprendió, es más, te dio las gracias.

 

   

 

16

 

Has vivido una vida de aventuras, todos hemos vivido una epopeya, de niño entrabas en las casas de la huerta con un amigo del colegio, te dio una llave maestra para abrir candados, entrabais en las ruinas del Teatro Circo; hoy llamado Atanasio Die… en tu adolescencia has hecho autostop, has recorrido la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia. Has bebido mucho, aunque siempre consciente. Te reflejas en Fernando Pessoa. Ahora llevas una vida rutinaria, monótona, pero, ningún día es igual, cada día es diferente, te gusta pensar, aunque buscas sentirte mejor, lees, escuchas música, ves cine, escribes; es el sentido de tu vida. Leer y escribir es tu pasión. Esta pasión la compartes con Pili, Ana e Isaías. Cuánta farra, mientras había parné, con Isaías recuerdas. Ana y Pili eran frugales con el alcohol. Isaías no controlaba cuando estaba ebrio.

 

 

 

17

 

El enemigo ha llegado a asesinar, herir, secuestrar, amenazar, extorsionar. Ha creado un mundo de terror, de odio. Ha tenido y tiene partido político. Ciudadanos tuvieron que marcharse de su tierra. La verdad, el relato está en las hemerotecas de los periódicos. Persiguieron y asesinaron a personas relevantes y con cargos de responsabilidad. Muchos de ellos vivían con escolta. Miraban los bajos de sus coches en busca de una bomba lapa. La amenaza del enemigo fue fuerte. Pero el Estado respondió. Aunque, ¿qué hubiera ocurrido si hubieran perseguido, amenazado y atentado contra ciudadanos? El famoso socializar el dolor. Ciudadanos hubieran recibido el zarpazo del enemigo. Hubieran sido objetivos fáciles. De todos modos, ciudadanos de pie han sido asesinados. Hasta ha llegado a matar a niños y niñas. El pueblo español dijo ¡basta!, y el Estado también dijo ¡basta!. Aunque haya habido muertes ha triunfado el Amor. Este tema solo los has hablado con Isaías.

 

 

 

18

 

          Estás leyendo pensamiento: María Zambrano, José Ortega y Gasset, Javier Gomá, Fernando Savater, Slavoj Zizek (aunque sea ateo), también, Martin Heidegger, Hannah Arendt y oros filósofos clásicos. Dice Tomás Abraham que el pensamiento no tiene género. Te llama la atención Zambrano diciendo que el escritor es un filósofo y la filosofía es poesía. Te gusta mucho el pensamiento. La poesía también te gusta, como con unos pocos versos se puede decir todo. Isaías no lee novela. Sin embargo, escribe ensayo. Ana, Pili y tú si habéis leído novela. A Ana le encanta la novela romántica. Ahora te importa más leer diarios. Nunca has tenido miedo a la libertad, has leído a Erich Fromm. Has disfrutado con Henry David Thoreau leyendo La Desobediencia Civil, aunque no estás del todo de acuerdo, como por ejemplo lo que escribe sobre Dios. Aunque es muy generoso con Cristo. Henry es un hombre libre. Antes tu mente estaba llena de ideas, filosofabas mucho, sin ser un académico, claro. No quieres perder el amor por las letras. Recuerdas que, tomándote dos cañas, o un vaso de vino tinto, tu pensamiento fluía como un fulgor.

 

  

 

 

 

 

 

 

19

 

Pili Poveda era lista y muy práctica. Llegó a invertir en bolsa, ganó dinero y perdió poco. Una vez, cuando estaba en curso la peseta, por una inversión de doscientas mil pesetas hubiera ganado dos millones de pesetas. Al reparar en ello, recuerdas cuando tu padre falleció y tú seguiste comprando sus décimos de lotería a los que estaba abonado, ocurrió lo inimaginable, el día de su cumpleaños te tocaron diez millones de pesetas, tu padre llevaba muerto unos meses. Llegaron a decir que era dinero santo. Has seguido comprando lotería y te sientes culpable, no quieres ser rico, relees la Biblia y te acuerdas de los pobres de Cristo. Sí te gustaría tener dinero, el suficiente, para ayudar a más personas. Ser solidario es una obligación moral, te dices.

 

Isaías Carrasco es el que menos cree, el que menos fe tiene, es crítico, apolítico y desconfía de los periodistas. Ana y Pili no seguían las noticias, vivían en su propia realidad. Tú leías y escuchabas a muchos periodistas. Te enterabas de todo, ahora solo quieres oír música. Isaías no estudió mucho, si lo hubiera hecho hubiera llegado lejos, de todas maneras, es un manitas, sabe de ordenadores, toca el piano, es técnico de sonido en un estudio… Es el resultado de ser curioso. Ahora tiene una hija y quiere darle lo mejor. Como si fuerais Dionisio o Baco, habéis ahogado vuestras penas.

 

 

Actúa como si tus actos fueran realizados en la eternidad, todo hecho es eterno, haz de lo complicado lo simple, se vigilante, estate en vela, procura no errar, te dices.

 

 

 

20

 

En un anochecer anaranjado reflexionabas. No se puede evitar que alguien abra la caja de Pandora. A veces piensas que la vida no es el mito de Sísifo. Te aferras a la esperanza. Dios da la alegría y nadie te la puede quitar. Hay ateos que rezan, sin embargo, hay creyentes que son malos. Muchos de los primeros cristianos eran de clase baja. A los judíos los llamaron hebreos por primera vez en Egipto. Te sientas en la fila de atrás en la misa por si viene alguien más importante que tú. Los perseguidos son los mejores guerreros de Dios. Un misionero no es narcisista, como has oído hablar. ¿Quién no desea la eternidad, la otra vida que será eminente? Te seduce la flor de almendro en primavera. Has llegado a escribir en un hotel frente al mar. Añoras la máquina de escribir. ¿Un Dios bueno permitiría el infierno? ¿Tendrá razón Origines? Dios no es vengativo ni rencoroso. El mejor amor es el de la infancia, te dices. No existe un único amor verdadero en la vida, te dices. En la libertad existe el sufrimiento, es inevitable. En la vida no existe solo el fuerte y el débil, no, hay una gama de grises y un arco iris. Piensas en la educación; la educación en el instituto es clave. La mujer son tus esposas, te dijo un amigo poeta. Reflexionas sobre los problemas actuales de la huerta y el campo y no lo entiendes. A las personas sensibles, las llaman cobardes, piensas.

 

 

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¿Qué es un cantante para ti?, te preguntas. El cantante quiere llegar a toda la humanidad, a todo hombre y mujer, mezclándose con las diversas culturas, despojarse de lo mundano y vestirse de espiritualidad. Quiere alegrarte la pena y haciéndola olvidar, quiere divinizar tu alegría. Sólo quiere una cosa: que seamos sentimiento. El cantante quiere una conciencia enamorada. Quiere hacerte un mundo perfecto con la música y su voz.

 

 

 

¿Qué es un poeta para ti?, te preguntas. El poeta es un nómada, rehúsa ser sedentario, es vegetariano, por amor a los animales. Canta a la vida y a la muerte. Le gusta la vida y la muerte. Es amigo de los pequeños, de los últimos. El poeta es un enamorado de la belleza, está en contra del aborto y de la eutanasia. Le gusta la buena música, el buen cine, el teatro… Leer y escribir es viajar. Eres poeta cuando estás inspirado, como diría Platón, aunque si la poesía no es conocimiento, se requiere conocer bien el lenguaje para poder crear un poema. El poeta es hijo de la luz.  ¿Por qué crear poesía? En tu caso, fue primero la canción. Viviste al máximo todo lo que pudiste, te llenaste de vida. Después de crear canciones, diste el salto a la creación de la poesía. Primero fue la vida, después la literatura. Ahora las palabras son para ti muy importantes, existe lo que se nombra. La poesía aflora de tu fuero interno, la piensas, la meditas, la escribes y la corriges. No es fácil. Tienes que atraer la inspiración en la contemplación y la meditación. La poesía es un fulgor que lo provoca el relámpago del sentimiento. El poeta es una persona enamorada. Los poetas quieren cambiar el mundo a mejor. Quieres llenar el mundo de poesía y amor.

 

 

 

 

Te observas, estos últimos años. Quizás sólo sea un fallo químico, falta de serotonina, o dopamina, o tener alterado el sistema nervioso. Has reflexionado y meditado mucho y no sabes por qué se cuela en tu pensamiento tus pecados y andas algo triste. Antes te sentías más cerca de Dios, estabas más unido al Universo, pensabas en el más allá, y ahora parece que se ha roto algo dentro de ti y llegas a pensar que el más allá te quiere castigar. De todas formas, sabes que el Amor te acogería con los brazos abiertos.

 

 

¿Héroes de la calle?, te preguntas. De niño te acechaba el peligro, lo sabias, no le dabas importancia, no eras tan calculador como de adulto, bueno, aunque no tanto. Casi te raptan junto con un amigo, echasteis a correr y os liberasteis. De adolescente llevabas un machete escondido en la ropa. Has sobrevivido a las peleas callejeras, has ganado la batalla a las drogas, has sido buen bebedor, y ahora no quieres beber ni gota alguna. Sabes que en la calle hay verdaderos criminales. Muchos somos héroes callejeros, te dices.

 

 

Era un amanecer carmesí y grana. Reflexionabas en soledad. Te das cuenta cuando eres maduro de la falta de amor. Parece que las amistades huyeran para no coincidir en las callas de la vida. Por la falta de amor has sobrevivido a una guerra, has transcurrido por un infierno. Tu alma está más viva que nunca. Te abandonas a la noche, en la noche nos encontramos a nosotros mismos. En la oscuridad lees y escribes con quietud. La lectura es el más sublime de los esfuerzos. Leer es importante, también escuchar; sobre todo, escuchar a una persona. Has llegado a beber alcohol cuando escribías y has hecho literatura, algo hondo y bello. Ahora no bebes y sigues escribiendo. Te preguntas sobre el aborto y la eutanasia. Algunas mujeres hacen el amor y se vuelven homicidas. Tristemente son enamoradas homicidas. ¿La eutanasia es un derecho?, te preguntas. Vaya, vaya, con las cosas de la vida. La vida es una tragedia y a pesar de todo seguimos cantando. Hablado de cantar, lo que te gusta en otros cantantes lo hubieras hecho tú. Lo que te gusta de otros, lo harías tú. Hablando de hacer, deseas fervorosamente ir a la biblioteca con Ana, Pili e Isaías. Has vivido años tormentosos. El hombre acecha, escribe Miguel Hernández. El hombre inerme. La paz social la crea los niños y los ancianos. La vida entre gente civilizada es divinizada. Escuchaste su voz; era la voz de la felicidad, reflexionas sobre Ana. Has discutido algunas veces con Ana. Si hombres y mujeres no se comprenden, ¿cómo un gobierno se va a entender?, dejó escrito Charles Bukowski. Te gusta el amanecer y el anochecer, cuando despunta el día y cuando declina, no te gusta las horas centrales, prefieres la noche. Llueve, suena Bunbury, te reconcilias contigo mismo en la nostalgia. Piensas en el amor. El amor cabalga con lanza en ristre.  

 

 

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En un año histórico, un año de amor, descubriste por tu cuenta que el enemigo venía por ti. Lo pasaste realmente mal, tenías miedo, estabas temeroso. No sé por qué lo llegaste a olvidar. Salías de casa y volvías a ella como Pedro por su casa. Hasta que llegó un aviso de un gran amigo; porque los grandes amigos te dicen la verdad. Te lo recordó. El enemigo quiere eliminarte del mapa. Te dejaste las discotecas, los pubs, las cafeterías… la noche. Has recorrido las calles sin miedo, unos años; pero, otros sí tenías miedo y la ansiedad quería quitarte el control. Nunca has estado tan pendiente de la radio. Un gran medio literario. No sabes cómo vas a acabar, nadie lo sabe. Quieres morir en tu propia cama. Rezas y pides ayuda al Amor.

 

 

 

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Ana Roldan es la que más ha publicado poesía, ella, junto con Pili Poveda e Isaías Carrasco no han tenido problemas para publicar. En cambio, tú, has publicado poco. Fue un sueño realizado para ti publicar tus primeros poemas en revistas literarias. Habéis conocido más el mundo literario, habéis participado en festivales de poesía. Has observado que por muchos premios que te den no significa de que llegue el éxito. Te da igual el éxito, quieres llegar a la inmensa minoría para entablar conversación con las almas. Crees que, en el cielo, en el paraíso existirán todos los libros del mundo y habrás puesto tu granito de arena. Todo lo que escribís os sale de las entrañas, lo hacéis por amor.

 

Toda persona desea el bien, prosperar, tener éxito. Tenemos derecho a ello. Con los vaivenes de la vida estás bien o mal. No quieres lo malo en tu vida. Sin embargo, no caes en la cuenta de lo que tanto sufrió el Amor, y le pides al Amor que te libre del mal. Claro que el Amor te librará, pero medita en su Pasión. No debes ser egoísta, quieres lo bueno, sí, y a lo mejor serás muy dichoso, pero no debes olvidar a los últimos y pequeños y ayudarles.

 

Nada más que te despiertas te fumas un cigarrillo. Escuchas música de la radio que tienes toda la noche encendida. Cuando llega la hora de las noticias cambial el dial. Desayunas cereales, a veces de chocolate. La anterior noche has estado con Ana, Pili e Isaías, queréis viajar por el mundo y trabajar o ser emprendedores. Recuerdas todo lo que has vivido en un minuto de tus cuarenta y seis años. Te has parado a pensar en tu rutina diaria. No en leer, escribir, escuchar música y ver películas… Hay un enemigo invisible en la calle que te atenaza. Necesitas parar, darte unos días sabáticos, para luego seguir con más fuerza y no cejar en el empeño. Tus amigos te animan, no quieres que se vuelvan temerosos, tampoco tu familia. Te animas y te dices que el amor, y el otro gran Amor, puede vencer a ese enemigo invisible.

 

 

El alma máter del grupo es sin duda Ana. El gran rapsoda, tiene bellas y hondas declamaciones de amor. Por las noches se une al universo y a las estrellas con la lectura y surgen rayos y relámpagos, iluminando la noche y su imaginación se vuelve portentosa. Aprendes de ella, como Pili e Isaías. Es una gran líder a seguir. Ana tiene un halo de mística, es una persona enamorada. Transmite paz, tranquilidad, quietud y armonía. A veces te preguntas si es cierto y real esta mirífica mujer milagrosa. Ella dice: soy humilde, soy una más. Pero sin duda, vosotros veis como destaca en el plano espiritual. Y todo esto os llena de amor.

 

 

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En la madrugada, cuando te diriges de tu habitación a la cocina, puedes contemplar la luna iluminada al asomarte al patio de luces. Eso te da paz. En la noche reflexionas. Escribes con tu pensamiento. Las mujeres dan cariño con su mirada aun siendo desconocidas. Todavía recuerdas la primera mirada de Ana Roldán. En la niñez y en la adolescencia no se es feliz al cien por cien. Ana, Pili, Isaías y tú tuvisteis suerte en esos años. Olvida el pasado, la vida continua, te dijiste entre los vaivenes de la vida. No ignoras al Amor. Antes no lo tenías tan claro, pero ahora sí, somos palabras, nos encaminamos al Verbo. La vida es como la bolsa; sube y baja. Ana, Pili e Isaías te dicen que no te lo tomes todo tan a pecho, deja hueco para el humor. Ante las atrocidades de la historia y las malas noticias te preguntas: ¿peca Dios por no evitar el mal en el mundo? Aunque los buenos marineros se forjan con la tormenta y con el mar embravecido, te dices. Cuando somos jóvenes compramos felicidad, ya sea alcohol y drogas (te acuerdas de las madres coraje de Galicia). En una edad adulta estás más curtido. Por culpa de mis problemas no existo; no es mi culpa. ¿Quieres mi corazón de algodón y seda?, le preguntas a Ana cada vez que la ves. A veces te sientes como un judío perseguido. La historia de amor con Ana te salva. Has aprendido una cosa: cuando encuentras un momento de felicidad, piensas en la eternidad. En los malos momentos te preguntas: ¿se cumple la voluntad de Dios aquí en la tierra? Hay gente que no sabe vivir y ni deja vivir. Prefiero que me digan tonto siendo bueno, a que me digan listo siendo malo. No crees en el ataque a la familia. Un matrimonio homosexual no es un ataque a la familia tradicional, ahora con los nuevos derechos, hay nuevas familias. Siempre pensaste que no te podías comprar una casa. Una casa costaría poco más de 3000 euros como hace cincuenta años valía 500.000 pesetas. Eres crítico con la Iglesia, los bancos y los políticos. ¿Es que no quieren cambiar el mundo a mejor? Ser; mucho, tener; lo necesario, hacer; hacer mucho bien, es tu lema.

 

 

 

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No separas el sexo del amor, nunca, quieres complacer a toda mujer, nunca has mentido a una mujer. No necesitas hacer el amor con una mujer para enamorarte de ella. Pensabas esto acordándote de Pili, porque le gustabas a ella, no le podías corresponder, pero le tenías mucho cariño y la admirabas como poeta. 

 

Las noticias dicen que ha muerto un poeta, la tierra pierde, el cielo gana, guardan un lugar en la Arcadia. El poeta enaltece a personajes de la historia con poemas elegiacos. Homenajea a quien ha sufrido el injusto olvido. Canta a lo trágico y lo feliz de la vida. Su alma de enamorado ansía al Amor. Entre tormento y alivio el poeta se ofrece al mundo. Hablabas de esto con Isaías, que se tomaba muy en serio la poesía y respetaba mucho la palabra poeta y lo que significa. Aunque Ana, Pili, Isaías y tú tenéis almas de poeta, sois personas enamoradas. A Ana y a Pili les gusta la poesía feminista y admiran a Adrienne Rich. Todas las personas que no son poetas, tienen un poeta en su fuero interior. Para ellos y para ti fue primero la vida, después la literatura.

 

Te viene a la memoria un verano muy especial, disfrutabais de la playa. Tú recitabas poemas de Marinero en Tierra, Ana leía el Cancionero y Romancero de Ausencias, Pili recitaba Poeta en Nueva York e Isaías leía La voz a ti debida. Bebisteis y comisteis en la arena, os bañasteis en el anhelado mar. En la noche hicisteis una hoguera, recitabais de memoria poemas, cantabais canciones y os bañasteis desnudos en el mar, oscuro y misterioso. Estabais embriagados, os sentisteis unidos y más cercanos al Amor.

 

 

Recuerdas un miércoles de ceniza, en concreto, eras pequeño, adolescente, te sentiste bien, algo sobrenatural te daba paz y tranquilidad, lo mismo sientes cuando sales de la santa misa o la ves en la tele o la escuchas en la radio. A lo que te dijo Ana: “Eso es algo muy especial, te llena de amor, te invade el Espíritu del Amor”.

 

En tu adolescencia te obligabas a acudir a la santa misa y más tarde te dirigías a la discoteca adonde esperaban tus amigos. Escuchabas al mágico Roy Orbison sin saber que era él. Tiene una voz que hipnotiza y su música te envuelve suavemente hacia lo espiritual. No te cansas de escucharlo, cada vez que lo escuchas, es como la primera vez.

 

Escuchas por la mañana temprano una música muy agradable y mágica. Es el canto de un ruiseñor; crees que te dice que salgas de casa y vayas a la naturaleza; a la huerta, el campo, la sierra, la playa… Irás en busca del mar para encontrarte a ti mismo. Los otros no te conocen como tú.

 

 

“Todos somos más que nuestros pecados”, dijiste. “El pecado te acerca más a Dios”, dijo Ana

“No eres nadie”, te llegaron a decir, te quedaste pensativo, no te cabreaste, ni quisiste hacerle daño, intuiste que obedece a una persona que no se quiere. “Estamos rodeados de mal”, dijo Isaías.

 

Falta de humanidad, falta de amor, falta de espiritualidad, en nuestros días, Aleksander Solzhenitsyn, ya denunció las injusticias del Este y también del Oeste, la perdida de lo espiritual, aunque quien ha sufrido la violencia, su espiritualidad se vuelve más profunda. Bien lo dijo en su discurso en la universidad de Harvard. Cómo no estar en contra del sibarita, el gourmet, el acomodado en su poltrona, mientras hay niños y niñas que se mueren de hambre.

 

“Haz por tratar bien a cualquier persona. No sabes por la tribulación que está pasando”, dijiste. “Nuestro sufrimiento es más psicológico que en los países menos ricos, una injusticia que se debería erradicar”, dijo Ana. “Nadie es insignificante, todos somos importantes”, dijo Isaías. “Quien ha sobrevivido al terror, lo puede todo”, añadió Pili. “Tener necesidad te inspira para lograr tus sueños. Pasar necesidad hace que te esfuerces más”, pensaste. Te vino a la imaginación el lugar más conflictivo de nuestra tierra. Sólo un pueblo fue elegido por Dios. Quizás Israel fue un pueblo elegido por ser muy religioso. “Los judíos que sufren el antisemitismo. El maldito e injusto sufrimiento”, reflexionaste. Te vino a la memoria el sufrimiento por el estigma. ¿El estigma? Antes el neurótico, el enfermo mental, lo internaban en un manicomio frío y lúgubre. Al homosexual lo encarcelaban. Según palabras de Panero, un interno estaba siempre atado, no tenía libertad de movimientos, sólo cuando le visitaba su madre, entonces, le soltaban. Hay falta de amor en los manicomios, clínicas, psiquiátricos y unidades de salud mental. Has tenido noticias de lo que han sufrido personas aquejadas de la patología mental: no guardarles respeto, mofarse, subestimarlos… Hoy es mejor que ayer, aunque hay que sensibilizar… El loco quijotesco está más cerca del Amor.

 

 

 

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Terriblemente bello, terroríficamente mágico, el tiempo proceloso que te ha tocado vivir, te imaginas acabar tus días en “una tumba junto al mar”. La vida es una tragedia donde tienes que escribir el final.

 

El último reducto de libertad, ahora, está en tu mente, en tu pensamiento íntimo, como le ocurrió a Cristo con la corona de espinas que le colocaron los arrogantes romanos. Tu pensamiento, tu sentimiento, tus palabras y tus hechos se aproximan a una inteligencia superior. 

 

Tu alma desnuda e indefensa expuesta a la mirada ambigua de muchos ojos, observada, vigilada… Allá en las frondas y la maleza tu alma se sentía feliz, ahora la han desplazado a los suburbios, a la periferia de la tristeza. Tu alma después del último anochecer, descansará en el amor del eminente día.

 

“¿Quieres estar cerca de Dios, notar esa inteligencia superior?”, pues embriágate, dijo Isaías.

“El alcohol es una ayuda”, dijiste.

“Me siento mal, últimamente, y por ello pienso mal, desde que no bebo ni me drogo”, dijo Pili.

“Casi todos hemos bebido, nos hemos drogado, sin caer en las garras de la adicción. No veo mal buscar la felicidad con estas sustancias; además, nosotros bebemos y nos drogamos como si fuéramos un Chamán. Soy más espiritual bajo los efectos del alcohol. Tómate algo Pili, sin depender de ello”, dijo Ana.

 

Con el robo de arte se gana más dinero ilegal que con la prostitución, las armas y las drogas; aunque pensando en las drogas, el que quiere drogarse lo hace, hay consumo, sobre todo en los jóvenes que lo hacen para tener felicidad. Otros parecen ser que se drogan porque está prohibido. Debería permitirse unas dosis, creo yo, porque quien vende droga tiene quien le compre. Sin embargo, ya tenemos conciencia del problema del alcohol que genera. Con las drogas sería peor. Los países se enriquecen con el dinero ilegal aportándolo al PIB. 

 

 

Con tu conciencia alterada o no piensas anhelando que te hubiera encantado vivir lo que vivieron la Generación Beat, la Belle Époque de París y La Escuela de Nueva York. Aunque te inspiran como a Ana, Pili e Isaías. Admiráis, cómo no, la literatura española, que habla de nuestra alma mediterránea, el bravo español, el pícaro… y la hermandad con Latinoamérica. No olvidáis a los escritores rusos.

 

 

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De piedras blancas, llena de luz, diáfana, como un palacio, bella, cómoda y misteriosa por los libros que contiene es la Biblioteca Pública del Estado Fernando Loazes. Tiene un Archivo importante. Está erigida en la Plaza Ramón Sijé. Es la primera Biblioteca Nacional creada en España en 1547. Has leído y estudiado en ella. La has visitado por placer, como también tus amigos. El piso es de madera y cruje tras los pasos. Tiene poco espacio para llenarla más de libros.

 

Hablaste con Ana en la biblioteca. La mirabas y la escuchabas con atención. Te fijaste en sus ojos azabaches, su bella faz, su melena negra ondulada. Sufres el don y la maldición del amor. Tragicomedia vital. Quieres exorcizar la desventura.  A veces la nota ausente, lejana, y cuando menos te lo esperas la tienes junto a ti. Os profesáis un amor donde tiene lugar la pena. No quieres perderla por nada del mundo. No quieres que en vuestra historia de amor llegue la desesperanza. Ella es la esperanza a tus sueños.

 

 

¿Me dejarías por otra mujer?, preguntó Ana

No, replicaste.

¿Te irías de putas?

No, solo quiero amarte a ti. Quiero decirte que sólo tú eres mi amada.

No somos hedonistas.

Hemos padecido por mucho.

Ya. En el momento de dolor estás tú, y cuando no, pienso en ti.

Yo también. Cuando sufro me acuerdo de ti.

Pili e Isaías han sufrido también. Aunque han tenido más suerte.

Todos sufrimos. 

¿Tienes miedo a la enfermedad?

No.

¿Tienes miedo a la muerte?

No.

Yo pienso igual que tú.

Tengo un lema: Fe, bondad y arrojo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Has conocido gente creyente, personas ateas y otras que piensan que debe existir algo después de la muerte o alguien desde el punto de vista de la creación que fue un creador. Incluso te han llegado a decir que el Universo es pensamiento, una inteligencia superior. No has sido católico practicante, mejor, no has caído en la tentación de ser un “beato”, ahora sí, quieres celebrar todas las importantes fechas del cristianismo catolicismo. Admiras a las personas que tienen fe. Has tratado con gente atea que resultaron ser muy buenas personas. Libertad, igualdad y fraternidad, estas tres palabras las quieren hacer realidad toda persona de bien, cualquier sacerdote de pueblo (para ti el papa Francisco es un cura de pueblo), y hasta un ateo enamorado, sin derramamiento de sangre. Oras no sólo por ti, con una oración cristiana, con un azalá, con una Telifá, leído un Sutra…  

 

Meditas sobre el Amor. Pasó el sumo suplicio, se aprecia dese el lejano horizonte el camino solitario del nazareno. Suenan trompetas. El ejército del bien y el ejército del mal, el ejército de la verdad y el ejército de la mentira, convergen en el mismo lugar, en la Nueva Jerusalén, los cuatro jinetes llevan muchos años entre nosotros, ¡¿cuántas madres y sus niños han sido vestidos por el sol?!..., a la prostituta no le debe faltar cariño, ni a nadie, aguardan los 144.000 de todos los tiempos…, Babilonia cayó hace tiempo... el dragón quedó preso en la cárcel de hielo, llegarán el ladrón y el novio por la noche con sigilo, la llamada a la puerta, las lámparas de aceite y la noche, acuérdate, no lo olvides, el final será un buen final. “Los cielos prometidos son un regalo”, te dijo en una ocasión Ana.

 

Tu padre, no es tu padre; tu madre, no es tu madre. El Amor es tu padre. Ellos son tus hermanos. No has tenido ningún maestro ni ídolo aquí en lo terrenal. Prefieres orientarte por la voz del más allá que como un rayo llega a la conciencia.

 

 

 

 

 

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Sueñas con tener un hueco en la literatura, aportar tu granito de arena, sabes que eres un enano ante el gigante de la literatura. Isaías siempre dice: “me sobra con que me recuerden por tres de mis poemas.” Todos bromeáis por si alcanzáis o no el Nobel. Somos lo que hemos vivido, lo que hemos leído, películas que hemos visto, la música que hemos escuchado… Somos cultura. Recuerdas a tu abuela paterna que escuchaba mucho la radio y leía muchos libros. Tus abuelas murieron en sus respectivas casas. La muerte de un familiar o un amigo es ambivalente, sufres la pérdida, aunque sabes que la muerte no es el final y que se llega a un buen lugar que es inimaginablemente bueno y bello. Aunque aquí en lo terrenal tenemos que luchar contra las tribulaciones. Caminas por el nadir de la tristeza y llegado un momento, sin darte cuenta, caminas por el cenit junto a las estrellas. Sales a pasear pensando en el enemigo, simplemente pasear puede ser una amenaza. Quieres caminar viendo el amanecer, tú que no haces daño a nadie y presientes que el enemigo no ceja en su intento. Unos pocos se dedican a zaherir, haciendo mucho ruido. La gran mayoría hace el bien en silencio.

 

“Dios está no sólo en el último y pequeño, en el niño y en el anciano, está en toda persona que se deje enamorar por su amor”, dijo Ana.

“Dios busca el corazón frío, lleno de odio, duro… de un criminal, quiere su arrepentimiento”, dijo Isaías.

“Algunos delincuentes no tienen culpa, bien por proceder de una familia desestructurada, el haber caído en las drogas…”, dijo Pili.

“La violencia no tiene género, maltrata o mata, tanto el hombre como la mujer, aunque asesina más el hombre”, dijiste.

 

 

Hace más falta dejarse llevar por el corazón y restar raciocinio, más poesía y música y menos política. Sobre todo, para sobrellevar el descuido y recortes en la sanidad pública. Se te encoje el corazón con lo acontecido en las residencias de mayores. La vacuna contra la pandemia tiene que llegar también a los últimos y pequeños. Es una triste realidad que no llegue la democracia a los países árabes, incluso después de la Primavera Árabe. Ana estuvo de viaje en Túnez. Todavía se sufre la guerra en Siria diez años después (2021), que da vergüenza. La mujer ha sufrido el machismo, la violencia, la indiferencia, las agresiones sexuales… también los niños y las niñas las han sufrido. A día de hoy la mujer lucha por sus derechos. Hay que domeñar la tragedia. Hay que arrostrar la injusticia. Todo esto reflexionabas por querer y tener el anhelo de un mundo mejor y más justo. Esta lucha por los derechos es ir en contra de lo absurdo, es ir en contra y considerar que la vida no es el mito de Sísifo. Tus amigos coinciden contigo. Lucháis con la palabra. El poeta lucha como Teseo en el laberinto de Minotauro.

  

Quien lucha con la palabra: Voces que se hacen amigas, informan no de todo, antes menos era, compañía en la sala de estar repleta de personas, servicio asistencial, una pena, una alegría, quien lucha con la palabra razona y hace razonar un océano de pensamiento, ofrece paz, verdad y libertad anhelando un universo de sentimiento, mensaje cifrado enamorado logos amado por amor revelado avisa del peligro, da la Buena Nueva cada San Francisco de Sales lo celebramos, quien lucha con la palabra solidariamente denuncia al opresor, deseando paz, verdad y libertad, dando de beber y comer al inocente.

 

 

A Ana la ves estoica, resiliente, como una mujer fuerte de las de antes, de las mujeres de la posguerra. Su poesía es combativa, impacta la sensibilidad, tiene cénit. Una vez te dijo: “Quiero ser jornalero de mi arte, obrero del verso, peón aprendiz de los clásicos, maestro albañil, ladrillo a ladrillo, poeta obrero, verso a verso, alfarero del verso. Construir el edificio de mi obra, mis poemas, mi poesía, mi pensamiento, mi sentimiento, todo mi yo, compartir contigo, encontrándonos en el habla del interior, dentro del universo del conocimiento, acróstico en lo oscuro y transparente, andamios de la belleza de la palabra, peregrino de mi sueño, creyente del dogma de mis versos, quiero ser tu amante, compartir mis versos con tus besos, mis besos con tus versos, como musa enamorada, cómplice del amor, de la amistad. Soy aprendiz de poeta, soldado del sentimiento, detective de la razón, soy poeta, quiero que me hagáis poeta, quiero hablar al mundo con la universal metáfora, lengua y habla de todos los movimientos, quiero tener como empleo: poeta. ¿Envejecido, muerto, famoso, maestro del verso? Maestro albañil dejando legado la construcción a las gentes venideras, dejar mi huella en la tierra y en los cielos.”

 

 

 

 

 

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Un buen amigo te dijo que tenías alma de poeta, y tú escribiste este poema: No sé quién soy: tengo que ser mi mejor amigo. No sé qué hago aquí: tengo que realizar mi misión. Sosegada tranquilidad alterada por el sufrimiento en el vaivén de la realidad, demasiado mal para tan corta vida. Te tengo que decir: me ha gustado tu gesto, como si estás equivocado y te condeno. Hoy déjame descansar, quiero estar solo, no quiero escuchar, no quiero palabras ni miradas despectivas. Quiero descansar, dejándome arrastrar por la melodía de la música rompiendo la quietud de la noche, es libre el alma, se libera y lo explico en versos por encontrar tus besos. En silencio escucho mi voz, viajando más allá, elevando mi espíritu en la inmensidad del universo del pensamiento. Quiero descansar, morir en la oscuridad. Mañana llama a mi puerta cuando me despierte la destellante y calurosa luz del día para escribir otra hoja más en el libro de la historia de la vida. Pero hoy déjame descansar.

 

Recitasteis en la terraza de la Alcaicería, estaba concurrida. Vino una chica y te dijo que eras un poeta llano. Asentiste. Aunque pensaste que no conoce toda tu poesía. Otra mujer te dijo que le gustaba mucho tu poesía y que debería ser de esa manera, con mucho cénit. A todo esto, se presentó un hombre marginal, estaba borracho y drogado y con voz alta dijo: “Vais a ir todos a la cárcel.” Y de pronto se marchó del lugar y ya no lo visteis. A lo que añadió Isaías: “Te espero en el exilio o en una celda.” Ana y Pili se rieron a carcajadas y se pidieron una copa más. Después de la velada, antes de dormirte, recordabas tus momentos felices y esa noche también lo fue.

 

 

Reflexionabas una mañana llena de luz, con mucho sol, y un whisky entre tus manos. Hojas muertas, hojas marchitas, otoño en tu corazón. Te decías, recordando sus amaneceres y sus crepúsculos. Somos recuerdo y palabra. Lo que hay de negativo en ello te ayuda a no caer más. Has tenido talentos, negociaste y ganaste, aunque también has perdido un talento por inconsciencia, sin querer. Sin embargo, todo esto es para una vida entera. Pensando en el amor, no sabes si estarás toda la vida junto a Ana. Aunque el amor dura para siempre y llega hasta el más allá. Queda en lo terrenal el rescoldo de un amor finito. ¿Cuándo te enamoras, será debido al azar?. ¿Será, tal vez, presentimiento, premonición un amor?. ¿Un amor predestinado? El misterio del amor tan arcano como la vida misma. El primer amor que nunca se olvida. En el enigma de la vida has vivido la herida por el desamor. Pero siempre está por llegar la primavera. La vida es repetición. Es también una ocasión para revertir lo equivocado, acompañados por un Amor que no condena y ama. Tu vida se conecta desde el aquí terrenal con el más allá sin percibirlo. La vida feliz que recordamos de la infancia y la adolescencia, parece que se equivoca con la vida herida de nuestra madurez, aunque más grande será la recompensa. Oh, el poeta canta a la vida y al amor en su vuelo enjaulado, viviendo su paradoja.

 

 

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Pili Poveda no tenía novio, pudo tener una aventura, pero, no fue correspondida. No sé si los hombres la conocían, pues, era muy buena persona. Pensaba que ya llegaría el amor, es más, se decía a sí misma que cuanto menos pensara en una pareja antes viviría el amor. Isaías Carrasco tampoco tenía una relación amorosa. Aunque recuerda lo que le ocurrió de niño. Estaba en casa de un amigo suyo, festejando el cumpleaños de la hermana de su amigo con otra chica. Al rato de estar juntos la conversación subió de tono, hablaban eróticamente, se contaban chistes verdes. Y la amiga le dijo Isaías: “me estás poniendo cachonda”, le dijo. “Ven a la habitación conmigo”, le soltó la chavala, que por cierto era muy bella, y le sacaba unos años más. Entraron en la habitación su amigo, la chica e Isaías. “Ven, acércate a mí”, le dijo con cariño a Isaías. Él se asustó un poco, tenía unos doce años, y le dijo: “¿no me querrás morder?”, le preguntó. A todo esto, llegó a la casa el hermano mayor de su amigo y de su hermana. Cuando se decidió a besar a la chavala, ésta comentó que se tenía que ir. El hermano mayor lo estropeó todo. Aunque Isaías le gusta recordar lo sucedido de vez de en cuando. Pasaron años y alguna vez que otra Isaías ha visto a esta chica ya hecha toda una mujer, pero, nunca hablarían y, por supuesto no rematarían aquel encuentro inocente donde surgió el furor sexual que permanece en ebullición a tempranas edades. 

 

Pili Poveda e Isaías Carrasco decidieron viajar por el mundo, vendiendo sus escritos en su blog para viajes. Prometieron que le escribirían y le enviarían fotos a Ana Roldán y a ti también.

 

 

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No te importa de que estés loco, o casi loco, vives, amas, vives la locura, te lleva a situaciones de alegría. No te importa ser temerario; es bueno arriesgarse. Vives y entregas todo tu ser. Has reído y llorado de alegría con tus amigos, has estado hasta el amanecer en la calle, has viajado para disfrutar del mar. La brisa fresca dándote en la cara. En primavera visitas la huerta y el campo. Ese olor a azahar, jazmín, polen. Has ido a toda velocidad con la moto o con el automóvil. Te has perdido por la montaña y has saboreado la libertad completa. Todo esto lo has hecho con tus amigos. Has sido libre solo o con tus amigos. No te resignas al querer y no poder. Aunque eres humilde. La humildad aleja al demonio. Aprendiste la virtud de los griegos. Y es verdad que tenemos nuestra parte de divinidad.

 

Has encontrado mucha paz con la poesía. Relees este poema de vez de en cuando: Los versos de un poema son el alma de la melodía de una canción. Cuando mi estado anímico es un tanto peculiar escribo. Suelo estar solo, o con la compañía de ángeles blancos y ángeles negros, o con ángeles con alas o sin ellas, con la compañía invisible de los espíritus o con el mismísimo Dios. Creo, transformo; muerto, vivo, resucitado. Leo mi poema, lo canto, leéis o escucháis mis versos, entonces mi alma solitaria se une con vuestra compañía, acompañada el alma es el universo habitado.

 

Para intentar ser feliz recurres a las buenas y perfectas canciones que te acompañan toda la vida o relees tus mejores poemas.

 

Te llega como un rayo pensamientos a tu intelecto, relámpagos de palabras como musas e intentas ordenarlas, te encuentras en trance y no puedes dejar de escribir. Tardas en escribir lo que dura la inspiración. No lo puedes evitar la invasión de palabras en tu mente, en ese momento eres otro. Después te pones a corregir.

 

 

 

33

 

 

Os encontrasteis a solas en el hotel, estabais muy enamorados ambos, os abrazasteis y besasteis, Ana suspiró. Hablasteis un poco desnudos los dos en la cama. Ella tan diabólicamente bella, sus pechos preciosos y duros, sus nalgas prietas, una magra desnudez y su cuerpo nervudo.

 

- Quiero decirte, amor…

-¿Me amas?, preguntó Ana Roldan.

-Siempre.

 

Lo demás es silencio.

 

 

 

 

 

 

 

Ahora tienes una relación amorosa con Ana, aunque recuerdas aquel amor que se convirtió en enfermera. Fue el amor de tu vida, estabas locamente enamorado de ella, querías conseguirla, sufrías por ello, se lo pediste al Amor, la veías tan lejos de ti. Pasaron meses y una noche sin darte cuenta, en un viaje escolar, estabais solos en la habitación del hotel, te atreviste, le diste los primeros besos en sus labios. Ella te dijo: “Eres un cabrón”. En otra ocasión os disteis un beso prolongado en el ascensor del hotel y te dijo que era el último. No fue así. El amor entre vosotros fue verdad. La querías y la quieres todavía. Pero cuando te pidió salir juntos le dijiste que no. No querías sufrir el desamor. No querías que la tocara nadie. Pasaron años y no la veías, no coincidías con ella. En el día de su boda bailaste con ella, ¿fue coincidencia?, ¿casualidad?, ¿fue Dios? Le deseaste que fuera feliz. Queda un buen recuerdo. Ahora es una enfermera en la primera fila de batalla contra la pandemia del Covid -19.

 

Hubo ocasiones que viste triste a Ana. Atrapado en la nostalgia, acariciaste esa cara melancólica y pálida, de ojos tristes, aunque siempre acababa el encuentro con una sonrisa. Ella y vosotros practicabais en vuestra vida la fe, esperanza y caridad. Esas palabras las consideráis revolucionarias, de una revolución incruenta y llena de amor. Habéis vivido enaltecidos, como también humillados. Tenéis como referente al poeta Miguel Hernández, amigo del vulnerable, de los oprimidos, amigo del pueblo, no le importó escribir poemas religiosos… ¡Y tenía un par de cojones bien puestos! Antes de caer en las garras del poder de la dictadura, su supervivencia y pericia fue la Odisea de Ulises. Pasó hambre y frío. Traicionado por algunos de sus amigos. Trasunto de un Cristo abandonado. Habéis creado el club Amigos de Miguel Hernández y recitáis poesías en los arrabales de la ciudad.    

 

 

 

 

Ana se quedó embarazada. Sabía que nada más producirse la concepción había vida en su útero, pensaba que el embrión era una vida. Se iba a poner gorda bellamente, emitiendo un haz de luz. Llegaría el tiempo de lactancia, emanando leche del color de la lana para su hijo. Tendrían que darle permiso de maternidad a ella y paternidad a ti. Ana pensaba que era algo milagroso, sabía que sucedía en la naturaleza, pero, con su embarazo se creaba un alma de mano de Dios. Encarnaría un cuerpo con todos sus órganos: el corazón, los pulmones, el cerebro, brazos, piernas, tronco… Después del desprendimiento está milagrosamente vuestro hijo en el regazo de Ana. Para vosotros dos era algo mágico.

 

 

Pronto te publicaran en Empireuma.

 

 

Fin.  

 

George Whitman.

  George Whitman Nace naturalmente en lo alto un río llamado Sena que a la ciudad de París decora. El gran Shakespeare fue el inicio...