Noche de San Juan
Tu voz en el desierto
es estruendo por todas la
calles y azoteas.
Enriqueciste a todo el Oriente
mas llegó tu mensaje a
Occidente.
Penitente lleno de arrojo,
tu mente clarividente,
vuelves a tu camino angosto,
más pequeño todavía;
pues has hecho emerger sin
hacer ruido a El Mesías.
Calor para el frío planeta
como gracia,
frutos cosechados por la gran
ventura,
dicha y algarabía,
olvido para lo negativo,
el fuego ilumina la noche y no
hay duda.
En el final de los tiempos
todo será poesía.
Oh, Juan el más grande en los
cielos.