domingo, 21 de julio de 2024

Miguel Hernández no cesa

 

Miguel Hernández no cesa

 

Cuando era niño me preguntaba por tanta obligación debido a tener que acudir al colegio y realizar tantas y tantas tareas de estudio, gimnasia y, cómo no, hacer los deberes por la tarde, para que a la mañana siguiente no me ganara el enfado del profesor. En mi imaginación revoloteaba el porqué de tener solamente media hora de descanso cada día en el conocido recreo donde todos los niños y las niñas éramos libres. Me encantaba vivir las aventuras con mis compañeros de clase considerándolos a todos ellos mis amigos. Pero una pregunta que me hice en mi interior fue desvelada con el paso del tiempo al madurar el fruto de la infancia en la sazón de la adolescencia. ¿Por qué tenía yo que estudiar la vida y obra de unos hombres y mujeres que no conocía? Sí. En concreto me refiero a la literatura. Esa arquitectura de pensamiento y sentimiento edificada en el papel de la vida desde hace mucho tiempo siguiendo todavía la construcción de la obra hasta el final del mundo. Nombres y nombres de hombres y mujeres que tenían vida en los libros aglutinados en las estanterías. Pero hubo un nombre en ese misterioso océano de las palabras que se nombraba mucho en la ciudad de Orihuela. Miguel Hernández.

 

 

 

Al tener inquietud artística en mi adolescencia y haber formado un grupo de música con dos amigos del colegio, esos nombres de hombres y mujeres cobraban más sentido. Tenía que escribir canciones y precisamente fui el escogido por mis amigos para cosechar palabras melódicas para las canciones del grupo de música. Tenía que leer las creaciones de otros creadores para que se enriqueciera más mi labor como letrista. Entonces ese niño, que habita en el corazón, cambió cuando conocí el poema titulado “El niño yuntero”.

 

 

 

Miguel Hernández; una vida y una obra escritas en la historia. Su casa natal, su casa museo. (¿Y ese sentimiento profundo con mezcla alegre y taciturno que todos experimentamos pisando su suelo, vistiendo sus paredes donde estaba vivo Miguel?). Algunos de sus herederos estaban cerca de mí en la ciudad de Orihuela. Sentía algo mágico con todo ello. A pesar de escribir canciones, premiadas con buena crítica de mis amigos y desconocidos, no me atrevía a escribir poemas. Tenía y tengo todavía mucho respeto a la poesía y a la figura del poeta.

 

Entonces fui conociendo más a ese hombre de Orihuela que llegó hasta el alto pináculo de la historia de la literatura Española. Un hombre sensible, imaginativo, romántico y no dudo de su afable corazón. Por poner un ejemplo compartió con los miembros de la generación del 27 esa renovación de la poesía a favor del hombre, como dicen los estudiosos de la obra de Miguel. E influyente para la generación del 50. Leía sus poemas y me decían algo extraño. Con el paso del tiempo esas palabras en el papel cobraban vida en mi pensamiento y sentimiento. Un poeta que murió en la cárcel. ¿Por qué?. Eso no tenía mucho sentido para mí. Ese hombre, poeta y perito cantando romances, encarcelado en ausencia, cantándole a la luna, mientras en la obligada distancia estaba sola su mujer Josefina Manresa. Sus cartas eran vino para Miguel. Descubrí esa vieja denuncia en los años más difíciles de España. Esa denuncia no era: Viento del pueblo. Y no sólo con esa denuncia hicieron daño a Miguel y a todos sus amigos y familiares. Fue doblemente hiriente para Pablo Neruda porque dejaron en vano su ayuda. Descubrí que sufrió mucho. Unos hombres con mala intención le acechaban. La belleza es atenazada por la maldad. Percibiéndose ese luctuoso sentir con el poema Nanas de la cebolla. Pero Miguel era un hombre valiente y no era pesimista. Como dice un verso suyo: Dejadme la esperanza. El sufrimiento que Miguel sintió en su vida, a tan corta edad, fue el desencadenante de una obra fructífera. En todas las disciplinas del arte, cuando la obra tiene éxito, siempre es porque tiene una peculiaridad que salta a la vista de quien la observa pausadamente. Sin duda esa obra es el fruto de una profundidad que ha sentido el creador, en su persona, formándose en su introspección y toda esa energía de sentimiento de belleza lo canaliza expresándolo materialmente nacido del espíritu.         

 

En muchas ocasiones he leído poemas en la casa museo de Miguel Hernández y pienso seguir haciéndolo. En la distancia con el transcurrir de los años me invitaron a leer un poema en homenaje a Miguel, en un viaje a Barcelona, organizado por Amics de la poesía del Casc Antic, en Casal del Metgel, coordinado por Benita Moreno García, el Foro Social de Orihuela como invitado y el Ayuntamiento de Orihuela como colaborador. Resultó ser un acto conmovedor. Me emocioné, disimulando a la vez para que no se notara, cuando comentó la encargada de presentar el acto, la escritora Antonina Rodrigo, que Federico García Lorca llegó a tocar el piano que estaba sobre el escenario ante todos nosotros. Lloró Miguel el fusilamiento sin juicio de Federico García Lorca y lloró también Miguel cuando falleció su gran amigo Ramón Sijé. Las lágrimas de Miguel están recogidas en sus libros. ¿Y su amigo Vicente Aleixandre? Con dolor por la muerte de Miguel le dio vida en forma de poema.

 

Qué curioso, pensé. Viajando yo a Barcelona para homenajear a Miguel Hernández. Entonces me vino a la mente los viajes de Miguel que hizo a Madrid y a Rusia como un soldado de armas y letras, luchando en la batalla para conquistar por aquello que él soñaba en forma de versos. Miguel entendía lo que era una guerra. Pero eso sí, era un soldado de pluma y papel. 

 

Casualidades de la vida y por amor a la belleza del arte humanizado que te ayuda a seguir viviendo. Tuve la gran oportunidad de conocer a una excelente persona y poeta como es José Luis Zerón Huguet. Conociendo asimismo a casi todo el entorno de personas pertenecientes a la revista de creación Empireuma. Esa amistad con escritores de Orihuela y foráneos es el fruto por el amor a la poesía. El amor y la poesía son un binomio. Como dejara escrito Lope de Vega: El amor fue el inventor de los poemas. Y la poesía es sinónimo de amistad. Como bien inmortalizó Miguel a muchos y muchos amigos de España en el poema: Vientos del pueblo me llevan. Hablando de amistad y de poesía destaco la siguiente anécdota. En dos encuentros con el hijo del pintor alcoyano Miguel Abad Miró, conversando amablemente ambos, le comenté con respeto y cariño a la vez, que su padre Miró y Miguel aparecen en todos los libros y artículos de prensa que se conocieron por primera vez en el Reformatorio de Adultos de Alicante. Y él, me dijo tajantemente, con un tono entrañable, que no era cierto, pues años antes se conocieron y mantuvieron una estrecha amistad. Como se sabe se sigue investigando sobre los coetáneos de Miguel.    

 

Escuchando al pensamiento me decía que todo esto era una aventura mágica que ya comenzó cuando era un niño teniendo sobre mis manos un libro lleno de fotos de hombres y mujeres (ahora les conozco más) y lleno de palabras, resultando ser todo esto eterno. Como una canción que nunca terminaría. Llegando a cierta edad para alcanzar la madurez de adulto, encuentro la libertad plasmada en los libros donde la vida es una belleza de un mundo de lectura y escritura. Todo esto es como: “El rayo que no cesa.”

Francisco José Blas Sánchez

 

En Tierra de Nadie de Gabriel Albiac

En tierra de nadie, Gabriel Albiac (La esfera de los libros)

No sé si don Gabriel Albiac será ateo, pues su pensamiento es coherente, lucido, solidario y generoso. No sé si los profesores religiosos le quitaron la fe. Pero es, y se comporta como un héroe cristiano. No sé si le quedará algún atisbo de fe, aunque es una persona muy noble, educada y culta. Sus memorias comienzan con el recuerdo de estudiante en la Complutense en Madrid después de un prólogo. Albiac es Ulises en la odisea de los vaivenes del siglo XX y lo que llevamos del XXI. Es valiente, con arrojo y temple. Nos habla de la injusta dictadura de derechas que fue la de Franco, sin embargo, injusta dictadura de izquierdas también lo hubiera sido. Se enfrenta al enemigo, como diría la Guardia Civil. Habla de la equivocación de los GAL. Narra quién ganó el 11M para él. Comenta sobre las revueltas estudiantiles del 68. Recuerda el joven que fue y lo que vivió soñando despierto quedando en nada. Revoluciones que quedaron en nada, otras, en cambio, desdichadas que siguen vivas hoy. “En tierra de nadie”, progresistas o conservadores. Ni unos ni otros. Cansado de la lucha por el poder y la distancia con los ciudadanos. ¿Por qué se hizo comunista? Él se lo pregunta. Pues debido a la nula información que entonces existía, los ignorados estragos que más tarde vieron la luz y las muertes que produjo el régimen genocida. Cincuenta años se cumplen de la existencia del libro Archipiélago Gulag. Dos citas: “El escritor lee escribiendo”, “uno escribe para los amigos”. Agapito Maestre dijo de Gabriel Albiac: “La escritura. Porque su escritura está imbricada con su filosofía.” Nos habla el intelectual de sus borracheras y consumo de marihuana ante un mundo sin color, venció la adicción y triunfó con algo de pesimismo a este inmundo. Su amada biblioteca es su razón de existir. Gabriel Albiac es un filósofo, por tanto, amante de la sabiduría, ante sus ojos ha comprobado la ignorancia en una vida tan inhumana, ha sido testigo de la perdida de oportunidades, es un revolucionario de la inocencia viviendo y escribiendo, sabe que nos queda la esperanza, luchador de las buenas causas, y a pesar de todo ha merecido la pena sobrevivir a la locura del mundo. Aunque como dice Arthur Schopenhauer de una oración india: “Que todos los seres vivos permanezcan libres de dolor.” Tengo pendiente leer La sinagoga vacía.

Francisco José Blas Sánchez

 

viernes, 12 de julio de 2024

El Reino de los Cielos (Capítulos del 11 al 14)

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“Devorábamos pan con poesía. Nuestro mundo era el dolor, pero también era la belleza. Y todo aquello que es bello e ideal es poesía”, Mircea Cartarescu.   

Estuvo muy bien el recital y el encuentro, todos los que asistieron muy majos, cada uno con su matiz de originalidad. Un gran momento de paz. Gente sencilla que te premia con su generosidad. Ellos son sentimiento puro y no hay frialdad. Es un lugar extraordinario donde compartió sus poemas, pocos sitios así encontró o encontrará. Fue en la Sede de ADIEM de Orihuela. La casa de todos ellos. Lo que duró el recital y la conversación que entablaron se paró el tiempo y se olvidaron de los problemas y el sufrimiento. Le piropearon con que era un artista y un señor. Todos ellos recitaron un poema de Arcano, Alborada, Libertas y fue asombroso. En ellos veía genialidad, peculiaridad y abiertos a una amistad verdadera. Julieta estaba muy contenta y felicitó a Liberto. Fueron de visita a la Casa Museo de Miguel Hernández con dos amigas. Como esponjas adsorbieron su vida y obra. El poeta del dolor, del sufrimiento y de la pena. Escucharon con atención al guía turístico. La casa familiar para la época tenía valor por cómo fue construida. La familia de Miguel no era pobre, sin embargo, eran humildes. Julieta y Liberto se hicieron fotos, algunas de ellas pensaron bien que servirían para la publicación de un nuevo libro. ¡Cuánta magia estaban viviendo! Julieta estaba ilusionada como una niña pequeña. Libero leyó un poema de Miguel y lo escucharon un grupo de turistas. ¡Fue fantástico! Era una calurosa mañana de verano que parecía que estaban sufriendo una tormenta solar.  

 

 

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          “Pero en el fondo el poetizar es una herida siempre abierta donde se desahoga la buena salud del cuerpo”, Cesare Pavese.

El Antiguo Régimen surgió de las ideas de los revolucionarios liberales. Con la destrucción nacía una nueva época. Europa fue decisiva para el cambio: Las revoluciones se produjeron a ambos lados del Atlántico: la americana, la industrial y la francesa. Así hemos llegado a nuestra etapa histórica actual. El pensador inglés John Locke defendió la necesidad de un contrato con gobernadores y gobernados, dijo la pequeña revolucionaria Penélope.  

          Ay, mi pequeña revolucionaria, ríos de sangre y tierra de podredumbre por revoluciones cruentas. Hoy un buen sonido, una palabra bonita, una imagen preciosa puede ser una revolución. Tenemos que revolucionar nuestro interior para cambiar nuestro trozo de mundo, nuestro trozo de universo. Aunque con una revolución incruenta, dijo Liberto.

          Sabes que no quiero derramamiento de sangre. Soy feliz, porque vivo y dejo vivir. No le complico la vida a nadie.

          Así estamos los dos. Así vivimos. He saboreado el lado oscuro. He sufrido mucho.

          Pero, ahora no estás solo, me tienes a mí.

          Y tú a mí. Quiero hacerte feliz. Últimamente me refugio en el rock.

          Apuesten por el rock and roll, dice el cantante.

          Soy feliz con un poema hondo, con una película bella y dramática y la buena música.

          Así la herida duele menos. Es menor el sufrimiento. Tú me das vida.

          Y tú me has robado el alma, dijo Liberto.

 

 

 

 

 

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“…pero escribir no es una profesión, sino una especie de maldición…” Reinaldo Arenas.

José, el escritor, le interesaba la obra poética y narrativa de Liberto, le daba consejos, le animaba a pulir (sobre todo en narrativa) sus textos, sus diálogos… que dejase en un cajón la novela que estaba escribiendo y pasado un tiempo volviera a trabajar con ella. José, el escritor, evocaba sus años de estudiante de Filología inglesa mostrándole cómo lo hacía él. Solía enviarle artículos de interés a Liberto. Este los leía y en más de una ocasión le servía para escribir. En ocasiones se juntaban los amigos literatos en tertulia y hablaban de religión y literatura. José, el escritor, estaba muy interesado en el mundo de los sumerios, los fenicios, los persas… Leía con fruición a autores del sufismo. Todo lo cultura de la ciudad y de España le gustaba, la adoraba. Liberto escuchaba con atención a José, el escritor, y le hacía caso. “Una persona que no escucha a otra es peligrosa”, dice Ken Follett. José, el escritor, admiraba la Fiesta de Moros y Cristianos y la Semana Santa. No le gustaba estar toda la madrugada con el cubata en la mano perdiendo el tiempo. Ambos tenían fervor por la Hermandad del Silencio. ¡Admirable El Cristo del Consuelo! Con mucha fe andaban por las calles de la ciudad en medio de la oscuridad. Escuchaban y hablaban a Dios en el silencio de la noche.

          La más bella injusticia es la vida misma, es madre y madrastra al mismo tiempo. El mal y el sufrimiento que se ahoguen en leteo. ¿Por qué escribo?, se preguntó Liberto. U otros se lo han preguntado. Pues escribe porque está a favor del amor y en contra del mal. Lo primero que escribió de niño fue basándose sobre el peligro que sufrían san José, María y el niño. Se percató del peligro que sufrían huyendo a Egipto y lo mejor que pudo hacer era dedicarles su primer poema canción. Pasó por una primera etapa muy emocional, sentía mucha pasión a la hora de escribir y no corregía fríamente el texto narrativo o el poema. En su segunda etapa escribe y corrige lo que escribe, es apasionado escribiendo y frío como un tempano para pulir el texto narrativo o el poema. Pero camina ahora en esta larga inversión que es escribir por su tercera etapa. Antes de ponerse a escribir lee a otros autores o escribe menos y más despacio, esto es debido después de haber escrito mucho y está deseando leer a otros escritores o filósofos, pues se niega a ser un intruso en el mundo de la gran y fascinaste literatura. ¿Leer a filósofos? Por supuesto. “Pues que ningún filosofo se ha realizado como tal sin ser un gran escritor”, escribió María Zambrano. “Escribir es una enfermedad”, dijo Charles Bukowski. Sus amigos literatos y Liberto soñaban con sus proyectos literarios mientras la vida los llevaba por el camino de la paradoja más cerca o más lejos para materializar sus deseos.

        

 

 

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El poeta José Hierro veía en la actividad poética: "la tarea cicatrizadora / de restañar con palabras nuevas / las heridas antiguas".

         

Penélope en ocasiones lloraba, cuando estaba débil y saturada. Liberto no se podía concentrar con sus lágrimas, pero las prefería, para que ello no fuera un infierno como En Un Mundo Feliz. En cambio, Liberto se cabreaba, estaba de mal humor cuando era esclavo de alguna injusticia. Dios nos ha dado la libertad de la vida. Somos libres. Pero hay cosas que no podemos controlar, nos hacen daño, sufrimos, es una verdadera injusticia. Los dueños del mundo gobiernan a los hijos de la luz. Liberto después de estar confinado en su casa, decidió ir todos los días a la biblioteca dos horas: leía la prensa, el suplemento cultural y libros. Sobre todo, leía mucha poesía. Cuando estaba en la biblioteca le gustaba observar el fondo local: ahí estaban los libros de sus amigos literarios, de otros que no conocía y de él. Sentía alegría y paz, después de perseverar en este inmundo. Unas cuantas veces se ha tropezado en el Templo de la Sabiduría (que es la biblioteca) con otros literatos de la ciudad que conoce menos y amigos. La actividad de leer y escribir le daba equilibrio, le daba paz. También hubo un tiempo que hacía fotos y quería volver a hacerlo. Andar por la huerta como hizo de niño. Su infancia son recuerdos del olor del azahar y los vuelos y los nidos de las aves. Julieta quería llevarle a él y a Penélope a visitas guiadas de la cultura de la ciudad. Para Liberto no existe lugar más hermoso y hondo para vivir y morir. Su ciudad era su baluarte para su alma sensible. La fortificación de su corazón enamorado y sencillo. Sus amigos literatos también lo consideraban así, aunque eran más críticos. Quien se escapaba más de la ciudad para respirar más libertad era Miguel Lapierre. Sin embargo, ¿Quién no quiere a su tierra? Las heridas se olvidan y se lanzan al mar. Y las alegrías se celebran con el brillo de la luna y el tintineo de las estrellas en la reconfortante oscuridad de la noche.


martes, 2 de julio de 2024

El reino de los cielos (primeros capítulos)

El reino de los cielos

«En esto consiste propiamente amar a alguien: querer el bien para él», Santo Tomás.

“La vida de un cristiano no es más que la lucha perpetua contra uno mismo”, Padre Pío.

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Liberto aparte de hacer meditación todos los días intentaba recordar. A Penélope las cosas buenas le agradaban y llevaba la cuenta. Algunas veces le ha aportado verdadera alegría. De él ignoraba que le habían prostituido la mente, el sufrimiento que tenía era psicológico. Se lo guardaba para sí, era su problema personal. Le pedía auxilio a la divinidad. Ha sentido la llamada varias veces en su vida, incluso la ha vivido con éxtasis. Estaba de acuerdo de que se puede sentir un amor más grande. Las personas buenas son puntuales y piensan en el prójimo. Le recordaban a las personas verdaderamente creyentes. Liberto rememoraba sus estudios y lecturas: La ética es la sabiduría de las cosas humanas. Se atrevería a decir que la ética y la moral regulan la responsabilidad de nuestra alma. La ética es el salvoconducto para construir una vida de forma positiva. La ética debe de ser categórica. Prevalecer una moral universal. La razón humana está abierta a entender los misterios revelados. La razón quiere comprender lo sobrenatural de la fe. La razón es la ciencia profana que intenta explicar la ciencia religiosa y sagrada. Cuando estudiaba o leía se solía decir: Escribir requiere seriedad.

Penélope consideraba que una persona si había sufrido mucho se convertía en una persona buena, llena de empatía. Liberto coincidía con ella. Él sin contar con los justos o los virtuosos, sabía que pecadores estaban repletos de amor. El fruto del amor de ambos son sus hijos. Ya de bebés les proporcionaron cariño. Procuraron que la infancia y adolescencia de ellos no les faltara comprensión, dialogo, simpatía, en definitiva, les dieron amor. Existió una bronca entre padres e hijos, fue la única, Penélope y Liberto tuvieron bastante con una sola vez y no querían malestar familiar ni que nadie sufriera. Sus hijos ya tenían bastante con una vida madrasta, un mundo hostil y una sociedad injusta para que sufrieran alguna patología mental. Aún recuerda Liberto cuando Penélope estaba resplandeciente y refulgente al estar embarazada. No quería ni por asomo una imagen lóbrega y lúgubre de su mujer si hubiera decidido abortar. Tener un hijo para Penélope y Liberto era sin duda el milagro del amor.  

2

Liberto a veces piensa: ¿seguiré escribiendo, o tal vez me convierta aún más en un lector voraz? Como decía el gran Borges: "estoy más orgulloso de lo que leo que de lo que escribo." Él dice que vive para escribir y escribe para vivir. Leyendo y escribiendo se vive más. Ahora, al salir menos de casa vive más los libros y escribe más. Penélope leía todo lo que escribía Liberto. Él estaba navegando por internet y encontró el siguiente articulo: El primer manicomio u hospital psiquiátrico del mundo hizo apertura de puertas en Valencia el 1 de junio de 1410. Fue posible gracias al fraile valenciano Joan Gilabert Jofré. El filósofo francés Michel Foucault estudiando la locura denunciaría en sus libros control social y abusos en los hospitales de salud mental. Este tema ponía de los nervios a Liberto. Cuando se sentía mal y quería reponerse escapaba a la costa a ver el mar. La presencia de la mujer realza la belleza de la playa, se dijo. Entonces se acordó de Penélope. Cuántos momentos felices con el mar, el cielo y ella. Pensaba Penélope que en materia de salud mental debía de haber más humanidad y mucho menos estigma. Ambos coincidían. En el día de mañana, en lo eterno, no existirán problemas y viviremos mil o millones de aventuras que no tendrán final. En la eternidad lo bueno no tendrá final. No habrá cabida para el desamor. Millones y millones de soles inocentes iluminarán al amor y millones y millones de lunas le darán cobijo. Millones y millones de estrellas tintinarán iluminando la providencia eterna. Penélope y Liberto, como la gente de buena voluntad, peleaban en esta vida que les hería. Aunque su pensamiento y deseo tenían el punto de mira en la verdadera vida que sería después de la muerte. ¿Qué es sino amor todo el universo (donde habita Dios) y nuestro planeta tierra, astro predilecto por la divinidad que no es abandonado? Habrá un mañana que no compraremos nuestra felicidad con dinero, pues seremos felicidad total y el dinero no existirá. No se comprará amor o sexo con dinero. No existirán amores prohibidos. De ser esclavos en esta tierra terrenal y profana, pasaremos a ser libres en una tierra celeste y sagrada.

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El buen profesor nunca deja de estudiar, así, el buen escritor no deja de leer, para ser un notable escritor nunca se debe dejar de leer. Liberto eligió estudiar lo que mejor resultara para él: Teología y Filosofía. Las virtudes cardinales son la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza. Fueron enunciadas por Platón e influyeron en el pensamiento cristiano. Las virtudes teologales son: fe, esperanza y caridad. ¡Cuánta ignorancia podemos atesorar! Santo Tomás de Aquino comentó mucho a Aristóteles, estaba muy influido por él, aunque si debía dar la razón al cristianismo lo hacía. En nuestro mundo ambiguo existe lo moral, inmoral y lo amoral, así como, lo ético, poco ético y lo nada ético. Liberto últimamente estaba estudiando mucho, sin dejar de leer, para darles una buena educación a sus hijos. Una educación basándose en la ciencia y las humanidades. Penélope también participaba a pesar de los deberes y trabajos del hogar. La familia de Liberto sanaba su alma atormentada. Nada existirá para dañar su alma, nada ni nadie puede o podrá hacerle daño a su alma, su alma intacta viajará al paraíso prometido. Todas las almas creyentes harán su periplo al cielo. Lo mejor que puede hacer el alma de poeta es aportar al prójimo poesía. Pensando en canciones, escucharía canciones que le gustan eternamente. Por ejemplo: Like a Prayer de Madonna. Escuchando las canciones de los ochenta, Liberto, sentía amor por la vida. ¿Y es que no hay nada más importante sino el amor? Liberto pensaba que la teología y la moral te acercan a la verdad más que la filosofía y la ética. Él sufría a un enemigo amoral. Sin embargo, debía cumplir obediencia, y no odiaba a su enemigo. Consideraba Penélope que los abusones y acosadores eran malas personas, en cambio, Julieta pensaba que estas personas tenían problemas y les hacían atentar contra el prójimo. Liberto cree que estudiar teología y filosofía te acerca a la virtud, a realizar buenas obras y así alcanzar la felicidad. Conseguida esta felicidad se hace el bien. O haces el bien para alcanzar la felicidad. Con la teología y la filosofía se lucha contra el nihilismo y el relativismo. Amando a la sabiduría, vives en el amor. Tres escritores enamorados (ha habido más) estuvieron en la cárcel: Miguel de Cervantes, San Juan de la Cruz y Miguel Hernández. Sólo su cuerpo estaba preso, en cambio, su alma volaba con libre albedrío. Únicamente lo material de su ser y su existencia estaba preso, sin embargo, toda su espiritualidad era libre. Plasmaron en papel su amor a la creatividad, su amor al prójimo. El alma enamorada de un escritor lo da todo. No hay barrotes ni cerraduras para cercenar la libertad de la mente de un escritor que sueña despierta y crea su realidad. El escritor enamorado y en apuros se aferra a los virtudes cardinales y teologales. Liberto ha llegado a sentir temor por ciertos escritos realizados coincidiendo con José, el escritor. Aunque con el tiempo se disipa ese temor. Liberto (apologeta de José, el escritor, Mamen Mistral y Miguel Lapierre) junto a ellos sus amigos literatos era de los que luchan con la palabra para defender la verdad. Combaten contra la neolengua. La palabra crea vida, crea mundos nuevos, nombra aquello que olvidamos o ignoramos. Las palabras nos guían en la vida. Para un alma rota o atormentada la palabra es medicina. Bálsamo.

 

4

Llegó el 1 de mayo. Liberto le dijo a Penélope: Pues siento decir que no es la fiesta del trabajo. No. Hay niños que trabajan en determinadas partes del mundo, trabajos precarios, mucho paro juvenil, el paro suele rondar casi siempre los tres millones de personas, gobierne quien gobierne, aquí en España. Permanece inmóvil la brecha salarial entre hombres y mujeres. Investigadores trabajadores se van al extranjero... No es la fiesta del trabajo. La esclavitud persiste.

Ambos descansaban en casa. Era temprano. Un sol de luz rozagante les iluminaba. En la calle se apreciaba una tranquilidad extraordinaria.

Y todos los derechos se consiguen a base de huelgas o si ocurre alguna tragedia, dijo Penélope.

Asintió Liberto.

Penélope se marchó de casa. Tenía sus quehaceres pendientes. Otra vez estaba solo Liberto. No podía soportar la soledad sin ella.

En privado Liberto solía dedicar una novena a Cristo pidiendo el fin de la violencia del enemigo y por los problemas de la humanidad y por los sufrimientos del mundo. Hay gente que vive en una realidad paralela, otras, siendo pocas, sin embargo, viven una realidad distorsionada. Pedía encarecidamente que las fuerzas del bien triunfasen. Penélope no quería que se preocupara en demasía, que no se tomara las cosas a pecho. Aunque sabía perfectamente que el sufrimiento nos hace sabios. Liberto era melómano y la música le ofrecía paz y sufría menos. El arte de la música es el más social; en él hay denuncia, drama, alegría, tristeza, proeza, lucha, esperanza... y todo dicho con delicadeza, sutilmente y de manera extraordinaria. José, el escritor, escuchaba música a poco volumen; sin embargo, Miguel Lapierre y Liberto la escuchaban fuerte cantando y bailando con sus cantantes roqueros favoritos cuando estaban en sus respectivas casas. Cantaban para no llorar, cantaban para sanar. Consideraban la música como una revolución sana y pacífica. A julieta no le gustaba el rock. Reunidos en cenáculo los amigos literatos Mamen Mistral, José el escritor, Miguel Lapierre junto a Liberto reían, pues cuando oían música se enteraba todo el vecindario y sin querer molestaban. Se consideraban poetas malditos, no gustaban a todos los de la ciudad, tenían a sus detractores como también sus aduladores.

 

5

Penélope y Liberto solían hacer atletismo a temprana hora de la mañana a eso de las siete. A partir de la primavera vestía muy bella, con su pantalón corto, dejando ver sus bellos muslos blancos. Sudaderas de color fosforito. Y la gracia de ver moverse la cola de su pelo cuando corría como si diera saltos como una cervatilla linda. Ambos cuidaban su alimentación, aunque sabían que no iban a conseguir el elixir de la juventud, pues bien pensaban que esta vida es pasajera. Sin embargo, había cuatro cosas que no les gustaban en absoluto, para ellos eran sus cuatro jinetes del Apocalipsis. Se informaban de las cosas negativas que producían y las tomaban en cuarentena. ¿Era todo cierto? Existen las enfermedades, sí, también los virus manipulados. Caballero poderoso de por medio. ¿Qué sustancia puede ser legal? ¿Ciertas sustancias serán ilegales toda la vida? Lo prohibido es más que una tentación. O quizás ni siquiera es una tentación. Sino tener ganas de vivir y experimentar. Lo que no soportaban eran los ataques gratuitos a la Iglesia. No querían que desdeñaran a la religión cristiana y católica en su caso. Razones de cultura en España esta es su religión. Respetaban otras culturas y religiones. Sí creían en el cuarto jinete de su Apocalipsis que amenazaba a la fe. Quizás esta coacción ha existido siempre, les dijo en una ocasión Julieta. Estos cuatro jinetes del Apocalipsis querían arrasar y aplastar al reino del amor con la mejor arma: la mentira. Aunque quienes luchan por la verdad y ellos lo hacían, junto a sus amigos literatos, algunos atenazaban con el miedo. Sin embargo, nadie en la tierra, en el cielo o en el abismo, tiene un gran poder para eliminar al Todopoderoso.

Liberto estaba a solas leyendo en casa mientras Penélope dormía. Podía sentir el silencio de la noche. Mientras leía escuchaba la noche. Una noche cerrada. Se sentía tranquilo. Esto era lo que más valoraba al leer a cierto escritor que le gustaba, sentir paz. Se imaginaba a su amigo noctambulo Miguel Lapierre leyendo, escribiendo, dibujando o haciendo fotografías toda la noche. Mamen Mistral y José, el escritor, dormían. Liberto por puro hedonismo leería sólo a los escritores que le gustaran, aunque por su deber moral tenía que leer de todo. La lectura de un libro no es una pérdida de tiempo, ni se pierde dinero, sino que es una inversión, se decían los amigos literatos. Liberto sintió una brisa agradable de primavera y pensó en la divinidad. Como ladrón en la noche vendrá El reino de los cielos, recordó. Pronto amanecería, tenía ganas de hablar con Julieta. Pero resulta que se iba de viaje por el norte de Europa. Liberto aún recuerda cuando se lo comentó, hablando cortésmente, ambos se miraron a los ojos con una mirada cálida. Una de las cosas más extraordinarias y bellas de este mundo es la mirada de una mujer.

  

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Liberto sentía una profunda añoranza, sufría una incontrolable nostalgia por los años felices vividos y extinguidos. Recuerda cuando fue libre en esta vida maltratadora que se había convertido, en un mundo transformado hostilmente. Sin embargo, se comportaba, anhelaba y existía como un niño. Vivía en una cárcel invisible, sobrevivía mas bien en una prisión mental. Liberto pensaba que ya de niños somos esclavos ante la incomprensión de los mayores, el peligro a temprana edad de jóvenes violentos, el sufrimiento por el desamor, la mala suerte o las primeras injusticias Lo efímero de la felicidad, con sus momentos felices fugaces o la falsa felicidad. La divinidad nos regala momentos buenos y memorables. Somos toreros ante la vida, toreamos al miedo. Haciendo cosas con miedo, pero haciéndolas, solía decirle Julieta. El cansancio del paso del tiempo que hacía mella, la lucha contra la locura o contra la muerte. En manos de la tristeza intentamos no sucumbir, anhelando la esperanza. Mientras tanto cogiendo fuerzas con el arrobamiento, dejarse abandonar espiritualmente. Encontrando la alegría en las pequeñas cosas. Sin embargo, Penélope no era tan pesimista y arrojaba luz a Liberto. Ella le daba el cariño que necesitaba un guerreo o soldado exhausto. Haberla conocido le ofreció paz, tranquilidad, armonía y quietud. Sus amigos literatos creaban, escribían, desde el dolor y la alegría como él. El mundo de los libros son sueños, ilusiones, trabajos con el corazón, conocimiento, riqueza de sabiduría, belleza, arte, aventura, retos, amor, fraternidad, satisfacción… y un puñado de euros para llenar la nevera. Las noches eran mágicas: leyendo y escribiendo mientras la ciudad dormía. El alma reposaba en una inusitada calma. Ya llegaría el ruidoso día, sería bienvenido Liberto a la jungla de asfalto para otra batalla casi fratricida.

 

7

Liberto estudió electricidad en FP de la ciudad. La estudió y la trabajó. El primer año fue redondo, lo aprobó todo. Llegó segundo en la prueba de carrera de velocidad de un kilómetro. Se sentía bien. Era amigo de todos los compañeros de clase. Comenzaría a estudiar el segundo curso, tenía sólo quince años. Le gustaba mucho estudiar electricidad. La electricidad es un misterio, un enigma. Si hubieran hecho caso a Nikola Tesla tendríamos electricidad gratuita en todo el mundo. Le tuvo que hacer un favor a un amigo, éste no solía venir a clase, quizás quedaba con alguna amiga especial. Todas las mujeres son bellas, sus almas realzan su belleza. Liberto hacía trabajo doble, para él y su amigo. Llegado el momento hubo que hacer un proyecto de instalación eléctrica que Liberto realizaría dos. Aquí comenzó a sentirse demasiado sensible, era muy susceptible, dormía poco, no sabía lo que le estaba ocurriendo, pidió ayuda hablando con un pedagogo. Pero resultó en vano. La cosa quedó en el aire. Total, que Liberto presentó los dos proyectos eléctricos al profesor. El profesor (era un hombre duro y hosco) se mofó, rompió los dos proyectos en mil pedazos, este hecho fue el detonante para que Liberto dejara de estudiar, abandonó los estudios. Sin embargo, nunca se arrepentirá de haber sido leal a su amigo. De vez de en cuando se ven, su amigo es ahora taxista de la ciudad y lo ve feliz. Al cabo de los años Liberto consiguió terminar los estudios de FP. Aunque con la mala suerte de que no pudo acceder al ciclo superior y de ahí a la universidad por la nefasta ley de educación la LOGSE. Aunque consiguió un título, su padre estaba orgulloso y él había superado un brote psicótico. Luchó contra la locura y contra todo pronóstico quedó incólume. Liberto se sentía el electricista mágico que surcaría el universo, dominando todo el orbe electrificado, realizando proezas con su mente y sus manos, ofreciendo su oblación, sería ambrosia ante un Dios eléctrico y de toda sabiduría escondido en lo ignoto. Esperando la total liberación del eminente día, después del último anochecer de este mundo ambiguo y confuso. Liberto cotizó poco debido a su patología, de electricista fue cuando pagó más impuestos, también le ocurrió como a otras personas laboriosas que realizan su labor sin cotizar por la inexistencia de un contrato, ganó un poco de dinero con su trabajo y la suerte se puso de su parte al ganar un dinero en la lotería. ¿La lotería? “Aún quedan cajas con sorpresa”, canta el cantante. La vida tendría que ser gratis. O que no existiera el dinero. La vida de un millonario es como si viviera gratis. Aunque todo tiene sentido en nuestra libertad. Todo ocurre por algo viviendo nuestra libertad. Dios nos quiere libres, por ello nos permite pecar, lo acepta y lo perdona. Penélope decía que teníamos que ser agradecidos ante la vida pasara lo que pasara. Julieta aconsejaba abandonarse a Cristo y con los ojos de la fe experimentar milagros.

El sufrimiento quiere atraerte a Dios. En lo ordinario, en lo cotidiano suceden milagros. Nunca se apagará el fuego de la fe. Todo es Dios. Todo está en Dios: el pensamiento, el sentimiento, la imaginación, los sueños… La lucha por nuestros sueños es la lucha con la fuerza de la fe, la fuerza de la oración ante un mundo hostil, amenazador y totalitario. Aunque también es bello. Los ancianos derrochan cariño y los niños afloran esperanza. En el interior de un hombre bebedor alberga sufrimiento. A veces la tristeza se puede tocar. La felicidad la puedes hallar en un buen libro, en una música bella, en una película buena, en una buena obra de teatro, en una conversación amena. La felicidad nos encuentra cuando menos nos esperamos. Después de un gran esfuerzo hallamos felicidad. Confieso que he sido libre. El camino de la lectura y la escritura lleva a destinos desconocidos. La música más sublime es la música clásica. Las astas del toro son color de luna. El mayor y excelso arte en la literatura es el poético. A veces se tiene más detalles con el verdugo en vez de con la víctima. Las víctimas son escogidas por la divinidad. Son héroes y mártires desdeñados como los profetas, aunque son ambrosía. ¿Quién son los elegidos de Dios? Diría que son simplemente los últimos y pequeños, reflexionó Liberto. 

8

"...vivísima curiosidad por saber de dónde el poeta, personalidad singularísima, extrae sus temas ... y cómo logra conmovernos con ellos tan intensamente y despertar en nosotros emociones de las que ni siquiera nos juzgábamos acaso capaces" El poeta y la fantasía. Freud.

          Penélope escribió poemas en su infancia y adolescencia, pero lo dejó, en cambio, Liberto escribiría hasta morir, aunque mil diablos lo acorralaran seguiría escribiendo hasta desvanecer ante las puertas del cielo, deseando cruzar el umbral y ser merecedor de la felicidad para siempre, infinita, algo que en la vida terrena en tantas ocasiones se le privó. No era el único. A Liberto le encantaba e intentaba poder comprar la poesía completa de los poetas a quien admiraba. Tenía mucha curiosidad e inquietud, hambre de conocimiento y sed para escrutar las Sagradas Escrituras, sin olvidar la sabiduría de Oriente, compartiéndolo con sus amigos literatos. Julieta leía sus escritos y le animaba. Ella le gustaba leer sobre la alimentación y psicología. Liberto estaba orondo, pero no fofo, Julieta le asesoraba para que comiera sano, Penélope le resultaba indiferente, no hacía mucho caso. Liberto le dejó a Julieta el libro titulado Miradas de Cine de J.P. Casi todos ellos iban al club de lectura de la biblioteca Fernando de Loazes. La primera lectura elegida fue La isla del Tesoro de Robert Louis Stevenson. Alguien dijo que quería una lectura más didáctica, otra persona no quería leer sobre terror. Liberto estaba en otro club de lectura, Enraizados, leyeron el libro: Vivir sin mentiras, Manual para la disidencia cristiana de Rod Dreher. El libro en cuestión advertía de un totalitarismo blando. Aparecen en sus páginas personas del Este de Europa protagonistas del yugo del comunismo. Liberto se encontraba en una etapa mala de su vida, pues se sentía saturado.

          Estoy perdiendo peso al andar mucho y alimentarme sano, dijo Liberto.

          ¿Seguro? Me alegro, dijo Penélope.

          Estoy harto del mal del mundo. Estoy cansado de los problemas.

          Hay cosas que no se pueden cambiar.

          O quizás sí.

          El mundo está amenazado.

Se puede intuir el peligro.

Enamorarse es un peligro. ¿Matarías por mí, por nuestro amor?

          Es un mal menor. No sé lo que sería capaz de hacer por ti. 

          ¿Me vas a dedicar más poemas de amor?

          Escribiré sobre ti hasta en mis últimos estertores.

 

9

“Pero el pensar es un decir poético, y no sólo poesía en el sentido del poema y del canto. El pensar del ser es el modo originario del decir poético”, Martin Heidegger.

En el caso de la eutanasia, el paciente, indefenso, tiene derecho a que su doctor cumpla con el juramento hipocrático. Que mire por su enfermo. Esto sería hacer lo correcto, lo que se debe hacer, como nos dice la ética. Lo moral es mirar por la vida. Si el facultativo tiene que obedecer a una ley injusta por parte de los legisladores, que no respeta la vida, el médico se acogerá a la objeción de conciencia, pues su mala praxis (obligado) para con el enfermo sería una actuación inmoral o amoral. Poco ética o nada ética. Es la amenaza de la incultura de la muerte. Nieve ensangrentada por tantas muertes, ríos de muerte, todo el océano es un cementerio. Toda la tierra es podredumbre. El corazón del hombre intranquilo, el alma que odia, siembra guerras. “Como la condena a muerte de los niños antes de nacer, un tema espinoso y delicado”, dijo en cierta ocasión Julieta. Y la larga sombra de la ignorancia e intolerancia ignara hace sucumbir y asesina cobardemente a los homosexuales como si todos tuviéramos derecho a un plebiscito para controlar quién se acuesta con quién o quién ama a quién.   Amar es poético y sólo importa a los enamorados. El desamor engendra guerras. Aunque en las ruinas y las grietas de una guerra aflora poesía. En los restos del naufragio hallamos poesía. Para sus amigos literatos y Liberto la canción Miss Sarajevo es todo poesía. Todo es poético. Y la canción Sunday Bloody Sunday de U2 es un arma arrojadiza contra el aquelarre de la violencia. La muerte es poética, pues te resucita a la verdadera vida. Nuestra vida atribulada es soñar, desear, anhelar, la realidad es onírica. Nuestra vida triste deviene en ensueño, aunque la fe nos ofrece veracidad.

 

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Liberto estudiando Ética:

La Ética filosófica afronta los problemas morales a los ojos de la reflexión racional. Los temas de la Ética son el deber o la obligación moral, la fundamentación racional de nuestros deberes y la cuestión de la felicidad como plenitud de la humanidad. Para alcanzar la anhelada felicidad hay que tener virtudes, alejarse de los vicios y hacer buenas obras. Según Kant debemos hacer lo que se debe hacer. Es un imperativo categórico y no hipotético. Para identificar la ley moral es a lo a priori. David Ross dice que las creencias morales del hombre corriente es ya saber moral (conocimiento). John Rawls presenta su teoría como una alternativa a la concepción utilitarista de la justicia, que dominaba hasta entonces en la filosofía moral anglosajona: libertad individual e igualdad: igualdad de oportunidades, lucha contra la desigualdad. Rodríguez Duplá dice: “La ética como disciplina filosófica estudia la dimensión moral de la existencia humana, es decir, todo cuanto en nuestra vida está relacionado con el bien y con el mal”

La Ética parte de la moral pues tenemos una vida moral. A la vida moral le acompaña un saber moral. La filosofía moral tiene la función de fundamentar el saber moral, porque tenemos problemas en nuestras decisiones morales. La Ética trata de discernir estos problemas. Tenemos la eterna lucha (y la lucha en nuestro interior) en nuestra vida de ser éticos, poco éticos o nada éticos. O morales, inmorales o amorales.  J. Bentham con su criterio moral de la acción es el principio de la mayor felicidad para todos los afectados. Volviendo a Aristóteles: La deliberación moral tiene que ver con cosas cuya demostración no es posible; es una herramienta intelectual; tomar decisiones correctas en situaciones específicas, con una deliberación que es la decisión; lo que decidimos hacer es aquello que hemos juzgado correcto como resultado de la deliberación; y, por último, convirtiéndose en colectiva y no sólo individual la deliberación moral.

Mamen Mistral animó a Liberto que siguiera con la escritura. Que no lo dejara. José, el escritor, y Miguel Lapierre le dijeron que nunca dejara de escribir. Liberto le desea lo mismo a sus amigos literatos. 

 

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“Devorábamos pan con poesía. Nuestro mundo era el dolor, pero también era la belleza. Y todo aquello que es bello e ideal es poesía”, Mircea Cartarescu.   

         Estuvo muy bien, son todos muy majos, cada uno tiene su matiz en su originalidad. Un gran momento de paz. Gente sencilla que te premia con su generosidad. Ellos son sentimiento puro y no hay frialdad. Es un lugar extraordinario donde compartió sus poemas, pocos sitios así encontró o encontrará...

domingo, 30 de junio de 2024

Anna Ajmátova Marina Tsvetáieva. El canto y la ceniza.

Anna Ajmátova Marina Tsvetáieva.

El canto y la ceniza

Antología poética

Selección y traducción Monika Zgustova y Olvido García Valdés.

Editorial: Galaxia Gutenberg.

Siento un gran respeto por estas dos poetas rusas. Mi debilidad por los escritores y poetas que han sufrido es mucha. Vas leyendo los poemas, los versos, y te recorre un escalofrío. ¡Cuánto amor, cariño y sentido común necesita el mundo! Cuando la vida está rota, cuando te han hecho daño te refugias en la creatividad que aflora en uno mismo, sea cual sea la disciplina elegida, en este caso es la literatura. Se percibe un sufrimiento atroz. ¿Por qué personas sensibles, enamoradas, buenas, empáticas… son perseguidas hasta pagarlo incluso con la muerte? Personas que derrochan Belleza y su canto es triste, que diría Poe de la poesía. Esta antología poética la conozco al recomendarla Agapito Maestre. A continuación unos versos: “oímos sólo el sonido ominoso de las llaves…”, “Nos vigilan estrellas de la muerte…”, “…y es que a los poetas los pecados no les favorecen…” “…en el umbral está… El Destino…”, “…horadan la profundidad del éter…” “…y es amargo el aire del destierro…” “…en medio del solemne y cristalino silencio de las tierras siberianas…” “Para el sueño de la muerte nadie es demasiado viejo…” Y seguiría escribiendo versos y versos de este gran libro, de unas grandes personas y excelsas poetas.  

Francisco José Blas Sánchez

viernes, 28 de junio de 2024

El reino de los cielos (fragmento)

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“Pero el pensar es un decir poético, y no sólo poesía en el sentido del poema y del canto. El pensar del ser es el modo originario del decir poético”, Martin Heidegger.

En el caso de la eutanasia, el paciente, indefenso, tiene derecho a que su doctor cumpla con el juramento hipocrático. Que mire por su enfermo. Esto sería hacer lo correcto, lo que se debe hacer, como nos dice la ética. Lo moral es mirar por la vida. Si el facultativo tiene que obedecer a una ley injusta por parte de los legisladores, que no respeta la vida, el médico se acogerá a la objeción de conciencia, pues su mala praxis (obligado) para con el enfermo sería una actuación inmoral o amoral. Poco ética o nada ética. Es la amenaza la incultura de la muerte. Nieve ensangrentada por tantas muertes, ríos de muerte, todo el océano es un cementerio. Toda la tierra es podredumbre. El corazón del hombre intranquilo, el alma que odia, siembra guerras. “Como la condena a muerte de los niños antes de nacer, un tema espinoso y delicado”, dijo en cierta ocasión Julieta. Y la larga sombra de la ignorancia e intolerancia ignara hace sucumbir y asesina cobardemente a los homosexuales como si todos tuviéramos derecho a un plebiscito para controlar quién se acuesta con quién o quién ama a quién.   Aunque en las ruinas y las grietas de una guerra aflora poesía. En los restos del naufragio hallamos poesía. Para sus amigos literatos y Liberto la canción Miss Sarajevo es todo poesía. Todo es poético. La muerte es poética, pues te resucita a la verdadera vida. Nuestra vida atribulada es soñar, desear, anhelar, la realidad es onírica. Nuestra vida triste deviene en ensueño, aunque la fe nos ofrece veracidad.

domingo, 23 de junio de 2024

La vida como acto poético II

Razón poética es la que origina un saber más hondo que el conocimiento cierto proporcionado por el método racionalista. María Zambrano no pretende regenerar la razón, sino ampliarla a lo más íntimo, a los sentimientos, a los afectos.

Zambrano define su logos como pensamiento en el sentir particular y originario. Pensar es descifrar ese sentir, esa unidad del ser con la vida y de esta con el conocimiento.

“…pero escribir no es una profesión, sino una especie de maldición…” Reinaldo Arenas

“Pues que ningún filosofo se ha realizado como tal sin ser un gran escritor”, María Zambrano.

“La Belleza es el único y legítimo territorio del poema. El tono es el de la tristeza”, Poe.

Miguel Hernández no cesa

  Miguel Hernández no cesa   Cuando era niño me preguntaba por tanta obligación debido a tener que acudir al colegio y realizar tantas...