5 de enero
Echo de menos salir con
libertad. Ir tranquilamente hacía algún lugar. Poder tomarme unas copas en
algún pub o en la discoteca. Estar toda la noche en la calle. Los tiempos
felices pasaron. Reconozco que he vivido. Ahora vivo los libros. Mi libertad
pende de un hilo. Estoy entre la espada y la pared. La espada de Damocles. Si
muero; todo se acaba, si vivo; sigue la condena. Así es de dura la
supervivencia. Me he informado y leído libros sobre la lucha antiterrorista. En
estos momentos me acuerdo de Roberto Saviano. El poder de una víctima inocente
es que siempre es victoriosa.
8 de enero
“¿De dónde salía esa
autocompasión, en cantidad tan desproporcionada? Se mirara como se mirase, llevaba
una vida de lujo. Todos los días disponía de la jornada entera para concebir
una manera aceptable y satisfactoria de vivir, y sin embargo lo único que
parecía sacar de todas sus opciones y toda su libertad era más desdicha. La
autobiógrafa casi se ve obligada a extraer la conclusión de que se compadecía
de sí misma por ser tan libre.” Libertad, de Jonathan Franzen. Novela
tragicómica.
9 de enero
He dejado de escribir la
novela cristiana El último profeta. En su momento seguiré con ella.
Ahora estoy escribiendo Elogio a la libertad.
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