Soledad y compañía. Realidad
utópica.
Aforismos III
En situaciones extraordinarias
convendría tener presente a un fotógrafo.
Llegado el final comienza el
comienzo. Después del crespúsculo viene el amanecer.
La consumación del pecado es
debido a la consecuencia de un exceso de realidad y por no querernos lo
suficiente. En la contrición somos perdonados, nos perdonamos, nos amamos más y
así amamos más a los demás. Y llegado el momento dejas de pecar convirtiéndote
en un virtuoso o un justo.
Al pecar no significa que no
ames a tu prójimo.
Un hombre y una mujer están
condenados a amarse. Ese amor puede ser también incestuoso.
Ama a todo el mundo, pero no
te fíes de nadie, incluso de ti mismo.
¿Qué es un matrimonio? Una
dictadura de amor.
Puedes ser feliz con una buena
canción, con una buena película, con un buen libro… En definitiva, se puede ser
feliz con el arte y la cultura.
No hay nada tan verdadero como
el beso de una prostituta.
La finalidad de aprender a
leer radica en que no nos engañen.
Leemos contra la ignorancia,
aparte del placer.
¿Por qué escribimos? Porque
hemos heredado el gusto por la creación.
En tiempos de tanta
tecnología, únicamente necesito una radio y un libro.
Un verdadero amigo te dice la
verdad, aunque duela.
El poeta enamorado dice la
verdad y nunca muere.
El poeta escribe a bocajarro a
tu corazón.
Los libros en una prisión te
absuelven.
Un buen rey no necesita súbditos
ni ciudadanos, tiene amigos.
A un loco hay que hacerle caso
como si se tratara de un borracho o un niño.
Ante una dama, una señora, lo último
que se desea de ella es el sexo.
Hay gente que no te conoce y
reza por ti, otros que tampoco te conocen te salvan la vida. Son amigos en la
distancia.
No desees nada, no esperes
nada y lo tendrás todo.
No hay que ser avaricioso ni
codicioso. En realidad, necesitamos poco. Nos basta con llenar la nevera.
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