Poeta soñador, idealista,
amante del pueblo. En mi opinión, no tuvo que participar en una guerra fratricida.
Una gran injusticia que vivió la España del siglo pasado. Nunca tuvo que pisar
la cárcel, su único delito fue ser poeta. Cantó a los aceituneros de Jaén, a los
oprimidos… Rugen los versos del “Niño yuntero”, “Nanas de la cebolla”, como un
viento enfurecido, el fulgor de un rayo que no cesa, en este 28 de marzo de 2022.
Miguel Hernández en la memoria
En la soledad te encontraste
materializando sentimientos en
versos
con influjos de luna.
El viento arrastraba tu
aliento
en una España escindida.
No considerabas yerto al amor.
Tu ser epígono
te llevó donde no cesa el sueño.
¿Por qué esa discordia
que acecha al pueblo?
Ausente quieren dejar a la
vida,
ausente quieren dejar al amor,
mientras acompaña la muerte
en el silencio hiriente
de una realidad de desazón.
La huerta quedó huérfana
llora la higuera al sol.
Cayó el grano de trigo a la
tierra
poemas ecuménicos son fruto,
pasando de manos a manos
generación tras generación.
Miguel, yo te imagino
en el más alto pináculo
donde jamás el corazón
endureció.
No hay comentarios:
Publicar un comentario