El reino de los cielos
«En esto consiste propiamente
amar a alguien: querer el bien para él», Santo Tomás.
“La vida de un cristiano no es
más que la lucha perpetua contra uno mismo”, Padre Pío.
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Liberto
aparte de hacer meditación todos los días intentaba recordar. A Penélope las
cosas buenas le agradaban y llevaba la cuenta. Algunas veces le ha aportado
verdadera alegría. De él ignoraba que le habían prostituido la mente, el
sufrimiento que tenía era psicológico. Se lo guardaba para sí, era su problema
personal. Le pedía auxilio a la divinidad. Ha sentido la llamada varias veces
en su vida, incluso la ha vivido con éxtasis. Estaba de acuerdo de que se puede
sentir un amor más grande. Las personas buenas son puntuales y piensan en el
prójimo. Le recordaban a las personas verdaderamente creyentes. Liberto rememoraba
sus estudios y lecturas: La ética es la sabiduría de las cosas humanas. Se
atrevería a decir que la ética y la moral regulan la responsabilidad de nuestra
alma. La ética es el salvoconducto para construir una vida de forma positiva.
La ética debe de ser categórica. Prevalecer una moral universal. La razón
humana está abierta a entender los misterios revelados. La razón quiere
comprender lo sobrenatural de la fe. La razón es la ciencia profana que intenta
explicar la ciencia religiosa y sagrada. Cuando estudiaba o leía se solía decir:
Escribir requiere seriedad.
Penélope
consideraba que una persona si había sufrido mucho se convertía en una persona
buena, llena de empatía. Liberto coincidía con ella. Él sin contar con los
justos o los virtuosos, sabía que pecadores estaban repletos de amor. El fruto
del amor de ambos son sus hijos. Ya de bebés les proporcionaron cariño.
Procuraron que la infancia y adolescencia de ellos no les faltara comprensión,
dialogo, simpatía, en definitiva, les dieron amor. Existió una bronca entre
padres e hijos, fue la única, Penélope y Liberto tuvieron bastante con una sola
vez y no querían malestar familiar ni que nadie sufriera. Sus hijos ya tenían
bastante con una vida madrasta, un mundo hostil y una sociedad injusta para que
sufrieran alguna patología mental. Aún recuerda Liberto cuando Penélope estaba resplandeciente
y refulgente al estar embarazada. No quería ni por asomo una imagen lóbrega y
lúgubre de su mujer si hubiera decidido abortar. Tener un hijo para Penélope y Liberto
era sin duda el milagro del amor.
2
Liberto
a veces piensa: ¿seguiré escribiendo, o tal vez me convierta aún más en un
lector voraz? Como decía el gran Borges: "estoy más orgulloso de lo que
leo que de lo que escribo." Él dice que vive para escribir y escribe para
vivir. Leyendo y escribiendo se vive más. Ahora, al salir menos de casa vive
más los libros y escribe más. Penélope leía todo lo que escribía Liberto. Él
estaba navegando por internet y encontró el siguiente articulo: El primer
manicomio u hospital psiquiátrico del mundo hizo apertura de puertas en
Valencia el 1 de junio de 1410. Fue posible gracias al fraile valenciano Joan
Gilabert Jofré. El filósofo francés Michel Foucault estudiando la locura denunciaría
en sus libros control social y abusos en los hospitales de salud mental. Este
tema ponía de los nervios a Liberto. Cuando se sentía mal y quería reponerse
escapaba a la costa a ver el mar. La presencia de la mujer realza la belleza de
la playa, se dijo. Entonces se acordó de Penélope. Cuántos momentos felices con
el mar, el cielo y ella. Pensaba Penélope que en materia de salud mental debía
de haber más humanidad y mucho menos estigma. Ambos coincidían. En el día de
mañana, en lo eterno, no existirán problemas y viviremos mil o millones de aventuras
que no tendrán final. En la eternidad lo bueno no tendrá final. No habrá cabida
para el desamor. Millones y millones de soles inocentes iluminarán al amor y
millones y millones de lunas le darán cobijo. Millones y millones de estrellas
tintinarán iluminando la providencia eterna. Penélope y Liberto, como la gente
de buena voluntad, peleaban en esta vida que les hería. Aunque su pensamiento y
deseo tenían el punto de mira en la verdadera vida que sería después de la
muerte. ¿Qué es sino amor todo el universo (donde habita Dios) y nuestro
planeta tierra, astro predilecto por la divinidad que no es abandonado? Habrá
un mañana que no compraremos nuestra felicidad con dinero, pues seremos
felicidad total y el dinero no existirá. No se comprará amor o sexo con dinero.
No existirán amores prohibidos. De ser esclavos en esta tierra terrenal y
profana, pasaremos a ser libres en una tierra celeste y sagrada.
3
El
buen profesor nunca deja de estudiar, así, el buen escritor no deja de leer,
para ser un notable escritor nunca se debe dejar de leer. Liberto eligió
estudiar lo que mejor resultara para él: Teología y Filosofía. Las virtudes
cardinales son la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza. Fueron
enunciadas por Platón e influyeron en el pensamiento cristiano. Las virtudes
teologales son: fe, esperanza y caridad. ¡Cuánta ignorancia podemos atesorar! Santo
Tomás de Aquino comentó mucho a Aristóteles, estaba muy influido por él, aunque
si debía dar la razón al cristianismo lo hacía. En nuestro mundo ambiguo existe
lo moral, inmoral y lo amoral, así como, lo ético, poco ético y lo nada ético. Liberto
últimamente estaba estudiando mucho, sin dejar de leer, para darles una buena
educación a sus hijos. Una educación basándose en la ciencia y las humanidades.
Penélope también participaba a pesar de los deberes y trabajos del hogar. La
familia de Liberto sanaba su alma atormentada. Nada existirá para dañar su
alma, nada ni nadie puede o podrá hacerle daño a su alma, su alma intacta
viajará al paraíso prometido. Todas las almas creyentes harán su periplo al
cielo. Lo mejor que puede hacer el alma de poeta es aportar al prójimo poesía. Pensando
en canciones, escucharía canciones que le gustan eternamente. Por ejemplo: Like
a Prayer de Madonna. Escuchando las canciones de los ochenta, Liberto, sentía
amor por la vida. ¿Y es que no hay nada más importante sino el amor? Liberto pensaba
que la teología y la moral te acercan a la verdad más que la filosofía y la
ética. Él sufría a un enemigo amoral. Sin embargo, debía cumplir obediencia, y
no odiaba a su enemigo. Consideraba Penélope que los abusones y acosadores eran
malas personas, en cambio, Julieta pensaba que estas personas tenían problemas y
les hacían atentar contra el prójimo. Liberto cree que estudiar teología y
filosofía te acerca a la virtud, a realizar buenas obras y así alcanzar la
felicidad. Conseguida esta felicidad se hace el bien. O haces el bien para
alcanzar la felicidad. Con la teología y la filosofía se lucha contra el
nihilismo y el relativismo. Amando a la sabiduría, vives en el amor. Tres escritores
enamorados (ha habido más) estuvieron en la cárcel: Miguel de Cervantes, San
Juan de la Cruz y Miguel Hernández. Sólo su cuerpo estaba preso, en cambio, su
alma volaba con libre albedrío. Únicamente lo material de su ser y su existencia
estaba preso, sin embargo, toda su espiritualidad era libre. Plasmaron en papel
su amor a la creatividad, su amor al prójimo. El alma enamorada de un escritor
lo da todo. No hay barrotes ni cerraduras para cercenar la libertad de la mente
de un escritor que sueña despierta y crea su realidad. El escritor enamorado y
en apuros se aferra a los virtudes cardinales y teologales. Liberto ha llegado
a sentir temor por ciertos escritos realizados coincidiendo con José, el
escritor. Aunque con el tiempo se disipa ese temor. Liberto (apologeta de José,
el escritor, Mamen Mistral y Miguel Lapierre) junto a ellos sus amigos
literatos era de los que luchan con la palabra para defender la verdad. Combaten
contra la neolengua. La palabra crea vida, crea mundos nuevos, nombra aquello
que olvidamos o ignoramos. Las palabras nos guían en la vida. Para un alma rota
o atormentada la palabra es medicina. Bálsamo.
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Llegó el
1 de mayo. Liberto le dijo a Penélope: Pues siento decir que no es la fiesta
del trabajo. No. Hay niños que trabajan en determinadas partes del mundo,
trabajos precarios, mucho paro juvenil, el paro suele rondar casi siempre los tres
millones de personas, gobierne quien gobierne, aquí en España. Permanece
inmóvil la brecha salarial entre hombres y mujeres. Investigadores trabajadores
se van al extranjero... No es la fiesta del trabajo. La esclavitud persiste.
Ambos
descansaban en casa. Era temprano. Un sol de luz rozagante les iluminaba. En la
calle se apreciaba una tranquilidad extraordinaria.
Y
todos los derechos se consiguen a base de huelgas o si ocurre alguna tragedia,
dijo Penélope.
Asintió
Liberto.
Penélope
se marchó de casa. Tenía sus quehaceres pendientes. Otra vez estaba solo
Liberto. No podía soportar la soledad sin ella.
En
privado Liberto solía dedicar una novena a Cristo pidiendo el fin de la
violencia del enemigo y por los problemas de la humanidad y por los sufrimientos
del mundo. Hay gente que vive en una realidad paralela, otras, siendo pocas,
sin embargo, viven una realidad distorsionada. Pedía encarecidamente que las
fuerzas del bien triunfasen. Penélope no quería que se preocupara en demasía,
que no se tomara las cosas a pecho. Aunque sabía perfectamente que el
sufrimiento nos hace sabios. Liberto era melómano y la música le ofrecía paz y
sufría menos. El arte de la música es el más social; en él hay denuncia, drama,
alegría, tristeza, proeza, lucha, esperanza... y todo dicho con delicadeza,
sutilmente y de manera extraordinaria. José, el escritor, escuchaba música a
poco volumen; sin embargo, Miguel Lapierre y Liberto la escuchaban fuerte
cantando y bailando con sus cantantes roqueros favoritos cuando estaban en sus
respectivas casas. Cantaban para no llorar, cantaban para sanar. Consideraban
la música como una revolución sana y pacífica. A julieta no le gustaba el rock.
Reunidos en cenáculo los amigos literatos Mamen Mistral, José el escritor,
Miguel Lapierre junto a Liberto reían, pues cuando oían música se enteraba todo
el vecindario y sin querer molestaban. Se consideraban poetas malditos, no
gustaban a todos los de la ciudad, tenían a sus detractores como también sus
aduladores.
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Penélope
y Liberto solían hacer atletismo a temprana hora de la mañana a eso de las
siete. A partir de la primavera vestía muy bella, con su pantalón corto,
dejando ver sus bellos muslos blancos. Sudaderas de color fosforito. Y la
gracia de ver moverse la cola de su pelo cuando corría como si diera saltos
como una cervatilla linda. Ambos cuidaban su alimentación, aunque sabían que no
iban a conseguir el elixir de la juventud, pues bien pensaban que esta vida es
pasajera. Sin embargo, había cuatro cosas que no les gustaban en absoluto, para
ellos eran sus cuatro jinetes del Apocalipsis. Se informaban de las cosas
negativas que producían y las tomaban en cuarentena. ¿Era todo cierto? Existen
las enfermedades, sí, también los virus manipulados. Caballero poderoso de por
medio. ¿Qué sustancia puede ser legal? ¿Ciertas sustancias serán ilegales toda
la vida? Lo prohibido es más que una tentación. O quizás ni siquiera es una
tentación. Sino tener ganas de vivir y experimentar. Lo que no soportaban eran
los ataques gratuitos a la Iglesia. No querían que desdeñaran a la religión
cristiana y católica en su caso. Razones de cultura en España esta es su
religión. Respetaban otras culturas y religiones. Sí creían en el cuarto jinete
de su Apocalipsis que amenazaba a la fe. Quizás esta coacción ha existido
siempre, les dijo en una ocasión Julieta. Estos cuatro jinetes del Apocalipsis querían
arrasar y aplastar al reino del amor con la mejor arma: la mentira. Aunque
quienes luchan por la verdad y ellos lo hacían, junto a sus amigos literatos, algunos
atenazaban con el miedo. Sin embargo, nadie en la tierra, en el cielo o en el
abismo, tiene un gran poder para eliminar al Todopoderoso.
Liberto
estaba a solas leyendo en casa mientras Penélope dormía. Podía sentir el
silencio de la noche. Mientras leía escuchaba la noche. Una noche cerrada. Se
sentía tranquilo. Esto era lo que más valoraba al leer a cierto escritor que le
gustaba, sentir paz. Se imaginaba a su amigo noctambulo Miguel Lapierre leyendo,
escribiendo, dibujando o haciendo fotografías toda la noche. Mamen Mistral y
José, el escritor, dormían. Liberto por puro hedonismo leería sólo a los
escritores que le gustaran, aunque por su deber moral tenía que leer de todo. La
lectura de un libro no es una pérdida de tiempo, ni se pierde dinero, sino que
es una inversión, se decían los amigos literatos. Liberto sintió una brisa agradable
de primavera y pensó en la divinidad. Como ladrón en la noche vendrá El
reino de los cielos, recordó. Pronto amanecería, tenía ganas de hablar con
Julieta. Pero resulta que se iba de viaje por el norte de Europa. Liberto aún
recuerda cuando se lo comentó, hablando cortésmente, ambos se miraron a los
ojos con una mirada cálida. Una de las cosas más extraordinarias y bellas de
este mundo es la mirada de una mujer.
6
Liberto
sentía una profunda añoranza, sufría una incontrolable nostalgia por los años
felices vividos y extinguidos. Recuerda cuando fue libre en esta vida
maltratadora que se había convertido, en un mundo transformado hostilmente. Sin
embargo, se comportaba, anhelaba y existía como un niño. Vivía en una cárcel
invisible, sobrevivía mas bien en una prisión mental. Liberto pensaba que ya de
niños somos esclavos ante la incomprensión de los mayores, el peligro a
temprana edad de jóvenes violentos, el sufrimiento por el desamor, la mala
suerte o las primeras injusticias Lo efímero de la felicidad, con sus momentos
felices fugaces o la falsa felicidad. La divinidad nos regala momentos buenos y
memorables. Somos toreros ante la vida, toreamos al miedo. Haciendo cosas con miedo,
pero haciéndolas, solía decirle Julieta. El cansancio del paso del tiempo que
hacía mella, la lucha contra la locura o contra la muerte. En manos de la
tristeza intentamos no sucumbir, anhelando la esperanza. Mientras tanto cogiendo
fuerzas con el arrobamiento, dejarse abandonar espiritualmente. Encontrando la
alegría en las pequeñas cosas. Sin embargo, Penélope no era tan pesimista y
arrojaba luz a Liberto. Ella le daba el cariño que necesitaba un guerreo o
soldado exhausto. Haberla conocido le ofreció paz, tranquilidad, armonía y
quietud. Sus amigos literatos creaban, escribían, desde el dolor y la alegría
como él. El mundo de los libros son sueños, ilusiones, trabajos con el corazón,
conocimiento, riqueza de sabiduría, belleza, arte, aventura, retos, amor,
fraternidad, satisfacción… y un puñado de euros para llenar la nevera. Las
noches eran mágicas: leyendo y escribiendo mientras la ciudad dormía. El alma reposaba
en una inusitada calma. Ya llegaría el ruidoso día, sería bienvenido Liberto a
la jungla de asfalto para otra batalla casi fratricida.
7
Liberto
estudió electricidad en FP de la ciudad. La estudió y la trabajó. El primer año
fue redondo, lo aprobó todo. Llegó segundo en la prueba de carrera de velocidad
de un kilómetro. Se sentía bien. Era amigo de todos los compañeros de clase. Comenzaría
a estudiar el segundo curso, tenía sólo quince años. Le gustaba mucho estudiar
electricidad. La electricidad es un misterio, un enigma. Si hubieran hecho caso
a Nikola Tesla tendríamos electricidad gratuita en todo el mundo. Le tuvo que
hacer un favor a un amigo, éste no solía venir a clase, quizás quedaba con
alguna amiga especial. Todas las mujeres son bellas, sus almas realzan su
belleza. Liberto hacía trabajo doble, para él y su amigo. Llegado el momento
hubo que hacer un proyecto de instalación eléctrica que Liberto realizaría dos.
Aquí comenzó a sentirse demasiado sensible, era muy susceptible, dormía poco, no
sabía lo que le estaba ocurriendo, pidió ayuda hablando con un pedagogo. Pero
resultó en vano. La cosa quedó en el aire. Total, que Liberto presentó los dos
proyectos eléctricos al profesor. El profesor (era un hombre duro y hosco) se
mofó, rompió los dos proyectos en mil pedazos, este hecho fue el detonante para
que Liberto dejara de estudiar, abandonó los estudios. Sin embargo, nunca se
arrepentirá de haber sido leal a su amigo. De vez de en cuando se ven, su amigo
es ahora taxista de la ciudad y lo ve feliz. Al cabo de los años Liberto
consiguió terminar los estudios de FP. Aunque con la mala suerte de que no pudo
acceder al ciclo superior y de ahí a la universidad por la nefasta ley de
educación la LOGSE. Aunque consiguió un título, su padre estaba orgulloso y él
había superado un brote psicótico. Luchó contra la locura y contra todo
pronóstico quedó incólume. Liberto se sentía el electricista mágico que
surcaría el universo, dominando todo el orbe electrificado, realizando proezas
con su mente y sus manos, ofreciendo su oblación, sería ambrosia ante un Dios
eléctrico y de toda sabiduría escondido en lo ignoto. Esperando la total
liberación del eminente día, después del último anochecer de este mundo ambiguo
y confuso. Liberto cotizó poco debido a su patología, de electricista fue
cuando pagó más impuestos, también le ocurrió como a otras personas laboriosas
que realizan su labor sin cotizar por la inexistencia de un contrato, ganó un
poco de dinero con su trabajo y la suerte se puso de su parte al ganar un
dinero en la lotería. ¿La lotería? “Aún quedan cajas con sorpresa”, canta el cantante.
La vida tendría que ser gratis. O que no existiera el dinero. La vida de un
millonario es como si viviera gratis. Aunque todo tiene sentido en nuestra
libertad. Todo ocurre por algo viviendo nuestra libertad. Dios nos quiere
libres, por ello nos permite pecar, lo acepta y lo perdona. Penélope decía que teníamos
que ser agradecidos ante la vida pasara lo que pasara. Julieta aconsejaba abandonarse
a Cristo y con los ojos de la fe experimentar milagros.
El
sufrimiento quiere atraerte a Dios. En lo ordinario, en lo cotidiano suceden
milagros. Nunca se apagará el fuego de la fe. Todo es Dios. Todo está en Dios:
el pensamiento, el sentimiento, la imaginación, los sueños… La lucha por
nuestros sueños es la lucha con la fuerza de la fe, la fuerza de la oración
ante un mundo hostil, amenazador y totalitario. Aunque también es bello. Los
ancianos derrochan cariño y los niños afloran esperanza. En el interior de un
hombre bebedor alberga sufrimiento. A veces la tristeza se puede tocar. La
felicidad la puedes hallar en un buen libro, en una música bella, en una
película buena, en una buena obra de teatro, en una conversación amena. La
felicidad nos encuentra cuando menos nos esperamos. Después de un gran esfuerzo
hallamos felicidad. Confieso que he sido libre. El camino de la lectura y la
escritura lleva a destinos desconocidos. La música más sublime es la música
clásica. Las astas del toro son color de luna. El mayor y excelso arte en la
literatura es el poético. A veces se tiene más detalles con el verdugo en vez
de con la víctima. Las víctimas son escogidas por la divinidad. Son héroes y
mártires desdeñados como los profetas, aunque son ambrosía. ¿Quién son los
elegidos de Dios? Diría que son simplemente los últimos y pequeños, reflexionó
Liberto.
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"...vivísima curiosidad
por saber de dónde el poeta, personalidad singularísima, extrae sus temas ... y
cómo logra conmovernos con ellos tan intensamente y despertar en nosotros
emociones de las que ni siquiera nos juzgábamos acaso capaces" El
poeta y la fantasía. Freud.
Penélope escribió poemas en su infancia y adolescencia,
pero lo dejó, en cambio, Liberto escribiría hasta morir, aunque mil diablos lo
acorralaran seguiría escribiendo hasta desvanecer ante las puertas del cielo,
deseando cruzar el umbral y ser merecedor de la felicidad para siempre,
infinita, algo que en la vida terrena en tantas ocasiones se le privó. No era
el único. A Liberto le encantaba e intentaba poder comprar la poesía completa
de los poetas a quien admiraba. Tenía mucha curiosidad e inquietud, hambre de
conocimiento y sed para escrutar las Sagradas Escrituras, sin olvidar la
sabiduría de Oriente, compartiéndolo con sus amigos literatos. Julieta leía sus
escritos y le animaba. Ella le gustaba leer sobre la alimentación y psicología.
Liberto estaba orondo, pero no fofo, Julieta le asesoraba para que comiera
sano, Penélope le resultaba indiferente, no hacía mucho caso. Liberto le dejó a
Julieta el libro titulado Miradas de Cine de J.P. Casi todos ellos iban
al club de lectura de la biblioteca Fernando de Loazes. La primera lectura
elegida fue La isla del Tesoro de Robert Louis Stevenson. Alguien dijo
que quería una lectura más didáctica, otra persona no quería leer sobre terror.
Liberto estaba en otro club de lectura, Enraizados, leyeron el libro: Vivir
sin mentiras, Manual para la disidencia cristiana de Rod Dreher. El libro
en cuestión advertía de un totalitarismo blando. Aparecen en sus páginas
personas del Este de Europa protagonistas del yugo del comunismo. Liberto se
encontraba en una etapa mala de su vida, pues se sentía saturado.
Estoy perdiendo peso al andar mucho y alimentarme sano,
dijo Liberto.
¿Seguro? Me alegro, dijo Penélope.
Estoy harto del mal del mundo. Estoy cansado de los
problemas.
Hay cosas que no se pueden cambiar.
O quizás sí.
El mundo está amenazado.
Se
puede intuir el peligro.
Enamorarse
es un peligro. ¿Matarías por mí, por nuestro amor?
Es un mal menor. No sé lo que sería capaz de hacer por ti.
¿Me vas a dedicar más poemas de amor?
Escribiré sobre ti hasta en mis últimos estertores.
9
“Pero el pensar es un decir
poético, y no sólo poesía en el sentido del poema y del canto. El pensar del
ser es el modo originario del decir poético”, Martin Heidegger.
En el
caso de la eutanasia, el paciente, indefenso, tiene derecho a que su doctor
cumpla con el juramento hipocrático. Que mire por su enfermo. Esto sería hacer
lo correcto, lo que se debe hacer, como nos dice la ética. Lo moral es mirar
por la vida. Si el facultativo tiene que obedecer a una ley injusta por parte
de los legisladores, que no respeta la vida, el médico se acogerá a la objeción
de conciencia, pues su mala praxis (obligado) para con el enfermo sería una
actuación inmoral o amoral. Poco ética o nada ética. Es la amenaza de la
incultura de la muerte. Nieve ensangrentada por tantas muertes, ríos de muerte,
todo el océano es un cementerio. Toda la tierra es podredumbre. El corazón del
hombre intranquilo, el alma que odia, siembra guerras. “Como la condena a
muerte de los niños antes de nacer, un tema espinoso y delicado”, dijo en
cierta ocasión Julieta. Y la larga sombra de la ignorancia e intolerancia
ignara hace sucumbir y asesina cobardemente a los homosexuales como si todos
tuviéramos derecho a un plebiscito para controlar quién se acuesta con quién o
quién ama a quién. Amar es poético y
sólo importa a los enamorados. El desamor engendra guerras. Aunque en las
ruinas y las grietas de una guerra aflora poesía. En los restos del naufragio
hallamos poesía. Para sus amigos literatos y Liberto la canción Miss Sarajevo es
todo poesía. Todo es poético. Y la canción Sunday Bloody Sunday de U2 es un
arma arrojadiza contra el aquelarre de la violencia. La muerte es poética, pues
te resucita a la verdadera vida. Nuestra vida atribulada es soñar, desear,
anhelar, la realidad es onírica. Nuestra vida triste deviene en ensueño, aunque
la fe nos ofrece veracidad.
10
Liberto estudiando Ética:
La
Ética filosófica afronta los problemas morales a los ojos de la reflexión
racional. Los temas de la Ética son el deber o la obligación moral, la
fundamentación racional de nuestros deberes y la cuestión de la felicidad como
plenitud de la humanidad. Para alcanzar la anhelada felicidad hay que tener
virtudes, alejarse de los vicios y hacer buenas obras. Según Kant debemos hacer
lo que se debe hacer. Es un imperativo categórico y no hipotético. Para
identificar la ley moral es a lo a priori. David Ross dice que las creencias
morales del hombre corriente es ya saber moral (conocimiento). John Rawls
presenta su teoría como una alternativa a la concepción utilitarista de la
justicia, que dominaba hasta entonces en la filosofía moral anglosajona:
libertad individual e igualdad: igualdad de oportunidades, lucha contra la
desigualdad. Rodríguez Duplá dice: “La ética como disciplina filosófica estudia
la dimensión moral de la existencia humana, es decir, todo cuanto en nuestra
vida está relacionado con el bien y con el mal”
La
Ética parte de la moral pues tenemos una vida moral. A la vida moral le acompaña
un saber moral. La filosofía moral tiene la función de fundamentar el saber
moral, porque tenemos problemas en nuestras decisiones morales. La Ética trata
de discernir estos problemas. Tenemos la eterna lucha (y la lucha en nuestro
interior) en nuestra vida de ser éticos, poco éticos o nada éticos. O morales,
inmorales o amorales. J. Bentham con su
criterio moral de la acción es el principio de la mayor felicidad para todos
los afectados. Volviendo a Aristóteles: La deliberación moral tiene que ver con
cosas cuya demostración no es posible; es una herramienta intelectual; tomar
decisiones correctas en situaciones específicas, con una deliberación que es la
decisión; lo que decidimos hacer es aquello que hemos juzgado correcto como
resultado de la deliberación; y, por último, convirtiéndose en colectiva y no
sólo individual la deliberación moral.
Mamen
Mistral animó a Liberto que siguiera con la escritura. Que no lo dejara. José,
el escritor, y Miguel Lapierre le dijeron que nunca dejara de escribir. Liberto
le desea lo mismo a sus amigos literatos.
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“Devorábamos pan con poesía.
Nuestro mundo era el dolor, pero también era la belleza. Y todo aquello que es
bello e ideal es poesía”, Mircea Cartarescu.
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