La bella triste
Ella me miró y ambos sonreímos
ella lloró y mi corazón se rompió
heredera de la vida madrastra
heredera de la miseria y la tristeza,
pero un día con su noche
fue feliz como estrella fugaz
iluminó mi pensamiento
iluminó mi sentimiento,
por un momento no fue Cenicienta
dueña del día, de la noche, de la vida
me enriqueció con su espiritualidad
su corazón candoroso me dio calor.
La bella triste
me acompaña en mi vida
la bella triste
no desea mi muerte.
Ella no quiere que nos vean
besándonos entre la gente
ella me quiere sobrio
para hacer los dos el amor,
dijo que la primera vez no se olvida
tuve que escapar con ella
aunque ella me hizo libre
aunque yo le hice libre,
ella me busca por los bares
ella me llama por teléfono
me escribe cartas de amor
ahora estamos en casa los dos.
La bella triste
me acompaña en mi vida
la bella triste
no desea mi muerte.
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