lunes, 6 de mayo de 2024

El último profeta

 

El último profeta

 

“Entonces llorarán ustedes y se desesperarán, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera.”

“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas y apedreas a los profetas que Dios te envía! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus pollitos bajo las alas, pero tú no has querido!”

 

“…o un hombre que es devoto mira la plácida noche.” Friedrich Hölderlin

 

“He de enterrar a los heridos como crisálidas… que sus almas se retuerzan en rocío”, Sylvia Plath.

 

1

La noche invadía toda la ciudad y su periferia, iluminada con la tenue luz de las farolas, en la sombra se podían ver las palmeras, los pinos, las frondas y la maleza. La tierra sementera rodeaba la ciudad. La huerta y el campo fértiles gracias a la lluvia y a nuestro río contaminado. La luna pendía del cielo de pocas estrellas. La gente dormía. Pronto despuntaría el día. El canto del gallo a lo lejos se podía escuchar, observar el vuelo de los mirlos y los mochuelos en los tendidos eléctricos. Los barrenderos preparaban las calles. La policía custodiaba la ciudad. Un majestuoso sol iluminaría toda sombra y la ciudad despertaría. Todo sería prisa y nadie se pararía a contemplar el amanecer.

Juan, a las seis de la mañana ya estaba preparado para afrontar el día. Se acercaba al kiosco todos los días, fueran laborables o festivos, compraba el periódico e iba a la cafetería para tomar café y tostadas, mientras leía la prensa antes de trabajar en su despacho labor que hacía todos los días menos los domingos. De oficio era escritor y maestro de la Biblia, la Torá y el Talmud. Era alto, delgado y moreno. Tenía cincuenta años.

Juan tenía vivo el recuerdo de su primera comunión, sintió algo maravilloso, una quietud profunda, nunca experimentó ese sentimiento lleno de calma, no le molestaba el olor a incienso, es más, le gustaba, guarda la imagen de las velas trémulas, sin duda fue una gran fiesta, se apreciaba alegría y emoción entre sus familiares y amigos. No era la primera vez que visitaba una iglesia, pues fue monaguillo. Por sus familiares sabía que fue bautizado, algo que se está perdiendo en nuestros días. Ellos le hablaron del encuentro de san Juan Bautista y Jesucristo en el río Jordán. La catequesis recibida le ofreció ardor y denuedo, por el contrario, no era ni se sentía cobarde. Acechaba peligro, malentendidos, peleas y podía sufrir inseguridad ya cuando Juan era niño, aunque tenía fortaleza y no sufría desasosiego. Era un niño con mucha fortaleza. Todo esto lo recordaba en la noche cerrada, en lo alto del monte Sinaí, mientras oraba a Dios. Estaba viviendo años procelosos, de un mar de Galilea embravecido, y buscaba paz para su alma. Recurría todos los días a la Biblia y la escrutaba. Llevaba una vida sufriente, intentaba no sufrir, el sufrimiento que vivió le hizo fuerte. Sabía que el amor es sabiduría. Sin perder tiempo se convirtió en una persona enamorada. Meditaba sobre la alegría y tristeza de Dios por todos nosotros. "Bendecidas las almas que buscan a Dios”, se dijo.   

Despuntaba el día en Jerusalén, brillaría la Cúpula de la Roca, pronto debería reunirse en la Gran Sinagoga con su discípulo David que era filosofo. Bajo de estatura, rubio, de veintisiete años. Ambos nacieron en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Juan, lo primero que profundizó con David fue el Éxodo: la salida del pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto para llegar a la tierra prometida. Y el Exilio de Babilonia: en el año 587 a. C. debido a Nabucodonosor II que destruyó el Templo de Jerusalén y deportó a las clases dirigentes del reino de Judá a Babilonia.

 

2

Oh, Jerusalén, sagaz y sencilla, habita en ti los hijos del mundo y los hijos de la luz, eres el alfa y la omega de la historia de la Humanidad, meditaba Juan al encontrarse con David.

¡Hola David! Hace una apacible mañana. ¿Va todo bien?

Sí maestro.

¿Estás estudiando los manuscritos del mar Muerto?

Efectivamente, con fruición.

Cómo me gusta lo laborioso y lo avispado que eres. Ya sabes que es muy importante para el judaísmo.

Es cierto. Estaba equivocado, ¿sabes? La condición humana es similar a la de hace dos mil años.

Tienes razón. Aunque en todo desierto hay un oasis.

Se acerca Yom Kippur.

Es verdad amigo David. ¿Quién habla en nuestra conciencia?

Dios, sin duda.

Yo que soy más mayor que tú he pecado más y con ello me he acercado más a Dios.

No quiero equivocarme, no quiero pecar.

Acuérdate del hijo prodigo. Esa es la inmensa riqueza de misericordia de Dios.

Tienes razón. Me gusta y me siento tranquilo teniéndole temor a Dios.

Bien, bien David. Ya hablaremos otro día. ¿Estás escribiendo tus textos filosóficos?

Sí, Juan, tengo un trabajo arduo, pero me siento feliz.

Bueno, David, ya nos vemos.

Hasta luego.

Adiós, adiós, amigo.

 

Juan más tarde se encaminó al Muro de las Lamentaciones. Proclamó su particular y repetida Amidá: Oh, Dios ofrezco mi oblación para que nos defiendas de los enemigos de Israel. Que sea tu voluntad. Quiero ser tu ambrosia hasta que desfallezca y perezca. Despertar ante Ti y que sea digno de tu regalo eterno. Que se cumplan tus designios con proeza en todo el orbe. En tu camino inescrutable, insoldable, halle el discernimiento. Juan terminó sus plegarías y suplicas con un Padrenuestro. Era ferviente creyente en Cristo y se lo quería enseñar a su discípulo David.   

Después de realizar sus quehaceres y haber cenado se echó en la cama a descansar, en su habitación tenía un crucifijo procedente de Mozambique. Declinaba el día y recordaba sus vivencias. En sus días intentaba esculpir en la roca para crear una obra de arte. Quería que su obrar en la vida se convirtiera en una ley universal. Poco antes de las seis de la madrugada se despertó, fue a la cocina y bebió un poco de agua, a todo esto, se asomó al patio de luces y miró al cielo y cuál fue su sorpresa que observó al parecer unas cinco estrellas juntas o cinco luces brillantes. ¿Acabo de ver un ovni?, se preguntó. Entonces, comenzó a rezar.

 

3

Estaban el maestro y su discípulo en el restaurante Atalya.

Tomemos un poco de vino, dijo Juan.

Abramos las puertas de la percepción, dijo David.

Cómo no, pero que no se nos embote nuestra mente con el exceso de alcohol.

Me querías hablar de la Biblia ¿no?

En efecto. La Biblia la aceptan los judíos y los cristianos. Aunque el Libro de la Sabiduría no creen en él. Está escrita en hebreo, arameo y griego. El Nuevo Testamento está íntegramente en griego.

Estoy muy interesado, la voy a estudiar, sobre todo porque tú me has animado.

Están buenas estas Burekas, ¿eh?

Y el Cuscús israelí, también.

Comamos y bebamos que tenemos muchas cosas que hacer. Más tarde iré a la Biblioteca. Échale una hojeada a tu Biblia.

Yo estaré trabajando en mi despacho de la Universidad. Te haré caso.

 

Juan estaba en la Biblioteca Nacional de Israel y comenzó a recordar lo que vio de madrugada en el cielo, las cinco estrellas, las cinco luces brillantes o el ovni, no se lo quiso comentar a su discípulo David de momento. Sin embargo, hubo una primera vez que vio en la oscuridad del cielo a eso de las seis de la mañana estando en la calle una luz alargada y brillante que sin duda no era un avión. Le vino a la memoria los carros de fuego que relata la Biblia.  

La tribulación es una prueba. Mi vida angosta, de senda estrecha, con ella quiero cumplir con lo poco. Oh, bregado marinero que esperas el viento a favor, Cristo es el faro del mar tempestuoso de nuestras vidas, Oh, Jerusalén que no aceptaste la luz y la verdad, intento ser luz y sal. Con mis libros me gano mi sustento y dono al necesitado. Leyendo las Sagradas Escrituras me embeleso como un poeta, entro en trance y mi sentimiento se hace nirvana. Creo que he sufrido el temor de Cristo ante la violencia. Después de momentos de sufrimiento, tengo momentos de arrobo. Oh, Dios, Tú nos das y nos quitas, meditaba Juan recorriendo la Vía Dolorosa.

David reflexionaba en la Universidad Hebrea de Jerusalén y cada día que pasaba sentía más admiración por ese Cristo de vida extraordinaria e incluso se estaba enamorando de Él. Quería aprender más de Juan.

4

Juan pasó otra madrugada en la que observó el ovni por segunda vez.

Maestro y discípulo estaban reunidos en el Sepulcro de María. Ellos no tenían temor a pronunciar el nombre de Dios como los demás judíos.  

Cristo realizó muchos milagros y prodigios, dijo David

Es cierto, aunque, lo mejor para mí es que nos enseñó los caminos del alma, dijo Juan.

He vivido un tiempo en que he estado perdido.

Mientras no hagamos morada en lo eterno todo será zozobra. Oh, María que abrió con su sí las puertas del cielo.

La nueva Eva. Nos es el extraordinario y milagroso el embarazo de una mujer, ¿verdad?

En efecto, es maravilloso y se ha banalizado. ¿Sabes cuando nació Cristo?

No, lo ignoro.

En tiempos del rey Herodes. Aunque hay controversia. Se dice que nació entre los años 6 y 4 a. C. El monje Dionisio el Exiguo se equivocó de fecha.

Hasta su nacimiento es un misterio. Quiero que Cristo guie mi alma.

Déjale entrar en tu corazón y te llevará por un camino enamorado.

 

Cada cual se marchó a sus respectivas casas. Mientras oraba Juan se dirigió a Dios diciéndole: Creo que los enemigos de Israel, intuyo que los enemigos de la cruz quieren atentar contra nosotros o fuera de las tierras de Israel. Puede ser algo muy grave, lúgubre y espantoso. Aunque yo no abjuraré de Ti. Mis suplicas son por la paz. Luchamos por la libertad y la democracia. No quiero preocupar a mi discípulo David. Oh, Dios, no nos abandones.

David rezaba pensando en Cristo. Poco a poco lo estaba conociendo. En sus manos tenía la Biblia y leía los pasajes del Nuevo Testamento.

 

5

 

Estaban el maestro y discípulo en el Santo Sepulcro.

El conocimiento puede alejarte de la fe, no busques a Cristo solo con el razonamiento sino con tu corazón, con los sentimientos. ¿Qué te dice este lugar?

David se emocionó y se deslizaron por sus mejillas unas cuantas lágrimas. ¿Qué pruebas hay de la existencia de Jesucristo?

Eso te lo dice la fe.

Tengo fe.

Tenemos los Evangelios.

¿Sólo?

¿Te parece poco?

No, no, en absoluto.

Además, podemos contar con un Cristo histórico. Fuentes históricas como las de los romanos Tácito, Plinio el joven, Suetonio o el judío Flavio Josefo.

¿Por qué dura la Iglesia cristiana más de dos mil años?

Por la fe.

Eso es, amigo.

Ambos se despidieron para hacer sus quehaceres hasta el próximo encuentro.

Juan meditaba en soledad: Oh, Cristo “…varón de dolores, familiarizado con el sufrimiento…”. Tengo poco en esta vida, pero a Ti no quiero perderte. No sé si te pido bien, sin embargo, que sea tu voluntad. Oh, pastor de Israel y de todo el mundo, apaciéntanos.   

En su mesita de noche David tenía la Biblia abierta por el Nuevo Testamento que estudiaba todas las noches antes de dormir. Y hacía caso a las enseñanzas de su maestro Juan.

6

Juan estaba en casa y escuchaba Hallelujah (Aleluya) de Leonard Cohen. “Algunas canciones merece la pena escucharlas todos los días. Las canciones de antaño me recuerdan que fui feliz”, pensó. Pronto se reuniría con David.  

A Juan le apasionaba pasear por Jerusalén con las primeras luces del día, la luz del sol y las sombras en los edificios. El majestuoso y misterioso sol daba vida cada día, qué milagro. Vivir en el planeta tierra posiblemente único habitablemente perteneciente a la Vía Láctea, qué misterio. También disfrutaba del crepúsculo y la noche que le calmaba sus nervios. Pasaba mucho tiempo solo en casa y lo aprovechaba para leer, escribir, estudiar y meditar. Así cuando se reunía con su discípulo David tenía más fuerzas. En su mente estaban presentes los atentados y las víctimas de los enemigos de Israel.

Oh, Cristo que no sabemos nada de tu infancia y adolescencia. Oh, Cristo no te arredrabas y discretamente te ocultabas cuando comenzaba a acecharte el peligro de muerte. Oh, Cristo eres mi timonel en el mar proceloso y el viento tempestuoso. Sin duda eres mi referente y mi ejemplo. ¡Cuántas veces me has mantenido sereno!, pensaba Juan mientras paseaba por las calles de Jerusalén.

Maestro y discípulo se reunieron en el Calvario. Estaban emocionados.

¡Cuánto sufrimiento!, dijo David.

No fue en vano, dijo Juan.

¡Qué gran sacrificio!

Ya tan sólo con ello merece ser adorado. Creer en Él.

¿Por qué fue tan importante San Pablo?

Tras su conversión difundió el cristianismo por regiones del Imperio Romano. Redactó la Carta a los romanos.

Pero ¿persiguió a los cristianos?

Su conversión y predicación fue un milagro, un plan de Dios. Hay gente mala que se arrepiente y está abierta a la conversión sincera de su corazón.

 

Se despidieron Maestro y discípulo hasta otro próximo encuentro. Juan pensaba en la voluntad de Dios y en algún sueño que no se le cumplió. “Agradezco tener fe; pues es por ella que la vida tiene sentido y es por la fe que leo y estudio. En la eternidad tendremos oportunidades eternamente. Oh, Dios, primero Tú; después el prójimo; y por último uno mismo, estos son mis tres principios rectores”, se dijo.  

David estaba pensativo en casa, le llamaba mucho la atención lo insondable de Dios. Un criminal llamado Pablo se convirtió en santo y en pieza clave para la cristiandad. Meditó en el suplicio de un Dios que murió amando y martirizado redimiendo y perdonando a todos nosotros, pues estábamos condenados a la muerte, o sea a la nada. “Oh, Dios para Ti nada está perdido”, se dijo.

 

7

Jesucristo era un hippie, un cantante de rock, un poeta, un reportero, un profesor de literatura… Era todo. Vestía de cuero o vaqueros, con botas, gafas de sol y sombrero. Bebía un poco de cerveza con sus amigos, tenía muchos amigos. Era amigo de todo el mundo, sabía que tenía enemigos, pero Él no hacía caso alguno. Era sacerdote y rabino y leía en las iglesias y sinagogas. Viajaba en su moto hacía la playa. Trabajaba de sol a sol con los obreros. Era catedrático en la universidad, como también el portero del colegio. Nunca se enfadaba con nadie. Siempre estaba alegre. Siempre estaba feliz. Cristo era un revolucionario enamorado de una revolución incruenta e inocente. Escribía versos románticos. Era amigo del niño, de las mujeres de los ancianos. Sanaba a todos los enfermos de toda dolencia. Era astronauta subía y bajaba al cielo en compañía de sus ángeles. Él era mi mejor amigo. Visitaba la Moncloa, la Zarzuela y la Casa Blanca, y descansaba en los psiquiátricos. Los locos eran sus predilectos. Viajaba por todo el mundo hubiera guerras o no. Era hortelano y no dormía nunca, ni de día ni de noche. Cristo era mi padre, mi hermano, mi amigo. Soñó Juan una noche.

 

Se reunieron maestro y discípulo en la Basílica de la Natividad, se acercaba la Navidad. La celebrarían pensando hondamente en sus familiares y amigos fallecidos. Y alegremente la festejarían con los que siguen vivos.   

Todos nosotros tenemos el destino de la Pascua y Pasión de Cristo, a alguno de nosotros nos matarán, dijo Juan.

No me da miedo morir por Cristo, dijo David.

Eso es hay que tener arrojo. Si solo escribiera para ti, lo seguiría haciendo.   

Quien escribe lucha por el amor, la verdad y la libertad. Eso me han enseñado tus escritos.

Eres muy generoso.

Me ibas a hablar de la Biblia de los Setenta, ¿no?

En efecto. Es la primera Biblia traducida del hebreo al griego, realizada en Alejandría en el siglo III a. C. Cuenta la leyenda que setenta y dos sabios, seis por cada doce de las tribus de Israel, se aislaron para ofrecer cada uno su propia traducción de la Biblia al griego y milagrosamente coincidieron. Según la Carta de Aristeas. Fue importante para el cristianismo.

¡Qué emocionante, muy emocionante! ¡Qué misterio!

¿Sabes que significa “evangelio” y cuando se escribieron?

Estoy deseoso de saberlo.

Otro día hablaremos de ello.

Estás trabajando en un nuevo poemario, ¿no?

Sí, en efecto, es místico, lo voy a titular “La libertad del alma”.

¿Y qué es la libertad del alma?

La verdad, sin duda alguna, la verdad, amigo.

Maestro y discípulo se despidieron.

“El pecado una de las consecuencias que tiene es que Dios nos da libertad, nos quiere libres y nos enseña a no caer en la tentación. Ser conscientes que hemos pecado, arrepentidos, nos acercamos a Dios”, pensó Juan.

 

8

¿Por qué la gente buena sufre o le va mal en la vida?, preguntó David.

Es nuestra cruz, aunque Dios no quiere sólo nuestro sufrimiento, también nos quiere alegres, y esto se consigue obedeciéndole, respondió Juan.

Dios nos ama mediante pruebas, ¿verdad?

El amor divino que nos tiene Dios es intrínseco al amor humano. En cantidad de dificultades he notado su mano protectora. Superar la mayor prueba es tener fe en Él. Debemos tener en cuenta una buena praxis de amor y que éste no palidezca.

Hasta que no llegue nuestra completa liberación existirán injusticias, escándalos, guerras, pobreza y hambrunas. Esta prisión no la soporto.

Hay gente que salvamos. Asistir a los pobres y necesitados con principios cristianos expuestos en los Hechos de los Apóstoles era esencial en la Iglesia de Roma. Tienes una vocación congenial a tu personalidad. Me alegro.

¿Dios es incognoscible?

Sí, es verdad. Pero ¿lo puedes escuchar?

Es verdad, lo escucho. Sobre todo, en mi conciencia.

También por medio de las gentes habla Dios.

¿Por qué el mundo es enemigo de Dios en tantas ocasiones?

Sencillamente porque en algunos corazones de los hombres no hay paz.

Me has enseñado a amar profundamente el numen.

Sigue luchando y persevera. Hay cosas extraordinarias a la vuelta de la esquina.

Mientras dialogaban todos los días disfrutaban de una mañana alegre o una tarde afable, con un sol ígneo, la bella luna y el tintineo de las estrellas quedaba reservado para la noche; cuando el alma está sosegada sintiendo placer en la extraña y rara oscuridad. El ruiseñor cantaba por el día, el búho o la lechuza reinaban por la noche, el mar bravo y solemne contemplaban en silencio enriqueciéndose su espíritu, caminaban por la ribera del río, hacían senderismo por las montañas majestuosas, observaban las flores del campo y la naturaleza toda y pensaban en la grandeza de Dios.

  

9

¿Qué es la buena noticia?, preguntó Juan.

El significado de Evangelio que es el buen mensaje también, respondió David.  

En efecto. El Evangelio que primero se escribió es el de Marcos. Es una guía para que nuestros pasos no sen torcidos en el camino. Aunque es más que una guía.

Algunos dicen que es cosa de niños. Que son historietas.

Yo les diría que cuando experimentasen dolor leyeran los pasajes de las Sagradas Escrituras que son verdaderos antídotos y ungüento para el sufrimiento. Y todavía más. La Biblia es un mensaje que proviene del universo donde mora Dios.

A años-luz se encuentra nuestra verdadera vida. Después de este mundo atribulado, después de la tormenta se manifiesta el arco iris. Echo de menos la felicidad de mi infancia y mi adolescencia.   

Estoy contigo. Pienso lo mismo. Añoro una completa y robusta felicidad. El camino se hace largo, la vida es áspera y larga. Aunque el ser es un regalo. Nuestras culpas y penas serán arrojadas a la nada. La alegría es como la energía.

Juan y David estaban preocupados por la violencia, tenían un mal presentimiento, quizá era una premonición equivocada o una profecía real. Cuando iban al encuentro para auxiliar y arrojar luz a alguien salían los dos como caballos desbocados hacia el encuentro del otro. Su quintaesencia era el amor. Estaban enamorados de la gente. Su arma arrojadiza era el amor. Sus luchas y anhelos eran simplemente el amor. Ambos son como niños que se alegran y se entristecen, jugando el juego de la vida hacía el encuentro del hermano y el Padre.

10

No le tengas miedo a nada ni nadie, dijo Juan.

¿Dios está de nuestra parte?, preguntó David.

No lo dudes. “No tengáis miedo a Cristo”, dijo fervorosamente Karol Wojtyła. “Nada te turbe…nada te espante”, recomendaba con fervor Santa Teresa de Jesús. “Dios es amor”, afirmaba Joseph Ratzinger.

Creo que todo creyente, justo o virtuoso les dirá Cristo: venid a Mí yo os conozco.

Oh, David, reza por mí. Como dijo lleno de candor Jorge Mario Bergoglio: “Rezad por mí”.

Y tú por mí.

¿Sabes? Los gnósticos dicen que alcanzarán la salvación por medio del conocimiento. Gnosis en griego significa conocimiento.

Muchos gnósticos desprecian la materia, ¿verdad?

Así es, correcto.   

Oh, Sefarad. Es conocido mi amor por España. Me gusta su idiosincrasia, me importa su cultura, la analizo y estudio. Necesitamos una sociedad robusta, llena de conocimiento. Se necesitan puestos de trabajo cualificados. A los jóvenes les diría que estudiaran mucho y eligieran estudios que les ofrecen estos empleos. Quizá las personas adultas se deberían jubilar antes y que ingresen en el mercado laboral los jóvenes. Aunque no deberíamos perder asignaturas como la religión cristiana (pensando en el credo de los inmigrantes), la filosofía, la historia. Las humanidades son tan necesarias como las ciencias. El ciudadano español tiene que encontrar soluciones. Empezando por uno mismo. Tener una cabeza bien amueblada y hacerse a sí mismos. Las familias numerosas o no, deben tener apoyo económico en contra del aborto. La eutanasia no es la solución. Ni el aborto ni la eutanasia son derechos. Los ciudadanos deben ayudarse entre ellos cuando estén en paro o tengan una pensión mínima. Debería existir una ONG o Fundación o Asociación para que el español solidario ofrezca fondos para estos ciudadanos que cuentan con poco dinero. Hasta incluso se podrían convertir en emprendedores. Le recomiendo a los jóvenes españoles que nunca dejen de formarse, aunque estén trabajando, así tendrán más futuro. La sociedad tiene que ser una élite, quien tenga salud y ganas de esforzarse que lo haga, sé que no será toda la masa, pero podría ser un gran número de ciudadanos. La sociedad debe regenerarse para no claudicar y que se convierta en un vulgo, expuso Juan.  

Así es, una reflexión que hace pensar. El mundo debe despertar de su letargo. Y por supuesto no dar la espalda a Dios, dijo David.

 

11

Existen varias realidades en vez de una en la vida, en el mundo: la realidad exterior a nosotros que no podemos controlar, nuestra realidad interior y la realidad de los designios de Dios, dijo Juan.

Lo que de verdad pesamos se hace realidad, ¿verdad?, preguntó David.

En efecto. Oh, pensamiento místico. Además, fe y razón deben reconciliarse. La relación de amor de Dios con Israel en la historia es debido ya entonces con el regalo de la Torah. ¿No has notado pequeños milagros o que el viento era a favor después de dedicarle mucha atención a los libros sagrados?

Es verdad. Dios nos guía, nos ofrece su mano con proeza. La divinidad inunda mi pensamiento y me hago como un niño, lo veo todo distinto, todo es sagrado ante mis ojos. En la pena y en la alegría acudo a Él. Cuando la vida se ha roto lo único que importa es Dios. Y Dios es todo.

Por vivir esta vida repleta de sufrimientos al final somos inocentes. Nacemos en un infierno para después llegar a un paraíso, sin duda una promesa que se cumplirá. ¿Qué es la vida sino la lucha del bien contra el mal?

Pensando en el paso del tiempo, ya soy más mayor, me preocupa que me suceda algo negativo. No sé muy bien si la vida es larga o corta. Parece que la vida es un largo invierno.

También una primavera apacible. Te comprendo. Hay que orar mucho. También aceptar religiosamente lo que la vida depare. La vida es un parpadeo ante el umbral de la eternidad.  

Tengo una sensación extraña, la vida es terriblemente bella, aunque no sé si es más terrible que bella. Algunas veces ando confuso.  

Tú preocúpate de crear tu obra. Haz tu mejor obra sin engañar a nadie ni hacerte daño a ti mismo. Esto es la vida: la creación de nuestra mejor obra. Acomete una obra bella, honda y universal.

Juan y David se despidieron.

Oh, “torrentes de agua viva”, después del castigo, después de la sequía, premio ulterior, el corazón tempero, el alma alegre llena de ataraxia, esperanza como alimento, la naturaleza callada, Dios nos habla con su silencio desde todo rincón de la tierra, desde todo rincón del universo, resuena su voz como el trueno, hablo con Él en la noche sagrada, le pido ayuda en el día profano, soy la Abubilla de mi infancia iluminada que sobrevuela por la huerta, soy el Búho de mi madurez que reina en la noche. El alma sanada y el corazón renovado, después de la condena a la soledad y a la nada, miles y miles de millones de espíritus se reunirán con el Espíritu, la muerte no existirá, desterrado el mal, viviremos en la tierra nueva repleta de vida, se dijo Juan en la soledad buscada de la noche.

12

Si no pudiste cumplir tu sueño, lee sobre la temática de ese sueño y vivirás tu sueño hecho realidad en tu imaginación, dijo Juan.

Mis sueños se sostienen en la voluntad de Dios. Uno de mis sueños más apremiantes es que la vida sea pacífica.

Qué bella es la tierra y cuánta violencia contiene.

A pesar de todo el mundo está lleno de gente interesante.

¿Sabes lo que hay de apremiante en nuestra vida?

La bondad, la fe y el arrojo diría yo.

No estás equivocado. Aunque te digo más: aspira a la riqueza celeste, que te importe la fama y fortuna celestes.

Estaba leyendo sobre los nombres de Dios.

Mi nombre Juan significa en hebreo: El Señor es misericordioso.

¿Y David?

David no se encuentra como nombre de Dios en hebreo.

13

Hacía mucho tiempo que no veía el ovni o las estrellas en la madrugada. Miró por el patio de luces y de repente vio el ovni o las cinco estrellas brillar y apagarse, descendieron del firmamento Mirlos, Búhos y Lechuzas que se le acercaron a él en su galería y les hablaron:

Nos envía Cristo. Corres peligro tú y tu discípulo. Tienes que escapar de Jerusalén y viajar hasta Roma, el Vaticano.

Pero ¿por qué? ¿Qué ocurre?

Tienes que darle un mensaje al papa Josep. Yihadistas quieren atentar en la plaza de San Pedro. La vida del papa y sus feligreses están en peligro.

¡Qué locura! Os haré caso. Hoy mismo viajo a Roma con mi discípulo David.

Las aves se marcharon y de nuevo brillaban las cinco estrellas en lo alto del cielo.

Oh, bóveda celeste, oh, cúpula oscura, se dijo Juan pensando en Cristo.

El maestro y su discípulo llegaron a Roma y el papa les recibió.

Juan le dijo que tenía un mensaje que transmitirle a su Santidad.

Fin

 

 

 

  

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