La generación de fin de siglo
se extiende entre 1888 y 1916. En las artes se caracteriza por una actitud
general de rebeldía, de protesta y descontento contra las ortodoxias vigentes.
En España será fundamental la presencia del poeta nicaragüense Rubén Darío, cuya
poesía influyó de forma definitiva en muchos aspectos a los escritores que le
conocieron (Unamuno, Machado) y otros posteriores, incluso después de la guerra
civil española (1936 – 1939).
Hubo exaltación de los
comportamientos antisociales. El artista manifiesta con esa actitud su
oposición a las normas de convivencia sociales y morales, lo que se traducirá
en la aparición de la bohemia.
Irracionalismo. Trata de
oponerse al positivismo racionalista considerando de que la percepción
del mundo es un fenómeno subjetivo, importando más los estados íntimos y la
intuición que el análisis racional. Dentro de esta corriente hay que situar a Nietzsche,
que tuvo una gran influencia en España, y a Freud, que desarrolló el psicoanálisis.
En el ámbito literario este rechazo se manifiesta por la oposición al naturalismo
que había dominado la época anterior.
El prerrafaelismo. En
Inglaterra surgió una corriente que exaltaba la Edad Media. En la literatura
tenemos un buen ejemplo del gusto por tiempos remotos en la Sonatas de Valle
– Inclán.
El parnasianismo. Corriente de
origen francés que defiende el arte por el arte. Se aleja de la sociedad de su
tiempo y se fija en culturas antiguas como Grecia o exóticas como China y la
India. El exotismo y la búsqueda de la belleza sintetiza: “el arte por el arte”
que fue esencial en muchos escritores y artistas.
El simbolismo. Abandonó lo
racional y tangible propio del realismo, los escritores ponen el foco en lo
irracional y lo espiritual, buscando la realidad que se esconde tras las
apariencias y con la intimidad del escritor. Para expresar la intimidad y lo
inmaterial se recurre a realidades perceptibles atribuyendo objetos de la
realidad aludiendo realidades más profundas que no son observables. En la
poesía Antonio Machado se observa la presencia de elementos comunes como
la tarde, la fuente, las galerías, por medio de los cuales quiere expresar su
angustia vital ante el paso del tiempo o la muerte, el sentimiento de
melancolía…
El impresionismo. Lo mismo que
en la pintura, en la literatura la técnica impresionista representa la realidad
por algo que destaca de la misma, escogiendo lo más relevante para el autor según
su sensibilidad. Para expresar la
realidad Pío Baroja utiliza el impresionismo.
Etapas de la obra de Valle
– Inclán.
Etapa modernista,
caracterizada por la evasión, es decir, el alejamiento hacia mundos ideales que
el artista embellece. Las obras más características de esta etapa son las
Sonatas (1902).
Etapa intermedia.
Etapa del esperpento. Se
tratan temas del presente del autor; deformados por la insistencia en sus
aspectos negativos.
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