Para Ortega la ciencia no es
todo. Podemos perecer por falta de ciencias humanas. No podemos tener falta de
técnicas morales. Terrorismo de los laboratorios: hay más allá en la vida
humana, la vida no solo es lo biológico, los proyectos en la vida es filosofía.
La filosofía debe estudiar todo, dar criterios. El filósofo debe de dialogar.
La filosofía es un saber autónomo. La vida de cada uno es filosofía. La
filosofía para Ortega era fenomenología. Yo soy yo y mis circunstancias. Yo y
los otros. La vida tiene que ser consciente. En este mundo dado yo tomo
decisiones. ¿Para qué la vida? Aquí entra la filosofía. La filosofía es para
todos, para todas las culturas.
De Nietzsche aprendió valores
inherentes a la vida, influido por Wilhelm Dilthey optó por la razón histórica;
dialéctica de la experiencia y no dialéctica de la lógica. Para Ortega su
filosofía era raciovitalismo por su formación neokantiana y como influencia del
vitalismo de Bergson y Unamuno subrayaron el devenir de lo real. El vitalismo de
Ortega que entiende la vida unida inseparablemente a la razón, la vida es
convivir. La vida, el ser humano y la sociedad no tienen naturaleza sino
historia, con influjo de Dilthey considera que la realidad radical era la vida
y que esta se manifestaba principalmente en la historia. La vida se desarrolla
en la historia y el ser humano vive en circunstancias, de ahí la necesidad de
perspectiva. Su modo de conocimiento se conoce como perspectivismo. La
perspectiva es una intuición de lo real, de la vida. Arraigo de la vida
personal a su función vital. Lado
subjetivo – el del espectador – y un lado objetivo – el del objeto aparece y al
que se dirige. Los seres humanos con su perspectiva para alcanzar la verdad y
el modo de manifestarse la realidad, en modo subjetivo-objetivo. El espectador
de Ortega punto de vista individual mira al mundo con su verdad y no con artificio.
El perspectivismo no es lo mismo que el relativismo. La no verdad o el error se
explica como ausencia de perspectiva. Niega el racionalismo como el vitalismo. En
contra el dilema de la razón pura o la pura vitalidad propone una razón que
emerge de la vida a la vez que esta no puede subsistir sin la razón. El filósofo
se opone al racionalismo sin renunciar a la razón. Constata como Nietzsche la inutilidad de la razón
abstracta. El pensamiento por un lado es
subjetivo, por otro lado objetivo dado que tendemos a la verdad y la adecuación
con las cosas que quiere conocer. Una de las formas del pensamiento es el conocimiento
el cual es una función vital. La filosofía nace del asombro. La vida de la que
tomamos conciencia al mismo tiempo que tenemos conciencia de nosotros mismos. ¿Qué
otra cosa es la actividad filosófica? La filosofía es un continuo contraste con
las opiniones y por tanto la paradoja. No tiene objeto delimitable, porque es conocimiento
del universo. La vida es la realidad radical para la metafísica orteguiana. La
conciencia no es una evidencia, la vida percibe con intensidad el drama de yo,
que necesita salvar sus circunstancias. La superación orteguiana de los
contrarios (racionalismo – vitalismo) se insertan en la vida. Sucede con la antropología
la cual no se explica ni por el alma ni por el cuerpo tomados aisladamente. Denomina
el alma como vitalidad que nutre toda nuestra persona. En un nivel superior se
encuentra el espíritu entre ambos se halla el alma. El drama vital es particular.
La vida se vuelve más transparente ante la razón histórica. Esta razón histórica
consiste en descubrir por la razón lo que hay de universal y necesario en la
vida. La historia es quehacer de la vida personal, la realización de nuestro propio
programa.
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