El estudiante
En la escuela atendía al profesor, hacía los deberes y
estudiaba inconscientemente y de soslayo. En el instituto no sabe por qué
decidió hacer todo lo contrario y tenía ansias de obtener mucho conocimiento.
Ingente información en el universo de los libros. Con el paso de los años, al
no poder ir a la universidad se hizo autodidacta. Compró una gran cantidad de
libros. Quería seguir el ejemplo de Ray Bradbury. Se decía: “lee, lee y lee, y
tu alma llegará a la posteridad.” Se haría un hombre versátil tras sus
lecturas. Pensaba que la Biblioteca era la mejor universidad. El estudiante era
un ermitaño y bucólico; su lugar predilecto era un jardín; y, en este lugar leía
y estudiaba. Al haber obtenido mucha sabiduría podría escribir mucho. Aunque en
su vida ocurrió el milagro de la vida, el milagro de Dios, y su hermano le hizo
tío. No lo pensó mucho y se dijo: “formaré a mi sobrina Alma y que descubra las
pasiones humanas. Su mente llena de cultura hallaría la libertad.”
Francisco José Blas Sánchez
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