"El Leviatán era el
nombre de un monstruo bíblico, una especie de demoniaca serpiente marina. El
nombre de esa bestia fue usado por Hobbes para designar al Estado cuya
autoridad según él es, sin duda, monstruosa, pero es lo único que nos protege
de otro monstruo bíblico aún más terrible, el Behemot, representación de la
guerra civil," Fernando Savater
"En los casos en los que
el aborto ha sido provocado deliberadamente por la madre se añade el cuadro
anterior un sentimiento de culpa que hace acto de presencia poco después de
forma más o menos consciente, que se agrava por las circunstancias en las que
se realizó la práctica abortiva y por el posible abandono posterior de la
pareja", J. A. Vallejo - Nágera.
"...vivísima curiosidad
por saber de dónde el poeta, personalidad singularísima, extrae sus temas ... y
cómo logra conmovernos con ellos tan intensamente y despertar en nosotros
emociones de las que ni siquiera nos juzgábamos acaso capaces" El poeta y
la fantasía. Freud.
"La historia del mundo es
la suma de aquello que hubiera sido evitable", Bertrand Russell.
«Ningún amor es eterno, salvo
el amor intelectual (…) El amor
intelectual del alma hacia
Dios es el mismo amor con que Dios se
ama a sí mismo (…) En virtud
de esto, comprendemos claramente
en qué consiste nuestra
salvación o felicidad, o sea, nuestra
libertad».
Ética demostrada según el
orden geométrico, Spinoza
«El amor es una emoción del
alma causada por el movimiento de
los espíritus [animales], que
la incita a unirse voluntariamente a los
objetos que le parecen
convenientes. El odio es una emoción
causada por los espíritus, que
incita al alma a separarse de los
objetos que le parecen
nocivos. Digo que estas emociones son
causadas por los espíritus
para distinguir el amor del odio, que son
pasiones dependientes del
cuerpo, tanto en cuanto juicios que
llevan al alma a unirse
voluntariamente con las cosas que
considera buenas o a separarse
de las que estima malas, como en
cuanto emociones que estos
mismos juicios excitan en el alma».
Las pasiones del alma,
Descartes
«Aquello que los hombres
desean, se dice también que lo aman, y
que odian aquellas cosas por
las que sienten aversión. Por lo que
el deseo y el amor son la
misma cosa; salvo que por deseo
queremos siempre decir
ausencia del objeto, y por amor casi
siempre presencia del mismo».
Leviatán, Hobbes
En El banquete, Diotima le
explica a Sócrates la historia de Eros (Amor).
–Estás conforme en que el Amor
desea las cosas bellas y buenas, y que
el deseo es una señal de
privación [dice Diotima].
–En efecto, estoy conforme con
eso [contesta Sócrates].
–¿Cómo entonces –repuso
Diotima– es posible que el Amor sea un dios,
estando privado de lo que es
bello y bueno?
–Eso, a lo que parece, no
puede ser en modo alguno.
–¿No ves, por consiguiente,
que también tú piensas que el Amor no es un
dios?
–¡Pero qué! –respondí–, ¿es
que el Amor es mortal?
–De ninguna manera.
–Pero en fin, Diotima, dime
qué es.
–Es, como dije antes, una cosa
intermedia entre lo mortal y lo inmortal.
–¿Pero qué es en última
instancia?
–Un gran demonio, Sócrates;
porque todo demonio ocupa un lugar
intermedio entre los dioses y
los hombres (…) Los demonios son muchos
y de muchas clases, y el Amor
es uno de ellos.
«Se debe considerar más
valiosa la belleza de las almas que la del
cuerpo, de suerte que si
alguien es virtuoso del alma, aunque tenga
un escaso esplendor, séale
suficiente para amarle, cuidarle,
engendrar y buscar
razonamientos tales que hagan mejores a los
jóvenes, para que sea
obligado, una vez más, a contemplar la
belleza que reside en las
normas de conducta y a reconocer que
todo lo bello está emparentado
consigo mismo, y considere de esta forma la belleza del cuerpo como algo
insignificante».
El banquete, Platón
Como dijo el escritor francés
Stendhal,
«el amor es una flor que crece
junto al abismo»
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